■ Insiste el sindicato en sus reivindicaciones
Amagan empresarios con cerrar Vidriera del Potosí
En el contexto del conflicto que la Vidriera del Potosí mantiene con el Sindicato Único de Trabajadores de la citada empresa (SUTEIVP) por los despidos “injustificados” de casi un tercio de sus trabajadores y el desconocimiento del comité ejecutivo del referido gremio, los directivos de la empresa amagaron con el cierre de ésta, denunció en conferencia de prensa Francisco Retama, asesor de la organización sindical.
Retama precisó que esta nueva acción de Grupo Modelo, propietario de la vidriera, no es más que un “chantaje” para “obligar” a los poco más de 600 trabajadores a que se “sometan a un sindicato blanco de la CROC, encabezado por Salim Kalkash”, y en este sentido precisó que el gremio no cejará en el ejercicio del mandato que “democráticamente” le asignaron los trabajadores de la vidriera tras desconocer al sindicato cetemista que los representaba, aunque ello no le agrade a la patronal.
Tras señalar que debido a que al gremio se le han otorgado dos amparos en contra de una resolución de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) –la cual había fallado en contra de su emplazamiento a huelga– y a que se le otorgó una prórroga de la toma de nota, es que la vidriera ha tomado esta “revancha”.
También subrayó que si liquida a todos sus empleados serán más de 4 mil las personas afectadas en San Luís Potosí y refirió que ante este “hostigamiento” patronal el SUTEIVP está dispuesto a no ejercer su derecho a huelga y retirar el emplazamiento, siempre y cuando la empresa reconozca al comité ejecutivo del sindicato, encabezado por Valentín Marín Quistián; retire sus “amenazas de cierre” y reinstale a los 260 despedidos.
También comentó que a la vidriera no le será tan fácil cerrar, porque para ello debe conseguir el aval del sindicato, el cual “no lo tendrá”, o haber interpuesto ante la JFCA un conflicto de naturaleza económica por medio del cual demuestre que está en problemas de ese tipo, y que éste haya sido aceptado por dicha instancia.
Albino Rodríguez, despedido el 27 de enero pasado, comentó que la pretensión de someter a los obreros al control de la CROC es para “avalar la terminación de la relación colectiva de trabajo”.