Usted está aquí: miércoles 16 de abril de 2008 Sociedad y Justicia Denuncian abusos de directivos contra personal del Hospital Juárez de México

■ El director “rota” a especialistas y deja desprotegidas áreas importantes, señalan

Denuncian abusos de directivos contra personal del Hospital Juárez de México

Ángeles Cruz Martínez

Por “necesidades del servicio” y con la finalidad de que médicos adscritos al área de ginecobstetricia del Hospital Juárez de México tengan “amplia perspectiva y visión completa” sobre los problemas de salud que afectan a las mujeres, el jefe de la sección, Jesús Sánchez Contreras, decidió que los médicos asignados “roten” por las diferentes áreas de la especialidad.

Ayer, el director del nosocomio, Adrián Rojas Dosal, resaltó que el objetivo es evitar que los médicos se “empolven” al quedarse en un solo departamento. Puntualizó que la rotación tendrá una duración de seis meses, al término de la cual los doctores serán transferidos a otra área de ginecobstetricia.

Esa determinación, sin embargo, no toma en cuenta el nivel de especialización que tienen los médicos, como es el caso de Pablo Rodríguez Camacho, quien comentó sobre su capacitación en detección y diagnóstico de lesiones precancerosas y cancerosas en el cuello de la matriz, adscrito a la Clínica de Displasias.

A mediados de la década de los 90 comenzó en México la formación de especialistas en colposcopía, estudio clínico para comprobar o descartar la existencia de algún tumor maligno en el cérvix. Eso ocurrió cuando las autoridades se percataron del impacto que la enfermedad tenía en la salud de las mujeres. El cáncer cérvico-uterino es todavía la primera causa de muerte en la población femenina por tumores malignos.

En dos ocasiones, Sánchez Contreras ha intentado cambiar a Rodríguez Camacho de área. La primera fue en junio de 2007, cuando le informó que “con el fin de optimizar la atención de las pacientes” y con base en el catálogo sectorial de puestos de la rama médica, le ordenaba “rotar” a la unidad tocoquirúrgica (atención de partos) a partir del 2 de julio de ese año.

Rodríguez Camacho señaló que unos meses antes su jefe se había opuesto a que tomara un diplomado en histeroscopía y que, inclusive, había sentenciado que si se iba al curso “lo cambio de servicio o lo pongo a disposición de personal”.

El médico tomó el diplomado, y cuando regresó se encontró con la noticia de la rotación. A pesar de que oficialmente preguntó sobre la duración del cambio, principalmente porque en aquel momento era el único que realizaba los procedimientos de detección y diagnóstico de cáncer cérvico-uterino, nunca obtuvo respuesta y tampoco hizo el cambio.

Luego, el 3 de marzo pasado, recibió un memorando, en el cual Sánchez Contreras le informaba que “por necesidades de la división” iba a ser transferido al área de urgencias, a partir del día siguiente, “hasta nueva indicación médica”.

Con la finalidad de solicitar su intervención y evitar que se cometa una violación a sus derechos laborales, Rodríguez Camacho envió una carta al secretario de Salud, José Ángel Córdova, en la cual explica lo ocurrido y el levantamiento de un acta administrativa.

Ayer, el director del hospital, Adrián Rojas, resaltó la persistente negativa de Rodríguez Camacho a acatar las órdenes de su jefe inmediato, a pesar de que se le ha explicado la conveniencia de los cambios. Con su actitud, apuntó, ha originado desatención a las pacientes que llegan en estado crítico.

Comentó que Rodríguez está, sin razón, en una actitud de franca rebeldía. Descartó que la clínica de displasias pudiera quedarse desprotegida, porque “hay otros colposcopistas”. Además, dijo, la detección del cáncer cérvico-uterino tiene alta prioridad para el sector salud y, por tanto, poco para el Hospital Juárez de México.

 
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