■ La tibetana Cireng Wangu fue la última portadora de la antorcha
El fuego olímpico arde en la cima del Everest, a 8 mil 848 metros de altura
■ Responsables del deporte temen que el exceso de entrenamiento afecte a los atletas chinos
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Alpinistas chinos muestran la antorcha y la bandera de los Juegos Olímpicos en la cima más alta del mundo
Foto: Ap
Pekín, Jueves 8 de mayo. La antorcha olímpica fue llevada este jueves hasta la cima del monte Everest, a 8 mil 848 metros sobre el nivel del mar, por un equipo de alpinistas chinos, en un relevo de la llama olímpica, una primicia histórica a tres meses de los Juegos de Pekín, según las imágenes de la televisión china.
La última portadora de la llama, especialmente concebida para la altitud extrema, fue la tibetana Cireng Wangu, quien alcanzó la cima después de las 9 horas local, según la televisión.
El paso del relevo de la antorcha olímpica por el Everest provocó protestas, en especial de los tibetanos en exilio, después de los disturbios en el Tíbet el pasado mes de marzo y la represión de las autoridades chinas.
Por otra parte, responsables del deporte del país asiático se muestran inquietos por los métodos utilizados por varios entrenadores y temen que un exceso de exigencia en la preparación perjudique la actuación de los atletas durante la justa veraniega.
El temor a un fracaso del equipo anfitrión es tan serio que el ministro de deportes del país asiático pidió por escrito a los preparadores no forzar a los deportistas más allá de sus límites.
Al llegar a China para entrenar al equipo nacional de esgrima, el francés Christian Bauer comprobó el sistema exhaustivo vigente, por lo que optó por mandar a los atletas a casa a descansar.
“Estaban agotados; todos tenían alguna lesión”, afirmó el técnico, cuya actitud provocó que las autoridades chinas vigilaran su trabajo, pero los buenos resultados en los Juegos Asiáticos de Doha 2006 avalaron sus decisiones.