■ En un antro la gente salía con el pretexto de fumar, pero no regresaba, denuncia el dueño

Comensales usan la ley antitabaco para dejar negocios sin pagar la cuenta

■ “Los clientes deberán garantizar el pago de su consumo antes de dejar el lugar”, asegura

César Arellano

Aplicar la Ley de Protección a la Salud de los No Fumadores en su establecimiento hizo que el dueño de un antro ubicado al sur de la ciudad de México tuviera pérdidas económicas, pero no por la falta de clientes, sino porque algunos de éstos, con el pretexto de que salían a la calle a fumar, se dieron a la fuga sin pagar la cuenta.

Pasaba la medianoche, todo era alegría, algunos asistentes ya habían consumido más de media docena de cervezas o alguna otra bebida alcohólica, empero todos se estaban sin fumar, ya que las personas que trataban de encender un cigarro, de inmediato eran “invitados” por los empleados del lugar a que lo hicieran afuera del establecimiento, al mismo tiempo que les enseñaban los letreros en los que se indica que estaba prohibido fumar, no sin antes colocarles un sello en el antebrazo para que pudieran regresar.

Desde la calle se apreciaba como entraban y salían los jóvenes por la puerta principal, con el único fin de saciar su ansia por la nicotina, disfrutaban de un cigarro mientras conversaban con algún compañero de fiesta, otros simplemente salían a platicar.

Sin embargo, ante la desorganización del dueño y la distracción de sus trabajadores, algunas mesas fueron abandonas a manera de “operación hormiga”. Los clientes, de acuerdo con los meseros, habían salido a fumar, pero conforme pasaban los minutos se percataban de que se habían ido sin haber pagado la cuenta.

De inmediato se empezó a correr la voz entre los meseros, quienes acelerados, indicaban a gritos, a causa del sonido ensordecedor de la música, no dejar salir a las personas a menos de que paguen porque ya se les habían ido varios.

Fue demasiado tarde cuando los empleados se dieron cuenta de la acción, ya que no fueron una ni dos mesas las que llevaron a cabo el mismo mecanismo. Ante el enojo evidente del empresario, mencionó que aplicará otro tipo de medidas, nunca más dejará salir a fumar a nadie a menos de que los clientes dejen un “cheque abierto”, o alguna tarjeta bancaria que garantice que no abandonarán el lugar, o que la gente pague por adelantado.

Mientras tanto, algunos antros de la Zona Rosa todavía permiten fumar dentro de sus establecimientos ya que, argumentan, la ley empezará a aplicarse a partir de lunes, pero en la mayoría ya se indica que no se puede fumar dentro de las instalaciones, lo que ha causado molestia en algunos jóvenes. También en las cantinas de Centro Histórico han aplicado la medida para evitar ser sancionados

De acuerdo con la ley antitabaco las personas que fumen en establecimientos cerrados podrán ser sancionadas con arresto de 36 horas y los dueños o encargados de los establecimientos que lo permitan se harán acreedores a multas hasta de 131 mil 475 pesos.