Usted está aquí: viernes 29 de febrero de 2008 Cultura Refuta fotógrafo el todo o nada para definir la belleza

El arte como esplendor único

Wolfgang Tillmans muestra obra en el museo Tamayo

Refuta fotógrafo el todo o nada para definir la belleza

Ángel Vargas

Ampliar la imagen

Ampliar la imagen Fotografías de Tillmans incluidas en la muestra que se presenta en el recinto de Chapultepec Fotografías de Tillmans incluidas en la muestra que se presenta en el recinto de Chapultepec

Considerado uno de los fotógrafos más influyentes del mundo contemporáneo, el alemán Wolfgang Tillmans manifiesta sus reservas en relación con el concepto de belleza.

“Descreo de ella –explica– porque es un término que se usa siempre en absoluto; las cosas o las acciones son bellas o no lo son, así de tajante. Eso es bastante conservador, también estrictamente político, porque a la hora de definir lo bonito, lo bello, se tiende a tomar sólo lo que es aceptable, deseable y lo que debe buscarse en la vida.”

Por ello prefiere mantener su trabajo al margen de esos parámetros, pues en caso contrario su obra “adquiriría una connotación discursiva, en tanto política, al tratar de decir qué es lo aceptable, con lo cual estoy en desacuerdo”.

A manera de ejemplo, Tillmans resalta cómo muchas personas, inclusive su madre, asumen y describen como algo de mal gusto y horrendo una fotografía suya de dos hombres besándose en la boca, cuando para él es una imagen de profundo contenido estético y emocional, “algo de absoluta belleza, desde mis ojos”.

Nacido en 1968, Tillmans vino a México para asistir a la inauguración de su exposición en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo (Paseo de la Reforma y Gandhi), la cual constituye la primera ocasión en que su obra se exhibe en un país de América Latina.

La muestra reúne diversas facetas del quehacer del artista alemán, quien se vale de géneros convencionales como el retrato, la naturaleza muerta y el paisaje para desafiar los códigos de representación que éstos implican, a partir de una lectura personal basada en la intensidad emocional y de variar los formatos, convirtiendo sus exposiciones en instalaciones de sitio específico.

Es “una especie de artista-curador-instalador”, según se define, y a partir de esa consideración es que él se encarga personalmente de montar las piezas en los sitios donde exhibe.

La falta de fronteras entre lo figurativo y lo abstracto, la obsesión por llevar a la fotografía al plano tridimensional, la fidelidad con el color y las texturas, la construcción de discursos narrativos en el que cada observador sea quien construya su propia historia, y la simplicidad en la imagen, son algunos de los aspectos más relevantes que pueden apreciarse en dicho recinto, donde la muestra, que lleva por título el nombre del fotógrafo, concluirá el 25 de mayo.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.