Usted está aquí: jueves 6 de marzo de 2008 Política Calderón y Torrijos esperan que la Cumbre de Río contribuya a la paz

■ Beneplácito por “avances” de la OEA para impulsar la distensión

Calderón y Torrijos esperan que la Cumbre de Río contribuya a la paz

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Panamá, 5 de marzo. A unas horas de que la Cumbre de Río se convierta en un foro de reunión de las partes del conflicto entre Colombia, Ecuador y Venezuela, los presidentes de México y Panamá respaldaron y aplaudieron los “avances” logrados por la Organización de Estados Americanos (OEA) al reconocer la violación del territorio ecuatoriano.

Por segundo día consecutivo, este diferendo fue uno de los ejes de la gira del presidente Felipe Calderón por Centroamérica y el Caribe. Así, la declaración conjunta que emitió con su homólogo panameño, Martín Torrijos, plasmó la confianza de que la cumbre del Grupo de Río, a celebrarse en República Dominicana el próximo viernes, contribuya a la paz y a la concordia en la región.

Cinco días después de la incursión de Colombia en territorio ecuatoriano con el consecuente asesinato de Raúl Reyes, segundo jefe de las FARC, la Cumbre de Río se perfila como la primera reunión donde podrán verse las caras los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe; de Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez, quienes están convocados junto con otros 17 jefes de Estado y de gobierno.

En preparación al papel que Calderón tendrá en este foro, donde recibirá la estafeta como secretario pro témpore, expresó, como lo hizo un día antes con el presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, su plena disposición de apoyar cualquier esfuerzo que abone a la concordia regional y reafirmó su disposición al multilateralismo.

Previamente, recalcó frente a empresarios que América Latina se encuentra ante una disyuntiva: dejar atrás la página de la historia sin crecimiento económico, con exacerbación de la pobreza, con violencia y con autoritarismo, que tanto marcó a la región en el siglo pasado, o construir un área próspera, distinta, moderna y claramente arrojada al futuro.

Alejado de la polémica por los contratos presuntamente firmados por su secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, el mandatario mexicano no hizo referencia al tema, aunque miembros de su equipo externaban en corto su preocupación sobre el curso que han tomado las investigaciones en el Congreso, pero insistían en que, por el momento, el Presidente no se involucrará públicamente.

Alegre porque finalmente “se me hizo” estar en Panamá después de dos intentos frustrados, el michoacano inició su agenda aquí acudiendo a la inauguración de la Exposición Comercial Internacional en el Centro de Convenciones de Atlapa, donde se declaró listo para avanzar en la posibilidad de concretar un tratado de libre comercio con este país.

En el foro se ganó los aplausos cuando instruyó a su secretario de Economía, Eduardo Sojo, a “que se ponga a trabajar” con el equipo del presidente Torrijos para avanzar en la posibilidad de un tratado de libre comercio entre ambas naciones.

Si bien en la conferencia ofrecida el presidente mexicano se dedicó a enaltecer los avances de su gobierno –en particular afirmó que se han creado 106 mil nuevos empleos formales en los dos primeros meses del año–, también declaró estar “impresionado” y decidido a aplicar algunas lecciones panameñas.

Y es que Torrijos, socialdemócrata e hijo del histórico caudillo Omar Torrijos, expuso antes que en tres años Panamá ha crecido un promedio de 9 por ciento, y en 2007, 11.2 por ciento, la cifra más alta de la región, redujo de 11.8 por ciento a 6.4 el desempleo, y saneó sus finanzas públicas, que pasaron de 5.5 por ciento de déficit en 2004 a un superávit de 3.4 este año.

El presidente mexicano señaló que lo ocurrido en Panamá es la demostración de que la historia de los pueblos se escribe precisamente en la adversidad y planteó que los latinoamericanos tienen la opción de revivir su pasado “recrearnos en él, vivirlo, sufrirlo, disfrutarlo nuevamente”, o mirar claramente al futuro, aun cuando se tomen decisiones que implican costos políticos y económicos.

Cuestión de fe o de razón

Luego, en un encuentro vespertino con empresarios, abogó por el libre comercio “no como cuestión de fe, sino con argumentos y con razones, porque el intercambio comercial entre países genera, verdaderamente, oportunidades de crecimiento”.

Y si bien Calderón insistió en que ha crecido el intercambio comercial con Panamá, Valentín Diez Morodo, presidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología, se encargó de aclarar que este nivel es “muy reducido”, de apenas 700 millones de dólares en el caso de las ventas de México a Panamá, y de más de 100 millones de dólares, las exportaciones de Panamá a México.

Calderón hizo un comercial gratis para la cerveza Corona, porque “aprovechando la presencia de Valentín Diez aquí –“no voy a hablar del Toluca ni de futbol”–, recordó la labor de ese empresario en dar a conocer a México colocando dicha “cerveza en el mundo”.

Como parte de su agenda también visitó las esclusas de Miraflores, donde conoció en detalle las obras de ampliación del Canal de Panamá, proyecto en que la empresa mexicana ICA está interesada en participar.

Al término del recorrido, anunció junto con Torrijos que a mediados de abril examinarán la creación de un grupo de alto nivel de seguridad y justicia para el combate al tráfico de drogas, de personas y de armas.

 
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