Usted está aquí: jueves 3 de abril de 2008 Política Más críticas en el IFE por la solicitud de recursos adicionales; es “insensata”: Albo

■ Para el ex titular del organismo, en algunas áreas hay duplicidad de funciones

Más críticas en el IFE por la solicitud de recursos adicionales; es “insensata”: Albo

■ Virgilio Andrade justifica la millonaria petición: es el costo de mantener alejada a Gobernación

Alonso Urrutia

La ampliación de mil 453 millones de pesos al presupuesto solicitada por el Instituto Federal Electoral (IFE) mantiene abierta la polémica dentro del organismo, ya que mientras el consejero Andrés Albo la consideró “insensata”, Virgilio Andrade señaló que es el costo de mantener a Gobernación fuera del ámbito electoral.

Andrade manifestó que es necesario recordar que el gobierno tiene su partido que contiende también en las elecciones. Hay que tomar en cuenta, apuntó, las suspicacias que generaría volver a tener a la Secretaría de Gobernación, de alguna u otra manera, así fuera en un esquema de colaboración, dentro del IFE. Es el costo de preservar la autonomía.

Añadió que existen precedentes relativamente recientes que hablan de los riesgos de este esquema, en referencia al conflicto que desató entre Gobernación y el IFE la censura al programa del PRD en enero de 2007. En aquel entonces la dependencia federal se negó reiteradamente a transmitirlo –donde se hacía referencia crítica a la toma de posesión de Felipe Calderón– y eso motivó un intenso intercambio epistolar y directo entre ambas partes, hasta que se subsanó el problema.

Por su parte, Albo –quien fue consejero presidente provisional antes de la llegada de Leonardo Valdés al cargo– ratificó sus dudas sobre la racionalidad de las partidas que fueron asignadas a cada una de las tareas específicas que se establecieron en la petición.

En particular, centró sus cuestionamientos sobre el rubro que más recursos consume, radio y televisión, pues a su juicio existe una duplicidad de funciones en algunos casos; en otros, no hay la certeza de que efectivamente el IFE deba hacer las adquisiciones que se establecieron como necesarias.

Citó como ejemplo los receptores de señal vía satélite para las mil 667 estaciones de radio y televisión que hay en todo el país, así como las 300 juntas distritales y las 32 juntas locales y que le implicarán al IFE una erogación de 92 millones de pesos, según la propuesta que se aprobó. “No estoy seguro si el insituto debiera cargar con la totalidad de ese costo”.

Actualmente, explicó, la dirección de Radio, Televisión y Cinematografía, de la Secretaría de Gobernación, ya cuenta con ese equipo de recepción que es utilizado por los concesionarios, pero que, dijo, es operado por una empresa privada.

Otro rubro donde también existe una posible duplicación de gastos y acciones es el de los denominados monitoreos de radio y televisión, tanto para noticiarios –cuyo costó estimado por el IFE es de 333 millones de pesos–, como promocionales de los partidos políticos –con una erogación de otros 440 millones– que distribuirá el organismo.

De entrada, dijo, un cálculo derivado del tiempo que se pretende monitorear de los noticiarios es de 10 millones 952 mil horas, en conjunto de radio y televisión, en año no electoral. Para Albo, no están claramente definidos los alcances de estos monitoreos y si pudiera haber una duplicidad entre ambos, lo cual no sería explicable.

En descargo, subrayó que los legisladores también deberían hacerse cargo de los costos de instrumentar una reforma como la que aprobaron, al igual que el propio instituto.

“La premisa de la ampliación presupuestal –añadió– tiene que ser garantizar el cumplimiento de la ley, pues ésta exige nuevas tareas para el IFE. Al mismo tiempo, la solicitud de ampliación presupuestal del instituto tiene que ser acorde con criterios de eficiencia y eficacia, por eso, en ese sentido, me parece que el monto solicitado es insensato.”

Otra visión totalmente contraria a esta petición es la del consejero Andrade, para quien en el centro de la millonaria solicitud se encuentra la necesidad de garantizar la autonomía del IFE y no generar un modelo de colaboración.

El consejero consideró que se podrían abaratar los costos, pero con los riesgos de un esquema que pudiera dar pie a mayores suspicacias respecto a la relación del IFE y Gobernación.

La suspicacia sobre el papel de Gobernación en las elecciones existe, “si no, no hubiera habido una reforma electoral; por eso tenemos que cuidar el modelo de colaboración con el gobierno. No es tan sencillo hacer un planteamiento de esta naturaleza”.

De entrada, dijo, era imperioso no solamente que el IFE garantizara la distribución de todos y cada uno de los programas de los partidos entre los concesionarios, sino que además el monitoreo lo realizara el propio instituto.

 
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