Usted está aquí: domingo 23 de marzo de 2008 Mundo Correa advierte que la crisis con Colombia no ha terminado

■ Investiga Quito el “asesinato de un ecuatoriano en suelo patrio por tropas extranjeras”

Correa advierte que la crisis con Colombia no ha terminado

■ Denuncian que un presunto guerrillero muerto es en realidad un ciudadano de Ecuador

■ Militares secuestran civiles en la frontera y los presentan como insurgentes, acusa embajador

Reuters, Pl, Dpa y Afp

Ampliar la imagen Vista aérea del poblado de San Miguel y el río Putumayo en la frontera entre Colombia y Ecuador Vista aérea del poblado de San Miguel y el río Putumayo en la frontera entre Colombia y Ecuador Foto: Reuters

Ampliar la imagen El presidente Rafeal Correa y su hijo  disfrutan las vacaciones El presidente Rafeal Correa y su hijo disfrutan las vacaciones Foto: Ap

Quito, 22 de marzo. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió hoy que la crisis con Colombia podría agravarse si se comprueba que un ciudadano de su país murió en el operativo militar colombiano en suelo ecuatoriano, que tuvo como blanco un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En caso de verificarse, destacó, se trataría de “un ciudadano muerto en territorio de Ecuador por tropas extranjeras”, lo cual “sería extremadamente grave y la Organización de Estados Americanos (OEA) tendría que actuar de forma contundente, porque se trataría de un asesinato de un ecuatoriano en suelo patrio”.

El mandatario indicó que por ahora hay que esperar a “que se confirmen las cosas”, pero, subrayó, si se confirma “vamos a empezar una lucha diplomática tremendamente fuerte, porque no dejaremos ese asesinato en la impunidad”.

Correa dijo que seguirá de cerca la denuncia de los padres del ecuatoriano Franklin Aizalia Molina, un mecánico de 38 años desaparecido poco antes de la incursión militar colombiana, quienes sostienen que su hijo es el hombre que ha sido presentado por Bogotá como el guerrillero Julián Conrado, uno de los ideólogos de las FARC.

Aizalia Molina vivía con sus padres en Quito, quienes afirman que han reconocido su rostro con su bigote en las fotos mostradas por la prensa, tras la incursión militar del primero de marzo en una zona fronteriza de la provincia de ecuatoriana de Sucumbíos, y que no tienen dudas de que se trata de él.

En la incursión murieron 23 personas, incluido el líder rebelde Raúl Reyes, que era el objetivo principal del operativo, cuyo cuerpo fue llevado por el ejército colombiano a Bogotá junto con el de Conrado.

El Ministerio de Relaciones Exteriores y la Fiscalía General de Ecuador confirmaron, por separado, que enviarán una delegación de funcionarios y familiares de Aizalia a la capital colombiana para analizar el caso a partir del lunes, con base en pruebas dactiloscópicas y genéticas.

Colombia afirmó desde un principio que era el cuerpo de Conrado –Guillermo Enrique Torres, su verdadera identidad–, conocido también por ser un compositor de temas alegóricos de la lucha guerrillera, con más de cien canciones de charamanduca o música de la nueva Colombia.

A diferencia de Reyes, a cuyos familiares se les negó el cadáver y se le enterró en secreto, sobre Conrado ni el gobierno colombiano ni la guerrilla han dicho nada.

Conrado presidió los diálogos de paz de San Vicente del Caguán durante el gobierno de Andrés Pastrana e incluso los alegró con su imprescindible guitarra y un acordeón.

Pero mientras se aclara si el cantautor de vallenato, de 53 años, realmente murió o si se trataría del ecuatoriano Aizalia, la Fiscalía General de Colombia anunció que, en reciprocidad a las acciones de Ecuador, investigadores de su despacho interrogarán en breve en Quito a dos colombianas y una mexicana que estaban en el campamento atacado de las FARC y quienes sobrevivieron a la incursión militar colombiana.

Aunque las relaciones diplomáticas no se han restablecido todavía, la tensión disminuyó después de que el gobierno del presidente colombiano, Álvaro Uribe, ofreciera excusas a Ecuador tanto en la cumbre que celebró el Grupo de Río en Santo Domingo, el 7 de marzo pasado, como en la asamblea extraordinaria de la OEA del día 17.

Esta semana, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, había expresado que el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Ecuador estaba “relativamente cerca”.

No obstante, reconoció que el problema de la frontera entre ambos países llevará más tiempo, en especial por los diferendos sobre su resguardo.

El canciller colombiano, Fernando Araujo, declaró que su gobierno se siente bien “acompañado” por todos los países de las Américas, salvo por Ecuador, tras recordar que Quito no ha restablecido las relaciones diplomáticas con Bogotá. Incluso, dijo, con Caracas ya se normalizaron y se prevé una reunión entre los presidentes.

Venezuela había suspendido sus relaciones con Colombia en solidaridad con Ecuador, que rompió los lazos tras la incursión militar.

En su programa de radio de los sábados, el presidente Rafael Correa reiteró en que no podrán reanudarse los lazos con Colombia mientras continúe la campaña mediática de ese país tratando de ligar a Quito con las FARC.

En medio de la polémica sobre la situación de Conrado, el embajador de Ecuador, Francisco Suéscum, denunció que los militares colombianos suelen “secuestrar” a ecuatorianos en la frontera y luego de asesinarlos los presentan como guerrilleros.

En Bogotá, se informó del fallecimiento de general en retiro Gabriel París, a los 98 años, cabeza de una junta militar de cinco miembros que gobernó Colombia entre 1957 y 1958, tras la caída del dictador Gustavo Rojas Pinilla.

 
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