Usted está aquí: jueves 20 de marzo de 2008 Capital Intensifican diferencias representantes de NI e Izquierda Unida por conteo de votos

■ Se enfrascan en discusión sobre los criterios a seguir, durante más de cuatro horas

Intensifican diferencias representantes de NI e Izquierda Unida por conteo de votos

■ Recuento boleta por boleta en lugar de la sumatoria de las actas, demanda de los chuchos

Rocío González Alvarado

Las diferencias entre los representantes de la coalición Izquierda Unida (IU) y Nueva Izquierda (NI) del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Distrito Federal se intensificaron ayer al mediodía, cuando se instaló la sesión para iniciar el cómputo oficial de los sufragios emitidos durante la jornada electoral del pasado domingo, ahora debido a los criterios que debería seguirse en este procedimiento.

Ambos grupos políticos se enfrascaron durante más de cinco horas para decidir si se debería o no hacer un recuento voto por voto, en lugar de la sumatoria de las actas de cada casilla, como se contempla en el reglamento interno del partido.

La discusión se inició cuando integrantes de Nueva Izquierda solicitaron que debido a la “gran cantidad de anomalías detectadas” en las actas se procediera a abrir todos los paquetes electorales, y aunque al principio hubo una negativa de sus oponentes, los de Izquierda Unida, posteriormente se aceptó la propuesta con la condición de que se hiciera este mismo mecanismo en el estado de México, lo cual fue rechazado por los seguidores de los llamados chuchos.

Después de una serie de dimes y diretes, en su calidad de representante de IU, el diputado local Agustín Guerrero planteó que en virtud de que la elección para la dirigencia nacional es la que más ha generado incertidumbre, se ajustaran al compromiso de los contendientes, Alejandro Encinas y Jesús Ortega, de contar voto por voto, pero con el compromiso de que se procediera igual en la entidad mexiquense.

En respuesta, el diputado local e integrante de NI, Isaías Villa, argumentó que no se podía condicionar el cómputo en el Distrito Federal a lo que se hiciera en otros estados. “Si lo hacemos, hagámoslo aquí. No planteemos cosas que sabemos que no podemos resolver nosotros. Eso es trampa”, espetó.

Aunque previamente el legislador de NI Juan Carlos Beltrán retó al bloque contrario a abrir todas las casillas, al señalar: “a qué le tienen miedo, cuál es el problema”, su compañero Sergio Cedillo,hizo alusión a la norma para negarse a lo que anteriormente habían propuesto: “no se puede hacer un condicionamiento contrario al reglamento”, apuntó.

“Que se tome nota de que la representación de Encinas pidió que se abrieran los paquetes y que están desatendiendo un acuerdo que hizo Ortega”, reviró entonces Roberto López, de Izquierda Unida.

Rebasados por los representantes de ambos grupos, los delegados de la Comisión Técnica Electoral sólo atinaban, cual si fuera un partido de tenis, a voltear a ver a los integrantes de uno y otro bandos, hasta que uno de los asistentes les aconsejó que consultaran a su par a nivel nacional.

De allá vino la aparente solución: apegarse al reglamento, salvo que algunas de las fórmulas tuvieran alguna observación en determinada casilla y se acordara entre las partes abrir los paquetes electorales.

Lento, entonces, se inició el cómputo de la elección de dirigentes nacionales, una de las seis que tendrán que contabilizar de la jornada del 16 de marzo, entre ellas la de la presidencia del PRD capitalino.

Cuatro horas llevó el registro de los datos de las actas de dos de las poco más de 900 casillas instaladas el domingo pasado, pues cualquier omisión en los datos era motivo de una nueva discusión, incluso del chacoteo: “Se me hace que te vas a pasar aquí todo el periodo ordinario”, le advirtió bromista Daniel Salazar a su compañero de bancada Isaías Villa.

 
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