Usted está aquí: lunes 21 de abril de 2008 Sociedad y Justicia Sigue adelante plan turístico en Cacaluta pese a protestas

■ Activistas señalan que el gobierno autorizó el proyecto en el único humedal de la zona

Sigue adelante plan turístico en Cacaluta pese a protestas

■ Calderón anunció que se construirán 2 mil 500 cuartos en cuatro años en esa parte de Huatulco

■ La zona sólo toleraría de 10 a 15 habitaciones por hectárea, afirma el escritor Da Jandra

Angélica Enciso L.

Pese a las recomendaciones de expertos y ambientalistas, el gobierno federal lleva adelante un desarrollo de proyectos turísticos en bahías de Cacaluta, Huatulco, zona que es estratégica para el parque nacional, ya que ahí se localiza el único humedal de la zona, donde llueve 65 días al año. Para llevar a cabo los proyectos turísticos, que se prevé desarrollarán empresas españolas, se moverá la poligonal de la reserva sin tomar en cuenta criterios ambientales, advierte el escritor Leonardo da Jandra.

En marzo, el presidente Felipe Calderón dio a conocer que en Huatulco se construirán 2 mil 500 cuartos de hotel hasta el 2012 y ahí el director de Fonatur, Miguel Gómez Mont, anunció que los terrenos del parque, propiedad de esta empresa, pasarían a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

También dijo que se harán “obras de infraestructura, dotación de servicios, urbanización para el inicio de nuevos y grandes proyectos en nuestras reservas territoriales en torno a Bahías de Cacaluta, Órgano y Maguey, así como Bahía Conejos y La Entrega”. Precisó que en estos sitios “vamos a traer cadenas hoteleras e inmobiliarias de prestigio internacional para el desarrollo de conjuntos integrales de alta calidad. En una superficie de 409 hectáreas, el plan maestro del proyecto prevé la construcción del campo de golf, hoteles boutique, categoría especial cinco estrellas, así como villas y condominios en conjuntos de muy baja densidad”.

De acuerdo con el Ordenamiento Ecológico de Bahías de Huatulco de 1994, Cacaluta está destinada para un desarrollo urbano turístico de densidad baja con altas restricciones ecológicas, que van de 10 a 15 cuartos por hectárea, y se debe evitar la modificación de las condiciones naturales de la calidad del agua, biodiversidad y flujos, indican Verónica Gómez Rojo, Juan Manuel Domínguez Licona, Tomás David González Hernández en el análisis territorial de la micro-cuenca y bahía del río Cacaluta, Santa María Huatulco, publicado en el boletín del Instituto de Geografía en 2006.

Recuerdan que ya en 2002 el entonces director de Fonatur, John McCarthy, afirmó en comparecencia ante la Cámara de Diputados que se planeaba para Cacaluta un campo de golf con un sentido “muy ecológico”.

Aseguran que la microcuenca del río Cacaluta “es un espacio estratégico para la conservación, donde se confrontan diversidad de intereses y se plantea una disputa por hacer uso del territorio y sus recursos”. Agregan que se han realizado esfuerzos importantes por la conservación en la zona; sin embargo, también se han experimentado errores de planeación, “la creación de un parque nacional en lugar de una reserva de la biosfera, la ubicación de un basurero en el límite de la microcuenca y dentro del Parque Nacional Huatulco, en una zona donde al menos en 300 días no hay lluvia.

Por su parte, Agar da Jandra, pintora y promotora de la creación del parque nacional, indica que “los ecologistas han dicho que Cacaluta es importante por la cuenca, pero para ellos (el gobierno) esta cuenca está en el arenal, la parte que colinda con el parque. Se trata de un arroyo temporal; de ahí han sacado cientos de toneladas de arena, sin vida ni nada y lo que quieren es el cerro, donde está la riqueza biológica”.

Leonardo da Jandra, quien junto con Agar ha vivido por años en la zona, señala que el terreno no se puede fraccionar. “Ahí está la laguna de Zanate, es única, y quieren dejar ínsulas, con lo cual desaparecerá la vegetación.” Moverán, dice, la polígonal del parque sin criterios ambientales, porque quieren Cacaluta y toda la zona sin restricciones; el área que pretenden urbanizar está casi virgen.

Además, indica, no han informado de los detalles del proyecto a la población; “se debería hacer un plan incluyente, no excluyente, acorde a la idiosincrasia del lugar. Si la mayoría dice adelante, pues ya, pero los funcionarios no pueden tener el derecho de mover la poligonal sin tomar en cuenta el consejo. Si van a hacer algo en Cacaluta, que sea en armonía con la naturaleza, no seguir con el esquema de siempre, como Cancún”.

Agrega que lo importante es que en Cacaluta respeten la playa y el cerro entre este sitio y Maguey. Recuerda que en la playa Carrizalillo “queríamos hacer un centro experimental de producción de moluscos, pero no lo hemos logrado”. Además, agrega, “para qué ponen hoteles en la playa si el nivel del mar va a subir con el cambio climático”.

De acuerdo con el análisis territorial de la microcuenca y bahía del río Cacaluta, el lugar alberga gran riqueza biológica, en la que destaca uno de los arrecifes más significativos del Pacífico Mexicano. Tiene gran valor natural, ecológico y paisajístico; en la parte baja hay varios humedales que congregan abundante vegetación acuática y subacuática, condiciones que contribuyen durante el estiaje en la dinámica y estructura de las condiciones del Parque Nacional Huatulco como fuente de agua para los animales; forma parte del sitio Ramsar 1321 y posee bosque tropical caducifolio con características únicas en el país, con especies arbóreas de entre 15 y 18 metros de alto.

 
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