■ Festeja el “nuevo golpe” contra el crimen organizado
Presume Mouriño el arresto de operador del cártel de Sinaloa
■ Gustavo Rivera Martínez fue detenido en Baja California Sur
En forma sorpresiva, Juan Camilo Mouriño, secretario de Gobernación, encabezó ayer el anuncio de la captura de un presunto narcotraficante, tarea que usualmente está a cargo de los titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional y/o de la Procuraduría General de la República (PGR).
Acompañado por el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, y por el subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la PGR, José Luis Santiago Vasconcelos, Mouriño emitió el anuncio sobre la detención, en Baja California Sur, de Gustavo Rivera Martínez, a quien identificó como “uno de los principales operadores” del cártel de los hermanos Arellano Félix e integrante de la lista de criminales más buscados por las agencias antidrogas de Estados Unidos.
El mensaje de Mouriño ocurre en medio del escándalo en que está inmerso por haber firmado contratos con Petróleos Mexicanos, en su calidad de apoderado legal de una de las empresas propiedad de su familia, cuando se desempeñaba como presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados y alto funcionario de la Secretaría de Energía durante el tiempo en que el titular era Felipe Calderón.
Por segundo día consecutivo, Mouriño convocó a los medios de comunicación a conferencia de prensa. El martes pasado informó sobre la entrega de los mencionados contratos a la PGR, a la Secretaría de la Función Pública y a los órganos de gobierno del Congreso de la Unión para el análisis e investigación del caso, después de que los partidos que integran el Frente Amplio Progresista y el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador lo acusaron de haber incurrido en tráfico de influencias.
En esa ocasión aceptó responder sólo dos preguntas de los reporteros, con el argumento –de acuerdo con su equipo– de que debía trasladarse de inmediato a la residencia oficial de Los Pinos.
En el discurso de ayer manifestó que el gobierno está “cerrando espacios de acción a quienes amenazan la seguridad de las familias mexicanas”, y detalló “el nuevo golpe” contra el crimen organizado, “producto del intercambio de información (de inteligencia) con agencias antidrogas de Estados Unidos”, pero optó por no responder a preguntas de la prensa.
La detención de El Gus
Elementos de la Policía Federal Preventiva detuvieron el martes pasado, en Baja California Sur, a Rivera Martínez, alias El Gus o El P1 o Carlos Herrera Ávalos.
El presunto narcotraficante podría ser expulsado del país en los próximos días porque es de nacionalidad estadunidense y se encontraba de manera irregular en México.
Cuando salía en forma apresurada de Bucareli, a pregunta expresa sobre el paradero de otro prófugo de la justicia: Joaquín El Chapo Guzmán Loera, líder del cártel de Sinaloa (por cuya captura los gobiernos de México y de Estados Unidos ofrecen recompensa), García Luna dijo: “estamos trabajando en su búsqueda”.
En el operativo fueron “aseguradas” tres personas más: Marcos Asemat Hernández, Antonio Moreno Herrera y Pavel Kulisek), a quienes las autoridades identifican como apoyo en logística y protección de El Gus, y fueron puestos a disposición del Ministerio Público Federal, que determinará en las próximas 96 horas la situación jurídica de los detenidos.
Tras la captura de Francisco Javier Arellano Félix, El Tigrillo, y Arturo Villarreal Heredia, El Nalgón, en agosto de 2006, Gustavo Rivera Martínez asumió el control total de las células de la organización de los Arellano Félix en Baja California y California.
El también llamado P-1, El Ingeniero o El Gus era considerado enlace en la logística y operación financiera del cártel de los hermanos Arellano Félix.
Hasta donde se sabe, Rivera Martínez ubicó en la delegación Playas de Tijuana su centro de operaciones para controlar el trasiego de droga, el lavado de dinero y la operación de las células delictivas, entre las que destacan las de Teodoro García Simental, El Teo, y Jorge Briseño, El Cholo.
Información de autoridades federales refiere que El Gus mantuvo bajo perfil durante mucho tiempo y, siempre al lado de Enedina Arellano (hermana de Benjamín y Ramón Arellano Félix), se convirtió en el hombre de las finanzas y las “relaciones públicas” con integrantes de diversas corporaciones policiacas federales y locales en Baja California.
Rivera Martínez nació en California, Estados Unidos y, aunque no se descarta su extradición a ese país, la PGR analiza si solicita una orden de aprehensión en su contra por delincuencia organizada y delitos contra la salud.
La PGR tiene 96 horas de plazo para definir la situación jurídica del detenido: ponerlo a disposición de un juez federal, extraditarlo a Estados Unidos si se considera que estaba ilegalmente en México o solicitar una orden de arraigo.