■ Llama a reflexionar sobre las repercusiones de la violencia, que afectan al tejido social
Rivera: el aislamiento y el individualismo, “enfermedades terribles” para la familia
Luego de ratificar el compromiso de la Iglesia católica por defender y promover la unidad familiar, el cardenal Norberto Rivera Carrera pidió reflexionar sobre las repercusiones de la violencia, que también afectan al tejido social.
“Paradójicamente descubrimos que en una sociedad de tanta comunicación, el aislamiento y el individualismo pueden ser enfermedades terribles en la vida familiar”, indicó el arzobispo primado de México en su acostumbrada misa dominical en la Catedral Metropolitana.
En la celebración religiosa por el llamado día de la familia, el prelado lamentó que en una sociedad como la actual, donde predomina la tecnología, parece ser que el hombre está más conectado a los aparatos tecnológicos que con su prójimo. “En vez de tener el corazón abierto a la comunicación con los demás, lo tenemos bloqueado, como saturado, por tantas cosas que nos alejan de las personas que deberíamos amar”.
Ante feligreses, representantes del Consejo de la Comunicación y del Pontificio Instituto Juan Pablo II, el cardenal Rivera Carrera insistió en el compromiso permanente de la Iglesia católica por defender y promover la institución familiar y con ello el vínculo matrimonial entre el hombre y la mujer. Destacó también el papel que tiene la comunicación en el buen desarrollo de la familia.
Evocó la figura y enseñanzas del papa Juan Pablo II, a quien identificó como “un gran defensor” de la familia y de la vida, e inclusive recordó algunas de sus palabras, en las que señalaba que el bien de la persona y de la sociedad misma está íntimamente vinculado a la buena salud de la familia.
Por ello, insistió el prelado, la enorme importancia y trascendencia para la sociedad entera de que se proteja la institución familiar, formada por padres e hijos. Éste es el núcleo indispensable para la formación de los ciudadanos del país y de los cristianos en nuestra Iglesia en México, afirmó.
Así, en el cuarto domingo de cuaresma, el jerarca católico exhortó a los fieles a un proceso de conversión interior, en el que reflexionen y trabajen en bien del hombre y de la familia, acciones que indudablemente repercutirán en el bien de la sociedad. “Cuando caminamos por los caminos del pecado no somos nosotros los perjudicados, sino también dañamos a los que están a nuestro alrededor, y de modo especial a nuestra familia”, puntualizó.
En la misma celebración también fue presentado el icono que acompañará al cuarto Encuentro Mundial de las Familias, acto que el papa Benedicto XVI ha encargado realizar a la Arquidiócesis de México en enero de 2009.
Cipriano Sánchez, presidente de la Comisión de la Familia del arzobispado, junto con otros organizadores del encuentro, mostró la pintura de la Sagrada Familia que mide un metro por 120 centímetros, la cual durante los próximos meses permanecerá en la capilla de San Felipe de Jesús, de la Catedral, para que los feligreses puedan observarla.
Según explicaron los organizadores, de la imagen, la cual se utiliza desde el encuentro familiar de Brasil, en 1997, se elaborarán 34 reproducciones, de las cuales 26 se distribuirán en igual número de provincias eclesiásticas para que recorran el país, mientras las ocho restantes lo harán en las vicarias episcopales de la Arquidiócesis de México, sede el encuentro mundial, como uno de los mecanismos para preparar a los feligreses para dicho encuentro.