Usted está aquí: miércoles 9 de abril de 2008 Espectáculos El rey de los gitanos abogó por mejoras sociales para su pueblo

■ Ayer celebraron su día internacional; no somos ciudadanos de segunda: diputado Paun

El rey de los gitanos abogó por mejoras sociales para su pueblo

■ Marginados y maltratados, se estima que hay 10 millones esparcidos por el mundo

■ A México llegaron hacia 1900; han sido mirados con cierto desprecio y hasta perseguidos

De la Redacción

Ayer se celebró el Día Internacional de los Gitanos, fecha institucionalizada junto a la bandera y el himno respectivos en el primer Congreso Mundial Roma/Gitano, efectuado en Londres en 1971. Es una comunidad constituida por más de 10 millones de personas que habitan en numerosos países, y donde se cuentan en mayor cantidad es en Rumania. En Europa constituyen la minoría étnica más importante y numerosa, con alrededor de 8 millones de personas.

En su noticiero De 1 a 3, ayer Jacobo Zabludovsky recordó la fecha y leyó un texto: “Los gitanos de Rumania –que son el 4 por ciento de la población– reafirmaron hoy (ayer) su identidad cultural, al tiempo que denunciaron la discriminación y la pobreza que los afecta. Hubo procesiones, espectáculos de baile y música, así como exposiciones y seminarios.

“Se han desarrollado en Bucarest, la capital de Rumania, y en otras 25 capitales regionales, organizados todos estos actos por la Agencia Nacional Rumana de los romaní, que es como se llaman también los gitanos, y otras asociaciones.

“Florín el llamado el rey de los gitanos. Explicó en Rumania los actos conmemorativos hoy, en que también se rinde homenaje a las víctimas del Holocausto, porque también, como minoría inocente, fue víctima del genocidio de los nazis… los judíos, los gitanos, los homosexuales, los inválidos, los que no pensaban como los nazis.

“Lanzamos al río Ziving guirnaldas de flores en memoria de nuestros muertos en el Holocausto. La minoría gitana en Rumania, (que) tal vez llega a 2 millones de miembros, vive en la extrema pobreza, en guetos míseros al margen de las ciudades, sin agua, sin calefacción, sin escuelas, dos tercios son analfabetos. Sólo un tercio tiene empleos estables. Lo mismo pasa en todos los países donde viven gitanos.

“El diputado Nicolae Paun, que representa a los gitanos en el Parlamento rumano, pidió con urgencia medidas firmes de las autoridades contra la pobreza de los gitanos (…) Los romanís son considerados ciudadanos de segunda categoría, parias de la sociedad.”

Según fuentes históricas, citó Zabludovsky, llegaron a tierras rumanas en el siglo XIV, como siervos, llevados por las hordas tártaras invasoras. “Fueron mantenidos como esclavos en los grandes latifundios de los aristócratas rumanos y de la Iglesia, hasta ser liberados por una ley en 1856, hace 152 años”.

La palabra gitano procede de egiptano, porque en el siglo XV se pensaba que los gitanos provenían de Egipto. Cuando penetraron en Europa, muchos grupos de gitanos se presentaban a sí mismos como “nobles egipcianos”; así, en 1425, dos romanís pidieron un salvoconducto al rey Juan II de Aragón, en el cual se hacían llamar “condes del Egipto Menor”. La palabra calé parece proceder del indostaní kâlâ, que significa “negro”.

Zíngaros, entre otros etnónimos

Debido a que se pueden encontrar en gran número de estados del mundo, existen varios etnónimos, como zíngaros.

La opinión más extendida afirma que, a partir de análisis genéticos y lingüísticos y a la vista de los documentos conservados, proceden del Punjab; en cualquier caso de alguna zona comprendida entre India y Pakistán. Los datos lingüísticos apuntan a que los antepasados de los gitanos vivieron en el noroeste de la India, antes de migrar a Occidente pasando por la costa sur del mar Caspio.

Se desconoce si antes habían migrado de otro lugar más lejano. También se desconocen las causas exactas de su migración hacia el oeste, que se produjo alrededor del siglo XI. Tras una estancia al norte de Persia, se desplazaron, nuevamente, hasta Asia Menor, donde se asentaron durante el siglo XIV. La inestabilidad política provocó el primer éxodo fielmente documentado hacia el oeste y el sur: una rama del pueblo gitano se internó en la Europa Central y otra descendió hasta el norte de África. La entrada de los gitanos en Europa se documenta a partir de los primeros años del siglo XV. A finales de ese siglo, la ruta del sur y la del norte ya se habían unido en algún punto del sur de Europa (en Francia o España).

Desde la llegada de Cristóbal Colón a lo que hoy se conoce como América, los integrantes de este pueblo y cultura vieron en estos lares una tierra prometida. Arribaron hacia 1900 en numerosos contingentes y la oralidad narra que la mayoría desembarcó en Veracruz.

En México, los gitanos sumaron el cine a sus prodigios y misterios, y llevaron las viejas películas de charros enamorados por poblados y rancherías. El mayor éxito de todas las épocas del itinerante cine gitano fue Juan Charrasqueado. Era cierto aquello de que cuando las caravanas gitanas llegaban a los poblados las gallinas desaparecían. No quedaba más que sobrevivir, más que hacer lo necesario para allegar el alimento a los hijos, porque como ocurrió en Europa, a los gitanos les fue prohibido tomar agua de las acequias y los manantiales, de donde bebían los otros, quienes desde siempre se han enseñoreado sobre la tierra.

(Con información tomada de Internet, de los sitios aulaintercultural.org, wikipedia, geocities.com, unionromani.org/histo.)

 
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