DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   LUNES 31 DE MARZO 2008 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Presentación

Qué significó el IV Foro Mundial del Agua en México
Belinda Frías Núñez

Ley de agua potable y saneamiento para México, una propuesta del IV Foro Mundial del Agua
Roberto Olivares

La importancia de la cooperación internacional en el Foro Mundial del Agua
Belinda Frías Núñez y Simone Lucatello

Declaración Ministerial del IV Foro Mundial del Agua
Belinda Frías Núñez

¿Quién define el futuro del codiciado recurso agua?
María Antonieta Bocanegra Aguilar


Correo electrónico:

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El proceso de negociación

Declaración Ministerial del
IV Foro Mundial del Agua

Belinda Frías Núñez

La Declaración Ministerial del IV Foro Mundial del Agua fue el documento final de un proceso de negociación muy arduo, ya que se encontraba fuera del marco gubernamental. El citado foro, como evento principal del Consejo Mundial del Agua (CMA), tiene una presencia internacional sumamente importante. Su poder de convocatoria ha sido contundente.

Sin embargo, el consejo, por su carácter de organización no gubernamental (ONG), no puede convocar de manera formal a la realización de una declaración como si se tratara de Naciones Unidas. Por ello es destacable la importancia de la declaración en la negociación así como en sus resultados.

El proceso preparatorio de la negociación de la declaración tuvo un desarrollo muy interesante, sobre todo por ser un evento de carácter no gubernamental que tuvo un gran poder de convocatoria, al contar en la Conferencia Ministerial con la asistencia de 149 delegaciones.

El proceso de negociación se llevó a cabo a través de un grupo de países que participaron en la formación de dicha declaración. Era un “grupo cerrado” o “grupo núcleo” compuesto por 21 países.

El proceso de consultas con dicho grupo inicio en enero de 2005 en Ginebra, Suiza, y se suspendió un año después. Una aportación particular contemplada desde los inicios del proceso preparatorio del IV Foro, fueron las conclusiones de los comités regionales de cada sesión temática, cuyos resultados constituyeron insumos importantes al ser incluidos tanto en el texto, como en los anexos del Proyecto de Declaración.

El proceso de negociación de la declaración se llevó a cabo en Ginebra. La razón fue muy simple: se buscó un lugar estratégico en el cual estuvieran representados la mayoría de los países.

Los comentarios divergentes en torno a la declaración, tuvieron que ver principalmente con la conveniencia de no contar con una declaración negociada en el marco de dicho foro, por su carácter no gubernamental.

No obstante lo anterior, el grupo organizador, el Secretariado del Foro, manifestó la necesidad de que hubiese un vínculo más sólido entre el componente temático del foro y el sector gubernamental, tomando en cuenta que la naturaleza y objetivos del foro estuvieron orientados a propiciar la participación y el dialogo de múltiples actores, que permitieran influir en la creación de conciencia sobre la problemática del agua, lo que también requiere de un compromiso entre los gobiernos.

En este sentido, la posición de México fue siempre lograr una declaración breve, de carácter general y orientada a la acción, que no implicará negociaciones de asuntos sustantivos en materia de políticas de agua, las cuales deberán ser tratadas en los foros intergubernamentales apropiados.

Al mismo tiempo, se buscó que el formato de la Conferencia Ministerial permitiera que las autoridades gubernamentales escucharan a la sociedad civil, la cual consideró al foro como una importante instancia de diálogo e intercambio y por tanto también estimaron necesaria una declaración.

Los insumos de la declaración, se obtuvieron de la Comisión de Desarrollo Sostenible en su 13 periodo de sesiones, del Plan de Implementación de Johannesburgo, la Cumbre del Milenio, y de la Agenda 21. Se trató de encuentros referidos consecutivamente en los temas medioambientales, en donde existieron complejas discusiones, y previendo para la conformación de esta declaración un proceso de negociación no menos complejo.
Finalmente el proceso de negociación fue un éxito. La declaración estuvo lista el 16 de febrero de 2006 y fue dada a conocer el 22 de marzo siguiente, en la clausura del IV Foro.

Al respecto, el ministro Céspedes, encargado de la negociación comentó: “...tuvimos allá tres sesiones de negociaciones dando tiempo en cada una para que pudieran consultar con las delegaciones en Ginebra. El contenido es complicado porque no estando en el marco de Naciones Unidas no hay reglas, entonces ahí tenemos que ir a lo más básico, es un grupo, un grupo abierto, viene quien quiera de todos los países a los que se invitaron al foro, viene quien quiera a los grupos de negociación y lo que queda muy claro, es que lo que se adopta, se adopta por consenso, con uno que no esté de acuerdo no hay declaración, y eso es muy difícil, aquí en la prensa salieron muchos mitos de que no iba a firmar, ojalá fuera así, pero con que hubieran dicho, no, a mí no me gusta esta palabra, no hay texto...”

La declaración, como muchas otras, no es vinculante. Sin embargo, refleja la suma de los intereses mundiales con relación al agua plasmados en un acuerdo común, un compromiso que tiene como antecedentes los acuerdos resultantes acordados en los anteriores foros del agua, con el fin de integrar todas las aportaciones relativas al tratamiento del agua y en donde cada aportación realizada en otras cumbres mundiales tiene una consecución y una valoración que se fortalece en cada región del mundo.
La declaración consta de 13 puntos a analizar. Entre los más importantes están:

El reconocimiento de la escasez del agua dulce, su relación y el impacto social que causa en distintas áreas del ser humano, como la pobreza, el hambre, la reducción de desastres, la salud, el desarrollo agrícola y rural, la hidroenergía, la seguridad alimentaria, la igualdad de género, el desarrollo sustentable y la protección ambiental.

Otro de los temas fue el saneamiento, la adecuada gestión integral de recursos hídricos, nuevos proyectos para captar mejor el agua, el reconocimiento de los resultados alcanzados en el IV y III Foro Mundial del Agua, el desarrollo de capacidades y la cooperación, así como la existencia de la base de datos CDS WAND, como medio para seguir las recomendaciones de la CDS-13, de alcanzar los objetivos reconocidos en el Plan de Implementación de Johannesburgo, en el Objetivo de las Metas del Milenio de reducir a la mitad, para el año 2015, el porcentaje de personas que carezcan de acceso al agua potable.

Se reconoció también algo muy importante en las políticas domésticas e internacionales porque son las que fomentan y ayudan al desarrollo de capacidades y cooperación a todos los niveles. La cooperación se reconoce como medida de prevención y respuesta.
Éstos son sólo algunos de los puntos más destacables incluidos en la declaración, cada uno de ellos tiene una relación intrínseca con los temas del desarrollo y es de suma importancia para la creación de políticas públicas que favorezcan el avance de los países más atrasados.

No podemos olvidar que el agua es un tema de seguridad nacional y de desarrollo. Por eso México fue foco de atención por ser el país sede del IV Foro.
Una de las principales críticas en torno a la declaración fue el no haber incluido al agua como un derecho humano.

Respecto a lo anterior, cabe señalar que México actualmente forma parte del Pacto sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el cual marca un hito en la historia de los derechos humanos. En efecto, por primera vez el agua es reconocida de forma explícita como un derecho humano fundamental, y los 145 países que ratificaron el pacto se verán ahora obligados a asegurar progresivamente que todos tengan acceso a ella de forma segura y de buena calidad, potable, en forma equitativa y sin discriminación.

Por lo tanto, las razones para no haber incluido en la declaración citada al agua como un derecho humano tuvieron que ver más con un proceso de negociación incluyente y moderado por las razones del propio evento, más que por el compromiso que se pretendía con la sociedad civil.

Finalmente, la declaración estuvo acompañada por varios anexos que son otras declaraciones hechas por varios sectores de la sociedad: niños, autoridades locales, legisladores, jóvenes, mujeres y pueblos indígenas.

En cada caso se manifiesta e incorpora la postura social y representativa del propio sector. De esa manera, el resultado final de la declaración es un verdadero compendio de las necesidades de los distintos actores de la sociedad, con acuerdos y desacuerdos. Pero al final, de cara a la luz pública.

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