Usted está aquí: viernes 4 de abril de 2008 Política Astillero

Astillero

Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • [email protected]

■ Debato, luego privatizo

■ IFE Money, Gordillo, PRD

■ Rememorar en Puebla

Un amplio descrédito ha sufrido el diagnóstico sobre la situación petrolera nacional que el domingo anterior fue presentado por la secretaria federal de Energía y el director de Pemex. Tan vapuleado está el documento que ayer hubo de salir en su defensa el jefe de esos funcionarios, alegando una catástrofe por venir si no se atiende el texto que, entre otras cosas, es acusado justamente de contener un falso catastrofismo creyente de que así se lograría la aprobación de soluciones privatizadoras de emergencia. Con tácticas de vendedor de tiempos compartidos en hoteles playeros, el gerente general de la empresa C.C. (formada por Felipe Camilo y Juan Cariño Moulderón) trata de forzar el cierre de una operación desaseada. No debían ser tantas las angustias de los comisionistas supremos de la venta del siglo (los antes citados accionistas de la empresa trasnacional Ca. & Ca.) , pues aun cuando no avanzó su pretensión original de aplicar una medida privatizadora directa y sin atenuantes, ahora va caminando la modalidad del debate que, aunque más tardada, tiene la gran ventaja de que puede crear una burbuja de apariencias incluyentes y legitimadoras que, con el adecuado manejo mediático, dote a una futura iniciativa reformista de mendaces características de apertura, discusión, pluralidad y aritmética legislativa que, según esos estrategas suponen, arrinconaría a los opositores y permitiría que los mexicanos todos, oh, sí (salvo esos lunares eternamente inconformes), se sientan felices y contentos con el rescate de los múltiples tesoritos petroleros.

Otro acto de deshonra pública está a cargo del rápidamente desgastado consejero presidente del Instituto Federal del Monitoreo Electoral (IFE Money), el siempre sorprendente L. V. Zurita, que se ha revelado como todo un gourmet del presupuesto, deseoso de incrementos económicos antes de dar siquiera medianos resultados de algún asunto más o menos aceptable. Los pasos del citado IFE Money han sido sostenidamente lamentables: desde la propuesta leonardina de organizar apresuradas exhibiciones bajo vitrina de documentación electoral de 2006 antes de destruirla, hasta los aumentos salariales y la pretensión de más presupuesto para quemarlo, entre otras cosas, en procesos de verificación de pautas de espots partidistas (chido: según eso, con la tal reforma electoral se hicieron ahorros que ahora serían gastados en ver que se cumplan los términos de la reforma que hizo ahorros para que…) Por lo pronto, desde la jefatura máxima del IFE V. Zurita, es decir, desde los dominios de Manlio Fabiruchis, se ha expresado rechazo a la voracidad de los “nuevos” consejeros.

La profesora Gordillo exhibe a todo México la crudeza del poder caciquil. Por un lado, cumple con la farsa de un congreso electoral que acaba confirmando que la jefa sigue siendo jefa, con su mismo caporal, Rafael Ochoa, y cambios menores en la distribución sólo nominal de un poder que no tolera disidencias. La coordinadora de acción electoral subterránea de la campaña presidencial panista de 2006 ha recibido, además, regalías agradecidas de su pupilo llegado a Los Pinos: formas de exención fiscal para demostrar que la presidencia formal de la República es agradecida con sus puntales, concediendo beneficios exclusivos a las fuerzas armadas (aunque hay descontento entre militares porque las promesas no se han cumplido plenamente) y a las fuerzas electorales (el gordillismo especializado en manejo de mapaches).

Los aspirantes a presidir el PRD siguen empeñados en hacerse de un triunfo que desde hace rato está deslegitimado. No es posible ocultar la gravedad de lo sucedido (en esta elección y en anteriores) argumentando el uso político que, de manera obvia y natural, de esa circunstancia hacen los adversarios de esa dizque izquierda. El partido del sol azteca se ha mostrado tal cual es: un amasijo de intereses menores (plurinominales) disputados por bandas diferenciadas por el uso de la fraseología de izquierda y por la pertenencia provisional a proyectos políticos dialoguistas o impugnadores del poder presidencial fraudulento. El acuerdo al que según eso habrían llegado ayer Encinas y Ortega, de respetar los resultados que arrojen los órganos institucionales del PRD, sin impugnarlos ante instancias federales, es una confesión de que esos comicios internos son irrecuperables (mucho menos susceptibles de “limpias”, como con ánimos detergentes proponen cochambrosamente unos y otros) y que a fin de cuentas lo que se busca es el arreglo privado, la negociación a oscuras.

Y así se llega en esta columna a las Memorias de una Infamia que este sábado serán presentadas en el zócalo de la ciudad de Puebla, a las 12 horas. El libro con ese título, que ha escrito Lydia Cacho, narra la historia que en sus tramos más conocidos arrancó con el secuestro de la periodista en Cancún y su traslado irregular y ofensivo a Puebla, donde fue encarcelada y procesada en una obscena confabulación de poderes que fue conocida a nivel nacional mediante grabaciones en las que se escuchaba al gobernador Mario Marín, desde entonces llamado “precioso”, y al empresario financista de campañas electorales e involucrado en actos de pederastia, Kamel Nacif. Para demostrar que las infamias continúan, y que la impunidad incuba nuevas agresiones, la presentación de las citadas memorias ha sido poco difundida en algunos medios poblanos de comunicación y, según los organizadores del acto, entrevistas concertadas fueron suspendidas. En el colmo de la censura aldeana, la empresa Impresión total, soluciones creativas, que había firmado contrato para mantener en un lugar público una lona con información sobre el libro de Cacho y la mencionada presentación, retiró ese material publicitario el pasado domingo porque, según eso, las autoridades determinaron que no cumplía con las especificaciones oficiales protectoras de la seguridad de la población. De inmediato se colocó, con las mismas medidas de la lona relacionada con Cacho, otra en la que se anuncia una feria de artículos para bebé (nota de La Jornada de Oriente).

Y mientras en el DF sigue la polémica por las restricciones a fumadores, ¡feliz fin de semana!

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.