La Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería
■ Destaca Fernando Macotela, director de la celebración, la alta presencia de jóvenes
Bajan los asistentes a la feria aunque aumentan 40% ventas de los expositores
■ La edición 30 tendrá como invitado a San Luis Potosí y se buscará participación de sellos cubanos
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En la 29 edición de la Feria del Libro del Palacio de Minería destacó la presencia de los jóvenes lectores, algunos acompañados de sus padres
Foto: Yazmín Ortega Cortés
La versión número 29 de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), el encuentro libresco más antiguo del país, llegó a su fin este domingo con un fenómeno inusitado: vinieron menos personas que el año anterior, pero las ventas de las editoriales se incrementaron.
Así lo informó el director general del encuentro, Fernando Macotela, en charla con los medios de comunicación, en la que hizo un balance general de los resultados de la feria.
En el último día de la FILPM, como era de esperarse, fue notoria una mayor cantidad de visitantes, sobre todo jóvenes de secundaria y bachillerato, algunos acompañados por sus padres o maestros.
Los pasillos y locales de todas las editoriales lucieron llenos, y las actividades complementarias, como lecturas de poesía, presentaciones de libros, talleres y conciertos, también despertaron el interés del público.
Según cálculos de los organizadores, en esta ocasión hubo alrededor de 110 mil asistentes, poco menos que el año pasado, cuando llegaron al Palacio de Minería unos 119 mil.
De buen humor, Macotela puso de relieve el hecho “insólito” de que, a pesar de la disminución en ese aspecto, las editoriales registraron un aumento de ventas de alrededor de 40 por ciento, de acuerdo con cálculos preliminares que los sellos participantes, como es la costumbre, no confirmaron.
La explicación de lo anterior puede estar en que “nunca había habido tanta promoción para la Feria de Minería”, pero a final de cuentas, dijo el funcionario, el objetivo principal del encuentro no es simplemente vender libros, “aunque sí nos da gusto que así sea”.
En cuanto a la oferta literaria de este año, Macotela se dijo “muy feliz con el éxito que ha tenido la poesía. Es sorprendente ver que algunos poetas jóvenes, casi todos desconocidos, tuvieron llenos totales” y han vendido bien sus libros, “lo cual no es muy frecuente”.
Además de la acertada organización de las declamaciones de poesía, la “actitud especial” del público mexicano hacia este género facilitó que muchas personas mostraran buena disposición ante la obra de diversos autores, añadió.
También las lecturas sobre la historia de México y las cuatro conferencias sobre el genoma humano, el tema científico de este año, tuvieron buena acogida entre el público, sobre todo porque no eran charlas para especialistas, sino para cualquier persona interesada.
Aunque en general se manifestó satisfecho con los resultados de la FILPM, Macotela señaló que la intención es evitar que los salones de Minería se vuelvan una “gran escuela seria”, donde llegan miles de alumnos pero sin ninguna orientación de sus maestros. Venir así, dijo, es desperdiciar la oportunidad de formar buenos lectores.
En cuanto a los títulos más vendidos, Harry Potter y las reliquias de la muerte se llevó el primer lugar, aunque también hubo gran demanda de varios clásicos latinoamericanos, como Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez; El laberinto de la soledad, de Octavio Paz, y Las batallas en el desierto, de José Emilio Pacheco.
Poner juntos los libros “taquilleros” y los de más calidad, señaló Macotela, a final de cuentas ayuda a que estos últimos se conozcan entre el público, y de esa forma la gente tenga opciones de lectura más allá del esoterismo y la autoayuda.
En la versión 30 de la FILPM, en 2009, se rendirá homenaje al científico inglés Charles Darwin por el aniversario 200 de su natalicio. El estado invitado será San Luis Potosí, y se buscará que los sellos cubanos, entre ellos Casa de las Américas, tengan una participación importante.