Usted está aquí: lunes 25 de febrero de 2008 Estados Arrastra Chimalhuacán rezago social de por lo menos 20 años

Se necesitaría invertir 4 mil millones de pesos para acabar con la marginación: alcalde

Arrastra Chimalhuacán rezago social de por lo menos 20 años

La población crece a una tasa de 7%; más de la mitad, en situación de “pobreza patrimonial”

Ni Calderón ni Peña Nieto han cumplido las promesas que hicieron en campaña al municipio

René Ramón (Corresponsal)

Ampliar la imagen Pavimentación, agua potable y drenaje son algunas de las carencias que el municipio de Chimalhuacán ha enfrentado durante décadas. Sólo tres de cada diez calles del municipio están pavimentadas. Las demás se convierten cada año en lodazales durante la temporada de lluvias Pavimentación, agua potable y drenaje son algunas de las carencias que el municipio de Chimalhuacán ha enfrentado durante décadas. Sólo tres de cada diez calles del municipio están pavimentadas. Las demás se convierten cada año en lodazales durante la temporada de lluvias Foto: Alfredo Domínguez

Chimalhuacán, Méx., 24 de febrero. Más de medio millón de habitantes del municipio de Chimalhuacán, olvidado durante décadas, siguen esperando que se cumplan las promesas de los gobiernos federal y estatal para abatir el rezago social, que va en aumento.

Ubicado a sólo 30 kilómetros del Zócalo de la ciudad de México, Chimalhuacán es el municipio urbano más marginado del estado de México. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), 49 por ciento de su población proviene de otras entidades, y de esta cifra 55 por ciento emigró del Distrito Federal.

Guadalupe Coronilla Roldán llegó hace casi una década. Ya no paga renta, pero recibe agua potable sólo una vez a la semana durante una hora. Vive en el cerro de Las Palomas, la parte más alta del municipio, donde la red de drenaje es deficiente y no hay calles pavimentadas.

Cifras del gobierno municipal indican que 25 mil familias no tienen agua potable. Entre 35 y 40 mil más carecen de drenaje y otro tanto de electricidad. Cerca de 20 mil estudiantes de escuelas públicas toman clases en inmuebles improvisados como aulas, y sólo tres de cada 10 calles tiene pavimento.

El botín

Ninguna autoridad se ha preocupado por el rezago social de este municipio, históricamente visto como botín político.

Como candidatos a la Presidencia y a la gubernatura, respectivamente, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto también prometieron ayudar a esta localidad. Ninguno ha ido más allá de las palabras.

José Buendía Romero, tercer síndico procurador, perredista, recordó lo que Calderón prometió en campaña y refrendó durante el segundo debate entre candidatos a la Presidencia: que “nunca falte el agua en Chimalhuacán”.

Con el priísta Peña Nieto ocurrió algo semejante. El lema de su campaña política fue “te lo firmo y te lo cumplo”, pero ninguna de sus tres promesas a Chimalhuacán se ha hecho realidad: un hospital de especialidades, introducir el Sistema de Transporte Colectivo (Metro) y pavimentar 50 kilómetros de calles.

El alcalde priísta Marco Antonio Lázaro Cano dijo que ya se entregó el documento para la donación del terreno donde se construirá el hospital; el gobierno local inició los trabajos que le corresponden para la pavimentación, no así la Junta Local de Caminos, y en cuanto al Metro “ni siquiera existe anteproyecto”.

Olvido “que raya en cinismo”

Para Jaime Linares Zarco, doctor en urbanismo por la Universidad Nacional Autónoma de México, el municipio padece “un olvido que raya en cinismo, pues Chimalhuacán es la zona subdesarrollada del oriente del estado de México. Pasan generaciones, gobiernos estatales, municipales y federales, y nadie le echa un lazo a Chimalhuacán. Es de los municipios más pobres, más atrasados”.

Abel Pérez Zamorano, investigador de la división de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Autónoma Chapingo, sostuvo que Chimalhuacán es el municipio más marginado de la entidad. Autor de la investigación Análisis de los índices de marginación en el oriente del estado de México, explicó que una región o municipio marginado es aquel que no puede cambiar su situación por medios propios y necesita ayuda de los gobiernos federal y estatal.

Con una tasa de crecimiento demográfico superior a 7 por ciento, “todo lo que hay que hacer aquí es urgente y de magnitud incalculable. Son décadas de rezago”, acotó Abel Pérez.

“Mínimo, son 20 años de atraso”, estimó el presidente municipal, quien calculó que se requieren 4 mil millones de pesos para sacar a la comunidad de la marginación. Esta suma representa el total de recursos federales del Fondo Metropolitano que se invertirán en dos años en distintas ciudades del país.

Según el perredismo de Chimalhuacán, “aquí se padece el castigo de Calderón Hinojosa”. Cifras del Instituto Federal Electoral indican que Calderón obtuvo 18.9 por ciento de la votación en esta localidad, mientras que López Obrador alcanzó 51.5 por ciento, una diferencia de más de 37 mil votos.

Violencia

Para Chimalhuacán, 2007 fue un año violento. Fueron frecuentes los episodios de vecinos frustrados ante la impunidad que quemaron autobuses suburbanos, cuyos choferes fueron responsables de al menos 11 muertes.

Para el investigador universitario Linares Zarco, esta situación es resultado del abandono de los gobiernos municipal, estatal y federal.

Más de 50 por ciento de la población local vive con menos del equivalente a dos salarios mínimos. “Se va acumulando el resentimiento hacia una sociedad que no ve por la gente. Eso es peligroso”, advirtió el alcalde Marco Antonio Lázaro.

Aquí, 53 por ciento de los habitantes viven en pobreza patrimonial y hay 3 mil 30 personas por kilómetro cuadrado, cuando la media estatal es de 623.

Con recursos de los gobiernos federal y estatal, en 2007 se aplicaron alrededor de 200 millones de pesos en obras y servicios, principalmente en programas de la Secretaría de Desarrollo Social.

“¿De qué sirve que den unos cuantos pesos como apoyo, una beca o algo así, si no se tienen ingresos propios, si la gente está muy pobre? La pobreza no se cura con ese tipo de cosas. Sólo han sido paliativos y las soluciones deben ser estructurales”, argumentó el investigador de la Uach Abel Pérez.

En la década de los setentas el entonces presidente Luis Echeverría sacó del rezago a Nezahualcóyotl e introdujo servicios básicos. En los noventas, Carlos Salinas hizo lo propio en Valle de Chalco, localidad que tenía 13 años de haber sido fundada. Chimalhuacán, con más de 180 años de existencia, sigue en espera.

 
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