Usted está aquí: jueves 20 de marzo de 2008 Espectáculos La experimentación musical está casi extinta, asegura Suzo Sáiz

■ Los músicos ya no arriesgan, porque tienen que comer, dice el guitarrista español

La experimentación musical está casi extinta, asegura Suzo Sáiz

■ Creador de bandas sonoras de diversas películas, afirma que las cosas más atrevidas las realizaron las personas de más de 40 años

■ Se presentará con Jorge Reyes en la Cumbre Tajín, el sábado

Juan José Olivares

Ampliar la imagen Suzo Sáiz, el pasado fin de semana en el festival de Zacatecas Suzo Sáiz, el pasado fin de semana en el festival de Zacatecas Foto: Instituto Zacatecano de Cultura

“La experimentación ha desaparecido casi absolutamente. Los músicos que buscan nuevas formas de expresión con sus composiciones se han quedado en guetos. La gente no se atreve a hacer cosas diferentes, porque la industria está acabada, son retazos lo que queda. En estos años la muerte de ésta ha propiciado la ausencia de riesgo. Los propios músicos han padecido esto porque cualquier propuesta arriesgada que tengan es comúnmente rechazada. Comen, ya no arriesgan, aunque muchos mantengan el idealismo a fondo y sean capaces de aguantar y no vender discos ni dar conciertos, pero llega un momento en que tienen que ceder”.

Suzo Sáiz opinó lo anterior en entrevista con La Jornada. Y ¿quién es Suzo Sáiz? Pues es un músico, compositor, guitarrista, arreglista y productor musical, creador de bandas sonoras para películas. Oriundo de Cádiz, es pionero de la vanguardia española. Muchos lo ubican como experimentador del rock y post rock. Y ahora, junto con otro indagador sonoro, el mexicano Jorge Reyes, se presentará el próximo sábado en el Nicho de la Música, en el contexto del festival Cumbre Tajín 2008, que se efectúa en Veracruz. Suzo y Jorge ya mostraron su ecléctico y “salvaje” espectáculo al público en el Festival Cultural en Zacatecas.

Punto de la revolución del maduro

Para el español, la ausencia de búsqueda en la música ha propiciado que se regrese “al pop más trivial; la música comercial está en lo más alto de popularidad. Es la peor época de la creación musical, porque es una imitación de lo que fue en los años 80, hay gente que dirá lo contrario, pero la vanguardia y atrevimiento, parece que han desaparecido. Las cosas más atrevidas están hechas por gente que tiene más de 40 años. Este tipo de personajes son el último reducto que queda. Por eso reivindico el punto de la revolución del maduro; creo que somos ahora mismo la gente más atrevida”, afirma quien es conocido como “arquitecto de sonidos”.

Sáiz, quien es músico de academia, ha producido a artistas como Luz Casal, Fon Román Javier Corcobado, Luis Eduardo Aute y Joxan Goikoetxea; bandas como Los Planetas, Duncan Dhu y Celtas Cortos, entre otros. Dice que producir unos cuatro discos al año de artistas de música comercial alimenta su “relación con el mundo. Otra historia es mi propio trabajo, y no del todo tengo a veces la tentación de reducirlo a hobbie, pero es lo que yo soy, es mi fuerza. Entre escribir bandas sonoras y producir a artistas, el tiempo que me queda es poco –no obstante, editará ocho discos sobre canciones hechas por las noches, y grabadas y mezcladas en una sola–. Por eso, tenemos que hacer concesiones. A un buen diyéi le gusta crear cosas de determinada forma, pero tiene que pasar gran parte de su sesión haciendo lo que a la gente le gusta, porque si no, no lo contratan”.

El productor, ya ente de culto en los circuitos subterráneos, considera además que hoy día los procesos de creación son más vulgares, por ejemplo “hoy todos escuchan la música con audífonos comprimidos en mp3, la música se escucha ahora en unas condiciones que son infinitamente peores que un vinilo de los años 70. Los productores hemos avanzado en muchos aspectos tecnológicos, pero eso hace que las exigencias sean menores, la gente ya no se preocupa por investigar, por probar, por jugar con el sonido hasta tener una personalidad en cuanto al timbre, al proceso de grabación” .

Una década de ensayo

Jorge Reyes y Suzo se conocen hace unos 20 años. Desde entonces comparten ideas y escenarios. Desde Crónica de castas y otros trabajos más con el también experimentador de los sintetizadores Steve Roach, se han bifurcado los caminos de estos chamanes del ruido. Por azares del destino dejaron de tocar juntos, pero el año pasado, en el festival Mar de Músicas, en España, recuperaron la posibilidad de compartir el proscenio. Ambos han cambiado, pero en los 10 años que dejaron de tocar juntos parecieron como “un ensayo”. Ahora, en estas presentaciones, “llevan más allá lo que hicimos alguna vez”, asegura por su parte Reyes (quien recientemente se ha enfocado a editar sus paisajes sonoros, de Michoacán y San Luis Potosí).

“Siempre hemos sido ávidos, inquietos, intensos, no nos quedamos en una época, escuchamos de todas las músicas y eso nos mantiene actuales de alguna manera. Vamos cambiando no porque nos hayamos amoldado, sino porque queremos evolucionar. Hay que digerir las cosas que adquieres, reciclarlas y sacarlas desde tu perspectiva”, afirma el michoacano.

Para resumir lo que hacen en el escenario, se puede decir que ya no es la fusión de lo prehispánico (Jorge y sus instrumentos) con la guitarra (Suzo), sino que ahora “hacemos lo que queremos: música salvaje, fuerte, que sí mantiene estos elementos rituales, pero con que sonidos son actuales, hechos con juguetes nuevos (instrumentos electrónicos) que aprendes a utilizar, sin olvidar un sonido cósmico de la guitarra. No es free jazz, pero no hemos perdido la capacidad de sorprendernos”.

Historia muy fuerte

Sobre esa parte “salvaje” emanada por estos entes “primitivos tecnológicos”, Suzo comentó que “es una historia energéticamente fuerte hecha de una forma muy natural. Musicalmente junta muchas cosas. Es más universal, en el aspecto de que es muy generalizadora. Abarcamos más que antes, por ejemplo, la aparición del sentido del beat desde la perspectiva de la música electrónica, que creo que ahora es más contundente. Ese aspecto ya lo teníamos, pero no era tan evidente, ahora es más claro. Hemos abierto de igual forma más el espectro de la armonía, fluye más natural. No trabajamos con patrones rígidos, ahora hay más elasticidad, como la parte atmosférica que ha crecido al igual que la rítmica, no siendo free jazz, como dice Jorge. Hay músicos que por una cuestión generacional hemos pasado por muchos sitios. Trabajamos con tecnología, con teorías de lo clásico también; hemos participado en situaciones de pop o rock, pero también hemos intervenido en la vanguardia más conceptual, entonces nuestra música no es fácilmente definible, porque transita por todos esos sitios”.

Jorge agregó: “Antes hacíamos cosas más atmosféricas, más etéreas, como esos inicios del chill out. Eso fue hace 15 años, ahora hemos asimilado lo que hemos estado escuchando en ese tiempo, en el cual la música ha dado giros”.

(Suzo Sáiz y Jorge Reyes en el festival Cumbre Tajín. Sábado, a las 19 horas).

 
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