Usted está aquí: domingo 30 de marzo de 2008 Cultura Lúdica, Mamá la Oca intenta introducir a los niños al mundo de la danza contemporánea

■ Propuesta de Duane Cochran, a partir del ballet de Maurice Ravel, se estrenó en CU

Lúdica, Mamá la Oca intenta introducir a los niños al mundo de la danza contemporánea

Ángel Vargas

Ampliar la imagen Seres fantásticos y míticos cobran vida en el escenario Seres fantásticos y míticos cobran vida en el escenario Foto: María Luisa Severiano

Había una vez, en un lugar muy lejano, una joven que, como toda joven, era una princesa que, como toda princesa, era muy bella que, como toda bella, era inconsciente...

Y cual conjuro, al comienzo del relato, en la sala Miguel Covarrubias dos mundos se funden y confunden: lo imaginario se impone a lo real. Pareciera estar viviendo un sueño.

Azoro, exclamaciones y risas infantiles estallan a cada rato de entre las butacas. Historias y personajes conocidos –algunos de ellos, inclusive, arquetípicos– se suceden sobre el escenario, para encanto de chicos y añoranza de grandes.

Tal es el paisaje emocional que se suscita en torno del espectáculo coreográfico Mamá la Oca, una lectura contemporánea realizada por Duane Cochran a partir del ballet homónimo escrito hace casi un siglo por el compositor Maurice Ravel.

Dedicada al público infantil, la propuesta del coreógrafo de origen estadunidense está sustentada en un inteligente y bien cuidado empleo de recursos multimedia: animación en video, diseño de luces, teatro de sombras, música en vivo y narración oral.

Espectáculo dinámico y cautivante

Esos elementos, a la par de un variado y vistoso vestuario, así como de un discurso dancístico sin más pretensiones que hacer muy gráficas las historias que se cuentan, constituyen un espectáculo dinámico, cautivante de principio a fin; asombroso en varios momentos, pero sobre todo muy lúdico.

La pieza cumple de forma cabal con uno de los propósitos principales que el creador seguramente se planteó al concebirla: entretener a los niños e interesarlos en el mundo de la danza contemporánea.

El estreno mundial de esta pieza tuvo lugar ayer en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, donde se mantendrá en temporada hasta el 17 de mayo, los sábados a las 12 horas.

La interpretación en el terreno de la danza está a cargo de la compañía Aksenti, fundada y dirigida por el propio Cochran. En tanto, de la música se encargan los pianistas Alberto Cruzprieto y Arturo Uruchurtu.

Suite para piano a cuatro manos, la partitura original

Cabe destacar que para fines de la coreografía se retomó la forma original con que Ravel escribió la partitura, como una suite para piano a cuatro manos. Así, tuvo que transcribirse la obra de la versión orquestal, tarea de la que se ocupó Dimitri Dudin.

Con cerca de 50 minutos de duración, la obra recrea los cuentos infantiles de La bella durmiente del bosque, La bella y la bestia, Pulgarcito y La feúcha y la emperatriz de las pagodas.

El hilo conductor entre uno y otro pasaje lo da una narradora, la actriz Carmen Mastache, quien se encargó también del guión teatral.

Primero, en la voz de Carmen Mastache, y después en el escenario, comienzan a aparecer seres fantásticos, míticos, así como personas de carne y hueso, cuyas aventuras se desarrollan en lugares tan disímbolos como mágicos: desde una palapa en alguna playa de Veracruz o un ancestral palacio de un sultán, en Medio Oriente, hasta un bosque encantado y una suntuosa pagoda en China.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.