Usted está aquí: domingo 16 de marzo de 2008 Opinión ¿La Fiesta En Paz?

¿La Fiesta En Paz?

Leonardo Páez
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■ Se solicitan figuras

Ampliar la imagen Rodolfo Rodríguez, El Pana, en la Monumental plaza de toros de Apizaco, en Tlaxcala, en imagen de archivo Rodolfo Rodríguez, El Pana, en la Monumental plaza de toros de Apizaco, en Tlaxcala, en imagen de archivo Foto: Notimex

Contra su costumbre de no dar entrevistas, mucho menos sobre el subtema taurino, don Alberto Bailleres González, empresario mexicano multimillonario en dólares y propietario de las plazas de toros de Aguascalientes –dos–, Guadalajara, León, Monterrey, Acapulco, Ciudad Juárez e Irapuato, así como de las ganaderías de Begoña y San Miguel de Mimiahuápam, accedió a externar algunos puntos de vista a Edgardo Levy, del portal de Internet Opiniónytoros.

De entrada, don Alberto advirtió: “Mientras viva, no se vende ninguna de mis plazas de toros”, cuando en realidad el año pasado fue demolida la otrora exitosa plaza El Toreo, de Tijuana.

Y agregó uno de los infaltables en la lista de Forbes, donde cada año aparecen los más ricos del mundo: “En México a la fiesta brava le hace falta lo de siempre: las grandes figuras. Esto siempre es cíclico, lo hemos vivido quienes ya tenemos muchos años en esto. Cuando surgen las figuras aquí en México, en España, la gente viene a las plazas”.

Las preguntas obligadas fueron: ¿cómo surgen las grandes figuras?, ¿qué factores propician su aparición?, ¿encarecen el espectáculo?, ¿convienen éstas a los empresarios o disminuyen sus utilidades?, ¿a quién beneficia impedir que surjan figuras?

Quizá don Alberto no lo sabe o sus colaboradores se han encargado de ocultárselo, pero siendo además propietario de las ocho y antes nueve plazas más importantes de los estados en tres décadas debió haber propiciado, con imaginación, sentido de competencia y el mismo rigor de resultados que aplica en el resto de sus exitosas empresas, el surgimiento de varias figuras mexicanas. Si Industrias Peñoles, Grupo Nacional Provincial o El Palacio de Hierro, entre otras, operaran con los lamentables criterios de su división taurina, en seis meses quedaban fuera del mercado.

Sin voluntad para coordinarse con el resto de las empresas taurinas del país, incluida la Plaza México, los gerentes taurinos de Bailleres alegremente navegan al garete, desentendiéndose no sólo de las utilidades, sino de la tradición taurina de México.

Un ejemplo: en la próxima feria de Aguascalientes, por antojadizas razones, quedaron fuera Humberto Flores y Uriel Moreno, El Zapata, triunfadores en la pasada temporada de la Plaza México. Con estos criterios, el ciclo sin figuras mexicanas va para largo, por lo que mejor será que don Alberto mande poner afuera de sus plazas el letrero: “Se solicitan figuras, de preferencia extranjeras”.

 
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