Usted está aquí: jueves 10 de abril de 2008 Cultura Plantean en ópera “una gran reflexión dramática sobre la condición femenina”

Jenufa, de Leos Janacek, marca el comienzo el Festival de México en el Centro Histórico

Plantean en ópera “una gran reflexión dramática sobre la condición femenina”

■ Por primera vez se presenta una obra lírica checa en el país

■ Funciones en Bellas Artes

Ericka Montaño Garfias

Ampliar la imagen Escena del ensayo general, el pasado martes, de la ópera checa que hoy comienza funciones en el Palacio de Bellas Artes Escena del ensayo general, el pasado martes, de la ópera checa que hoy comienza funciones en el Palacio de Bellas Artes Foto: Guillermo Sologuren

Hay de tragedias a tragedias, y la de Jenufa es la más grande: una herida en el rostro la separa del hombre de su vida y después su madrastra mata a su hijo en un río congelado.

Es la historia de la ópera Jenufa, del compositor checo Leos Janacek, con la que se inaugura hoy en el Palacio de Bellas Artes la versión 24 del Festival de México en el Centro Histórico.

Esta es la primera vez que se presenta en el país una ópera de la República Checa.

Después de dos meses de trabajo, encabezados por el director concertador Jan Chalupecky y la directora escénica Juliana Faesler, este martes por la tarde se realizó el ensayo general de esta obra maestra, una de las más populares de Janacek (1854-1928) y también de las más dramáticas dentro del género.

La belleza como maldición

Jenufa es una ópera en tres actos: Verano, Invierno y Primavera con duración de dos horas. Se estrenó en la ciudad checa de Brno, en 1904 y luego se escenificó en Praga, en 1916, pero con cambios realizados por el director del Teatro Nacional de esa urbe, Karel Kovarovic.

Ahora, la que se verá en México es la original de Brno en la que se utilizan algunas de las modificaciones de Kovarovic.

La ópera, cantada en checo, se basa en una obra de Gabriela Preissová, quien reunió en Její Pastorkina (su hijastra) dos historias reales para convertirlas en una sola: la de un hombre que corta el rostro de la prometida de su hermano y la de una mujer que, ayudada por su madrastra, mata a su propio hijo.

Jenufa es una campesina morava diferente de otras heroínas, como Tosca o Carmen, porque no muere por causa del amor; pero en algo se parecen las tres: son bellas y esa belleza también es su maldición.

Durante la obra se suceden imágenes del campo en blanco y negro en una pantalla colocada al fondo del escenario y dan una sensación de tristeza a lo que ocurre.

Todo sucede en el campo, Jenufa es feliz, va a casarse con el más guapo entre los guapos, Steva, dueño del molino de la aldea, y está embarazada de él, por eso la boda urge un poquito. Sin embargo, Laca, hermano de Steva, también está enamorado de ella, y entre el amor y la desesperación por no tenerla saca la navaja recién afilada y le corta la cara. Ya no es bella y Steva la rechaza.

Ella es escondida por su madrastra, Kostelnicka, durante el embarazo para que nadie en la aldea sospeche. Cuando nace el bebé, Jenufa tiene la esperanza de que Steva recapacite y regrese a su lado, pero el ingrato ya está comprometido con la hija del alcalde.

Kostelnicka ve en el bebé el obstáculo para que la heroína sea feliz, así que la droga y mata al bebé en el río congelado. Le cuenta a Laca que Jenufa fue madre pero que el bebé murió y él declara de nuevo su amor a Jenufa, quien ya lo ha perdonado y acepta casarse con él.

El día de la boda aparece el cadáver del bebé y todos señalan a Jenufa como la asesina, pero Kostelnicka acepta su culpa. Laca y Jenufa se aventuran hacia una nueva vida. Es un final, ¿feliz?

Jenufa propone “una gran reflexión dramática sobre la condición femenina y también sobre la relación hombre-mujer”, resumió en una conferencia de prensa posterior a la función Gianluca Zampieri, quien interpreta a Laca en esta puesta en escena, cuya iluminación y escenografía también estuvieron a cargo de Faesler, la directora escénica.

La cantante Helena Kaupova (Jenufa) subrayó que se trata de “una historia muy dramática, pues para mí fue difícil encontrar el balance entre lo que tengo que cantar, llorar y actuar.

“Jenufa va de la felicidad a la dificultad de la vida y de ahí hacia un final que es un signo de interrogación.”

Jenufa, con la participación de la Orquesta y Coro del Teatro de Bellas Artes, se presenta hoy jueves a las 20 horas; los domingos 13 y 20, a las 17 horas, y el martes 22 a las 20 horas en el Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez y Eje Central). El precio de los boletos va de 200 a 800 pesos.

 
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