Usted está aquí: martes 22 de abril de 2008 Deportes Sin apoyo oficial, pero con firmeza, un taekwondoísta ciego busca trascender

■ Sue Aguayo competirá en el Abierto de España; promete ganar dos medallas de oro

Sin apoyo oficial, pero con firmeza, un taekwondoísta ciego busca trascender

■ Uno de los grandes problemas de los deportistas mexicanos es que no creen en sí mismos, dijo

Rosalía A. Villanueva

Ampliar la imagen Carece del apoyo de las autoridades, pero Sue Aguayo obtuvo el primer lugar en el Abierto de Argentina hace unos meses Carece del apoyo de las autoridades, pero Sue Aguayo obtuvo el primer lugar en el Abierto de Argentina hace unos meses Foto: Conade

Sin apoyo de las autoridades, porque no “creen en mí”, pero con la firme convicción de que obtendrá dos medallas de oro, el taekwondoísta ciego Sue Aguayo participará este fin de semana en el Abierto Internacional de España, país que le ha dado la oportunidad de trascender en un deporte que le gustaría se integrara al programa de Juegos Paralímpicos.

“Si ni las quemaduras que sufrí en la mayor parte de mi cuerpo ni perder la vista me han impedido desarrollarme, los problemas administrativos menos podrán detenerme”, puntualizó el deportista, que competirá en la categoría menor de 67 kilogramos en combate y en formas, contra rivales europeos de los llamados “de a pie”, en Alicante.

En conferencia de prensa en la Casa del Blues, uno de sus patrocinadores, Sue Aguayo asistió acompañado de su entrenador, Juan Luis Martínez, encargado del taekwondo de la Universidad Nacional Autónoma de México en Chihuahua, institución a la que representa y con la que obtuvo la medalla de oro en el Abierto de Argentina, hace un par de meses.

Con sentido del humor, contagiando el entusiasmo que derrocha y que aplica en las pláticas motivacionales a personas normales y a los que sufren alguna discapacidad, el taekwondoísta dijo que le gustaría seguir “haciendo historia” para consolidar un proyecto, con el propósito de que deportistas ciegos como él erradiquen sus temores para hacer realidad sus sueños.

Explicó que su inscripción en la justa ibérica tuvo muchas trabas, ya que los organizadores no querían correr el riesgo de que un invidente pudiera salir lastimado, pero gracias a la intervención del profesor español Ireno Fargas, quien lo vio entrenar y combatir durante la preparación que hizo en el centro potosino de La Loma contra competidores de esa nación, Francia y Alemania, pudo convencerlos y ahora “vamos por todo”, enfatizó.

Asentó que durante el tiempo que estuvo con los extranjeros mejoró aún más su técnica, ya que es un especialista en corta distancia contra rivales que debieron usar cascabeles en el cuello para realizar los combates.

A Sue no le incomoda que la Federación Mexicana de Taekwondo no lo tome en cuenta, a pesar de que estuvo presente en el selectivo donde María Espinoza, Idulio Islas y Guillermo Pérez ganaron sus boletos olímpicos a Pekín, el sábado.

Le habría gustado dar una exhibición, y aunque deseó lo mejor a los taekwondoístas en China, señaló que uno de los grandes problemas de los deportistas mexicanos es que “no creen en sí mismos”.

 
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