Usted está aquí: domingo 20 de abril de 2008 Opinión Perlas electorales

Perlas electorales

David Brooks

Fantasmas de los 60

En su último debate esta semana, los precandidatos demócratas resucitaron los fantasmas de la izquierda de los años 60. Hillary Clinton, con asistencia de los moderadores del debate, atacaron a Barack Obama por su relación con Bill Ayers, ex líder del Weather Underground, facción clandestina radical del movimiento antiguerra y antimperialista de los 60. Y es que Obama participó junto con él en la junta directiva de una fundación en Chicago y ambos viven en la misma colonia. Aunque Ayers es un reconocido reformador de la educación y profesor universitario, nunca ha rechazado o traicionado los principios izquierdistas que lo guiaron de joven, y Clinton y su equipo aparentemente decidieron que podrían golpear a Obama manchándolo de rojo. Éste se defendió diciendo que era una maniobra sucia, ya que es relacionarlo con cualquier persona con la que se ha cruzado y asociarlo con sus ideas. Sin embargo, intentó usar la misma maniobra para defenderse, al recordar que Bill Clinton, al final de su presidencia, indultó a dos otros integrantes del grupo radical. Nadie mencionó, como recuerda el periodista Marc Cooper, que Hillary trabajó brevemente, cuando joven, con un bufete de abogados de izquierda en Berkeley, California, entre ellos dos miembros del Partido Comunista, que tenían entre sus clientes a las Panteras Negras. Tanta nostalgia 40 años después del 68.

El poder de Colbert

Ningún noticiero ha logrado tener en el mismo programa a los dos precandidatos demócratas y a un ex precandidato la misma noche, y es muestra de poder que el único haya sido Colbert Report, programa satírico de Comedy Central en formato de noticiero y de comentarios políticos que se burla cuatro veces a la semana de todos los que pretenden ser serios. Hillary Clinton llegó para burlarse de sí misma sobre cómo es capaz de arreglar todo, Obama denunció las “distracciones” por sus relaciones con diversas gentes “controvertidas” en los debates y el ex precandidato John Edwards ofreció frases de su discurso populista, bromeó sobre cómo Clinton y Obama buscaban su apoyo y su voto, y sugirió que si le regalaban un jet ski tal vez lo convencerían. La razón por la cual asiste este nivel de políticos, como otras figuras nacionales, es que Colbert Report y Daily Show con Jon Stewart, otro programa de noticias satírico de donde nació aquél, son citados como las principales fuentes de información política para los jóvenes de entre 18 y 34 años de edad. Stephen Colbert se burló de la maniobra para asociar a Obama con los radicales: dijo que si se dibuja un círculo, se podría empezar con el hecho de que Obama ha sido apoyado por el senador Edward Kennedy, quien, por ser católico, está vinculado con el Papa, y el Papa fue integrante de la Juventud Nazi. Ergo: a Obama le gusta Hitler.

La bandera

Una de las preguntas “serias” que George Stephanopoulos, uno de los conductores del debate en ABC News, hizo a Obama fue si había alguna razón por la cual no se ponía prendedor de la bandera en la solapa de su saco. La respuesta fue “yo amo a la bandera” y nunca se ha declarado en favor o en contra de ponerse la bandera. Los medios de comunicación comentaron luego el asunto. Al parecer este tema es de gran importancia para el futuro del país.

Tres ricos y el voto pobre

Esta semana Obama difundió su informe fiscal personal donde se registra que él y su esposa tuvieron ingresos de 4.2 millones de dólares en 2007, en gran medida como resultado de las ventas de sus libros. Los Clinton revelaron hace un par de semanas que su ingreso total durante los últimos ocho años sumó 109 millones, con buena porción fruto de las ventas de libros de ambos y de las conferencias pagadas (250 mil y más por cada una) del ex presidente. El candidato republicano John McCain anunció esta semana que su ingreso fue de 405 mil 409 dólares en 2007 y 358 mil 414 en 2006. Pero antes de que todos expresen su simpatía al aparentemente más pobre de los candidatos presidenciales, no se revelaron los ingresos o la fortuna de su esposa Cindy, quien según algunas fuentes gana unos 430 mil dólares al año como presidenta de Hensley & Company, una de las distribuidoras de cerveza más grande del país, empresa que heredó de sus padres. Según cálculos de OpenSecrets.org, que monitorea las finanzas de los legisladores, el valor neto de la fortuna personal de los McCain es de entre 28 y 45 millones de dólares. Todos los candidatos están muy preocupados por quienes sufren del desempleo, falta de seguros médicos y pobreza.

 
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