Usted está aquí: viernes 29 de febrero de 2008 Opinión Tumbando Caña

Tumbando Caña

Ernesto Márquez
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Robin Guthrie se redescubre con Lumiere

A Robin Guthrie no le gusta mucho que lo identifiquen con sus viejos proyectos, ya que “son aguas de otros molinos”. Lo que más entusiasma e ilusiona a este joven guitarrista escocés, fundador de los Cocteau Twins, This Mortal Coil y Violet Indiana, es llamar la atención respecto a lo que viene haciendo de un tiempo a la fecha: música instrumental y bandas sonoras para cine. De eso se tratan sus recientes trabajos discográficos Imperial, Continental y el espectáculo músico-visual Lumiere, este último a presentarse hoy viernes en el Museo de la Ciudad de México en punto de las 20 horas, en el contexto del Festival Internacional de Cine Contemporáneo (Ficco).

Lumiere, el trabajo que nos atañe en esta ocasión, es un compendio de imágenes creadas y animadas musicalmente en el instante por Robin Guthrie; proyecto en el que el guitarrista y compositor invirtió tres años armando, depurando y enriqueciendo hasta lograr lo que el define como “un resumen de mi vida artística”.

A Robin lo localizamos a través de la la agencia artística Consecuencias, la cual concertó la entrevista en un cafetín de la colonia Nápoles. Desprovisto de todo glamur de rock star y dando muestras de una simpatía a toda prueba, Guthrie atendió la charla develando aspectos de su trabajo:

“Si, en realidad se trata de un homenaje a los hermanos Lumiere, pero más que todo es un intento por fijar la música en el público por medio de una serie de imágenes creadas para tal efecto. Pensé que podría ser un ejercicio muy interesante, hacer algo visual usando las mismas técnicas que utilizo para hacer música. Así fue como empecé a trabajar el proyecto. Haciendo pequeñas piezas de animación de cinco minutos. Luego, las junté y todo se acopló muy bien. Aquello se hizo cada vez más largo. En este momento Lumiere dura 55 minutos.

“Cuando empecé en el trabajo de animación, muchas de estas imágenes correspondían a situaciones personales que en su momento tenían coherencia, pero según pasaban los días y ocurrían cosas el efecto era otro, por lo que empecé a desprenderme de ellas incorporando otras. Esto propició la creación de sonoridades distintas. Desde entonces Lumiere es un espectáculo siempre cambiante.

“Cada vez que lo presento no sé lo que voy a tocar, ya que todo está en función de mi estado de ánimo y de lo que se me ocurra en el momento. Me gusta mucho improvisar, jugar con los efectos de la música y provocar al auditorio. Lo que sucede en el escenario es un reflejo de mi interior y de mis experiencias musicales a lo largo de 20 años de carrera. Esto, que ha sido un ir y venir en varios sentidos.”

Estilo, tendencias, inspiración

“Cómo músico me considero más cercano a un pintor impresionista que pinta lo que siente en el momento. En ese sentido hago mi música, sin tendencias ni afectaciones. No tengo una ruta trazada. Sigo mi instinto manteniendo el control de las cosas para poder interactuar con el público. La escena es muy poderosa y si no estás concentrado o en comunión con la gente tu trabajo se puede ir a la mierda. Es muy importante eso: manejar la situación y procurar ambientes anímicos de reciprocidad. Tu no sabes lo increíble que es eso cuando con tan sólo un acorde o deslizar un dedo sobre las cuerdas de la guitarra obtienes una reacción del público. ¡Es increíble lo que puedes hacer con la música!

“Si me preguntas por la inspiración yo te diría que viene de la literatura. A mí me gusta mucho leer. Leo de todo, sin clavarme en algún tipo de género en especial, y muchas de las ideas y tendencias en mi música vienen de ese ejercicio. Lo que quiero decir es que yo no ando buscando a la música, es ella la que viene a mi cabeza.”

Las viejas glorias, polvos de otros tiempos

“Me gusta recordar lo que he hecho, pero no me clavo. Todo aquello son polvos de otros tiempos. Yo no les tengo respeto a los artistas que tratan de reinventarse o buscan reciclarse de una u otra manera. Eso no va conmigo. Hice lo que tenía que hacer y siempre pienso que me va a ir mejor con lo que estoy haciendo en el presente. Y claro, ahora que me lo dices hay en esto una actitud propiciada absolutamente por la edad. Por ejemplo, has visto cómo tu trabajo no es el mismo de cuando eras 25 años más joven. Hay cambios, desarrollos y avances. Eso es irremediable… y viene con la edad, las experiencias. De las cosas que hice antes a las que estoy haciendo ahora encontramos distancias, las de ahora se han enriquecido por la experiencia.”

La cita es hoy viernes en el Museo de la Ciudad de México, ubicado en avenida Pino Suárez No. 30. Centro Histórico. La entrada es libre.

 
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