Usted está aquí: martes 11 de marzo de 2008 Deportes Atenúa Romano acusaciones de Cañedo

■ Molestos, los jugadores extranjeros no atendieron a la prensa

Atenúa Romano acusaciones de Cañedo

Marlene Santos Alejo

Ampliar la imagen Rubén Omar Romano reveló que se contratará a un grupo motivacional, no de sicólogos, para levantar el ánimo al plantel Rubén Omar Romano reveló que se contratará a un grupo motivacional, no de sicólogos, para levantar el ánimo al plantel Foto: Reuters

Para Rubén Omar Romano el América, ahora sí, ya tocó fondo, “más abajo no se puede estar”, inclusive, la primera A está lejos, aclaró con humor negro el timonel, al recordar que, de entre las deplorables condiciones en que recibió al equipo, hay algo bueno: somos terceros en la tabla de cocientes.

Para colmo, el mediocampista Germán Villa se sumó a la lista de lesionados y estará 15 días ausente. Romano puntualizó: “Hay que sacar el pecho y dar la cara. Hoy es el momento de demostrar de qué están hechos los hombres, más que los jugadores”.

El estratega argentino se asumió como el primer sicólogo ante la titánica labor de levantar el ánimo; sin embargo, anunció que la directiva ya negocia la contratación de un grupo motivacional que él recomendó. “No son sicólogos”, dijo, sin abundar más.

Sobre las acusaciones del presidente del club hacia los forá-neos, por no rendir lo que se esperaba, Romano indicó que ayer charló con ellos, “pues aquí todos estamos en el mismo barco”, y disculpó al directivo Guillermo Cañedo.

“(Declaró) en un momento de calentura, de rabia. Después de los partidos es muy difícil hablar. Es importante, primero, analizar bien, y al otro día opinar y dar una explicación más clara. Ellos saben que en un momento así se pueden ir las palabras, están conscientes de que han dejado de hacer algunas cosas. Hay buena autocrítica”, indicó.

No obstante, la molestia de los argentinos Sebastián Domínguez y Federico Higuaín; los uruguayos Richard Núñez y Rodrigo López, así como el paraguayo Salvador Cabañas, quedó de relieve cuando rechazaron micrófonos, cámaras y grabadoras rumbo al estacionamiento de Coapa, hacia sus lujosos autos. Sólo se detuvieron Diego Cervantes y Armando Navarrete.

Vergüenza deportiva

El zaguero aceptó haber llorado tras la derrota ante el San Luis, por la impotencia e ira que sintió; además, se declaró apenado y triste con la afición. Navarrete, otro que no contuvo las lágrimas, cuando le dijeron que mientras él lloraba otros reían, aclaró:

“Yo no vi reirse a nadie. Al llegar al vestidor le hubiese reclamado, pero todos estábamos cabizbajos, dolidos. Me hubiera enojado con ese compañero, le diría que no está bien, que debe haber vergüenza deportiva... A mí me duele mucho, juego en pocas ocasiones, ¡y con estos resultados!”, señaló el guardameta suplente.

El técnico anunció que rotará a los jugadores y no todos actuarán el jueves ante la Universidad de San Martín, en la Copa Libertadores, pues quiere reservar a los mejores para el duelo del domingo contra Cruz Azul.

 
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