UNAM: crean vacuna contra serpientes africanas
Científicos del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) crearon un antiveneno contra mordeduras de serpientes africanas, con el que se reducirá 70 por ciento las muertes por esa causa en aquel continente.
Roberto Stock y Alejandro Alagón son los creadores de la vacuna, proyecto que se emprendió a partir de una convocatoria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2001 para generar una solución a ese problema en África.
Stock informó que en ese continente cada año son mordidos por serpientes un millón de personas: medio millón resultan envenenados, de los cuales 20 mil fallecen o quedan con alguna discapacidad.
En 2001, la OMS convocó a los productores de antiveneno del mundo para solucionar esta situación. A ese llamado respondió la empresa mexicana Bioclon, misma que solicitó la participación de los universitarios para las investigaciones.
Adquisición, en trámite
El proceso de esta innovación “fue exitoso”; el primer paso consistió en identificar las especies más peligrosas, y en diciembre de 2007 la Secretaría de Salud aprobó el veneno para su aplicación. Actualmente la adquisición del producto para utilizarlo en las comunidades está en trámite.
El proceso para obtener el antídoto consiste en aplicarlo a caballos, que generan anticuerpos en grandes cantidades y son sensible a los venenos. Posteriormente, se les extrae la sangre con los anticuerpos generados y se purifican hasta obtener la vacuna, explicó el investigador.
Stock informó que las serpientes y los alacranes son responsables de 95 por ciento de las muertes por envenenamiento en el mundo, y se calcula que son necesarios 18 millones de dosis por año para erradicar el problema.
La vacuna obtenida por los especialistas de la UNAM está preparada con 11 venenos, y funciona contra cinco vipéridos y seis elápidos, con lo que se cubre la mayoría de las serpientes africanas.
El investigador señaló que en ese continente las mordeduras de serpiente son un problema médico cotidiano que no se atiende en la mayoría de los casos, debido a que no se producen antivenenos, principalmente porque su producción es altamente costosa.