■ Mi campaña por la UNESCO comienza en México: Farouk Hosny, ministro egipcio de Cultura

“La globalización debe respetar las diferencias entre los países”

■ Lo que más me interesa es trabajar en favor de la reconciliación entre las sociedades, señala

■ Las diferencias son esenciales, hay que convivir sin que una visión se imponga, asegura

Mónica Mateos-Vega

El ministro de Cultura de Egipto, Farouk Hosny (Alejandría 1938), está convencido de que la política es arte y viceversa.

Desde esa línea de acción se ha dedicado durante poco más de dos décadas a tomar enérgicas decisiones relativas a la protección y la difusión del patrimonio egipcio, aun cuando muchas de sus opiniones, tachadas de liberales, han sido duramente criticadas en el mundo musulmán.

En entrevista con La Jornada, el funcionario asegura que su campaña en pos de la secretaría general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) arranca, de manera oficial, en México: “lo que más me interesa no es obtener un cargo, sino trabajar en favor de la reconciliación entre las culturas, ése es mi lema”.

Hosny dice ser, ante todo, un artista. Es pintor y añade que llegó a ser uno de los políticos más influyentes de los países árabes “por casualidad”.

España, Francia e Italia han manifestado públicamente su apoyo para que en 2009 tome las riendas de la UNESCO, donde continuaría su labor tratando “de reconciliar no sólo naciones, sino políticas y religiones”.

Explica que a nuestro alrededor existen “dos clases de religiones: las celestiales y las terrenales, por eso hace falta discernir una de otra. Hace falta una reconciliación entre la naturaleza y el ser humano, entre el pobre y el rico, entre la sequía y la abundancia.

“Las diferencias son esenciales para existir. Cada país tiene características propias que hay que conservar, es cierto. El llamado que ahora se hace a la globalización debe tener en cuenta esto, para que se respeten las diferencias de cada nación.

“Hay que pensar en globalización desde un punto de vista distinto, sin que signifique homogeneizar, sino estar todos juntos, tolerando y conviviendo con nuestras diferencias, no con el afán de destruirlas para imponer una forma de ser sobre la otra.”

–¿Cuáles serán sus acciones principales en caso de llegar a la secretaría general de la UNESCO?

–Impulsar aún más los proyectos e iniciativas que en ese organismo han surgido a través de los años, pero pensando en todos. Quienes conocen cómo he trabajado en años recientes en favor de mi país saben que tengo imaginación, una política particular y una filosofía propia que guía mis estrategias de acción.

“El aspecto artístico me ha ayudado mucho a estar en la política, porque el éxito de ésta depende de la visión y de la creatividad. Si llego a la UNESCO espero lograr que todos los países se pongan de acuerdo, eso es lo que más me preocupa.

“Pero al llegar a ese organismo, primero veré si lo que existe ya está completo o no, para analizar cuáles serán las ideas nuevas que se añadirán. Así es como se construye la imaginación que se requiere para dirigir esa instancia.”

Ideología polémica

Hace poco más de un año, el ministro de Cultura egipcio fue duramente criticado en su país cuando declaró que el uso del velo islámico entre las mujeres suponía un retroceso. Al respecto, Hosny aclaró que no estaba en contra del velo como tal, porque cada quien es libre de elegir qué usar, pero sí en contra de su imposición como símbolo de un fenómeno cultural y religioso, detrás del cual hay ideas fundamentalistas.

“Sigo defendiendo a capa y espada mi punto de vista, y espero que quienes entonces me criticaron ya lo hayan superado. El ser humano debe aprender a vivir con tolerancia, porque ésa es su naturaleza.

“Cuando la tolerancia proviene de la sinceridad siempre hay resultados positivos. Los mensajes que provienen de los sentimientos, de las emociones, siempre son más certeros, más veloces”, asegura.

–A veces parece que política y sinceridad no van juntas.

–Es cierto. Mi forma de ser, de hacer política, fue una técnica nueva en Egipto hace 20 años. Hubo mucha gente contra mí al principio, pues la política y las acciones sociales iban por caminos diferentes, pero he demostrado adónde se puede llegar con imaginación, porque mi misión es unir, no separar. La cultura es unión porque es patrimonio de todo el mundo.

–No muchos líderes en el mundo son creativos.

–Por eso le doy gracias a Dios de tener este don, no pertenecer a ningún partido político y tener mis opiniones, que no son las de ningún grupo. Siempre digo abiertamente a los medios de comunicación que primero soy artista y luego político.

“Hay que abrir la puerta a la creatividad. Por ejemplo, no competir con el pasado, sino con el futuro, pensar que la cultura, si bien sirve para el comercio, no es un bien comercial. Hay que respetarla siendo aliados de nuestra herencia, pero con una visión hacia adelante.

“En Egipto hemos rechazado todos los tipos de construcciones de desarrolladores turísticos alrededor de nuestros monumentos arqueológicos, pero no por ello nos negamos a la inversión.

“Me interesa, principalmente, proteger el patrimonio humano y me entusiasma que ya existan muchos países que se suman a estos esfuerzos de protección de la cultura, de la herencia de sus pueblos.

“Por eso elegí México para iniciar de manera formal mi campaña en pos de la UNESCO, porque la exposición Isis y la serpiente emplumada es un reflejo de hermandad entre dos naciones; esa es la base de mi labor política.

“Las civilizaciones auténticas se sienten y están comunicadas. Para mí es clarísimo que México es una patria amada por su pueblo. Si ustedes lo sienten deben hacerlo sentir a los demás.”