■ Presentará en el Festival Internacional del Mariachi de Guadalajara su nuevo disco

José Alfredo es el compositor más transparente de México: De la Mora

■ De gran sencillez, el cantautor revolucionó la música ranchera, afirma el tenor

■ La producción discográfica, con la dirección y arreglos de Rubén Fuentes, contiene 19 temas del guanajuatense

Arturo Cruz Bárcenas (Enviado)

Tepoztlán, Morelos. Para el tenor mexicano Fernando de la Mora, al hablar de José Alfredo Jiménez debe hacerse en presente, no en pasado. José Alfredo “es. Estoy hablando de los conocidos y exitosos compositores mexicanos. No podemos comparar a José Alfredo con Agustín Lara, porque son completamente diferentes; son igualmente virtuosos y geniales, pero José Alfredo es… ¡transparente! Agustín Lara es… ¡laborioso! Una filigrana, una poesía: ‘Di que tus rosales florecieron para mí. Dame la sonrisa que dibuja la esperanza…’ José Alfredo no es así. Agustín tiene una pureza, un bordar con el lenguaje, que usaba al ciento por ciento; era muy culto y de gran sensibilidad”.

De la Mora se refirió al músico mexicano debido a que “ya está listo mi disco con 19 de las mejores composiciones de José Alfredo Jiménez, con el acompañamiento del Mariachi Vargas de Tecalitlán y la dirección, producción y arreglos del maestro Rubén Fuentes. Es el segundo disco que hago con esta agrupación y se llamará Fernando de la Mora canta a José Alfredo. Lo daremos a conocer en el contexto del Festival Internacional del Mariachi, en Guadalajara, en el Teatro Degollado, a finales de agosto”, expresó en entrevista.

El tenor agregó que este trabajo fue grabado en cuatro días. “Don Rubén es un genio, ¡caray!, es un gurú de la música mexicana. Este disco no lo hubiera hecho de no haber sido por él, por su enorme capacidad. Hacer la música de José Alfredo Jiménez sin él –sin don Rubén– es difícil. Él, don Rubén, convivió con José Alfredo e hizo todos los arreglos que conocemos del autor de El jinete”.

Hace unos días, el intérprete de Granada cantó 10 canciones de autores como María Greever y Agustín Lara, “un palomazo”, durante la inauguración del hotel-boutique y spa Sitio Sagrado, ubicado en Morelos.

En ese sitio paradisiaco y exclusivo se montó un escenario y De la Mora hizo gala de su buena voz. “El clima ayuda”, acotó. Las montañas rodean el sitio. Sobre el considerado autor y alma de la canción mexicana vernácula, dijo: “José Alfredo es el mejor compositor de México, si hablamos de transparencia, de sencillez. Es el compositor más sencillo que tiene México.

“José Alfredo no tenía esa cultura, pero sí la sencillez y habla con una poesía más simple, más transparente, con un lenguaje más cercano al pueblo, muy sencillo. Canciones como Qué bonito amor… qué bonita luna, qué bonito sol. Lo quiero tanto, porque siente todo lo que siento yo’. ¡Eso simplemente es transparente!”, precisó.

El Festival Internacional del Mariachi se realiza a finales de agosto y principios de septiembre en la Perla Tapatía y ahí cantará Vámonos, otro de los temas incluido en el cedé josealfrediano.

Alguna vez Lara dijo de José Alfredo: “¡Ah!, por fin alguien que me hace sombra”, a lo que De la Mora comentó: “Me hubiera gustado vivir eso. El dios de la composición era Agustín, porque estaba solo; ya se habían muerto Jorge del Moral y María Greever. Estaba solo y, cuando llegó José Alfredo, éste revolucionó toda la música del mariachi”.

Bel canto

De la Mora ha trabajado mucho en estos meses. Hasta seis veces por semana. Ha interpretado a los clásicos de la música culta, fina, y propia para tenores como él. “Canté Tosca en Guadalajara, en febrero, y en Bellas Artes, en marzo. Después hice varios conciertos, como el dedicado al maestro Manuel Esperón, quien está vivo. Es un hombre que le dio vuelta al mariachi, junto con Rubén Fuentes.

“Después, hace una semana, en Puerto Rico canté Elíxir de amor; regresé y di conciertos en Miami. El lunes pasado canté en una beneficencia para Cáritas en Tampico. El martes estuve en la inauguración en la inauguración del Foro Mundial de Economía. El miércoles ensayé en Torreón para los festejos del 50 aniversario del obispado.

“El señor obispo de Torreón, Fernando Romo Gutiérrez, mi tío, murió en diciembre pasado; yo soy Fernando de la Mora Romo. Mis padres me pusieron este nombre por él. Lo menos que podía hacer es ir a cantar para la gente que está triste por la muerte de mi tío. Hoy en la mañana –el pasado sábado– canté en Torreón, en el jubileo, y a las tres y 20 tomé el avión para estar aquí, en Morelos”.

De María Greever, expuso, la canción que más le gusta es Júrame (que cantó en su palomazo, “bien hecho”, en el Spa). “Me encanta Despedida (una triste sonrisa tu labio dibujó… vuelve otra vez a mi lado, no te alejes de mí), pero por algo la canción de Greever que más conoce la gente es Júrame. Te quiero, dijiste, es otra, pero son muchas. Volviendo a José Alfredo, su canción más bonita es Qué bonito amor.”

La noche nubosa y la luna en el horizonte y De la Mora cantaba bajo ese manto: “… qué bonita luna, qué bonito sol (…) Si algo en mí cambió, te lo debo a ti…” Qué bonito es lo bonito.