Usted está aquí: lunes 25 de febrero de 2008 Espectáculos Sin lugar para los débiles, la película triunfadora en la 80 entrega del Óscar

Obtuvo cuatro estatuillas la cinta de los hermanos Ethan y Joel Coen

Sin lugar para los débiles, la película triunfadora en la 80 entrega del Óscar

Javier Bardem y Marion Cotillard, mejores actores de reparto y protagónica

Agencias

Ampliar la imagen Javier Bardem se convirtió ayer en el primer actor español en recibir una estatuilla. Jennifer Hudson fue la encargada de entregarle el reconocimiento Javier Bardem se convirtió ayer en el primer actor español en recibir una estatuilla. Jennifer Hudson fue la encargada de entregarle el reconocimiento Foto: Ap

Hollywood, 24 de febrero. Sin lugar para los débiles, de los hermanos Ethan y Joel Coen, fue la película triunfadora en la 80 entrega de los premios Óscar, que se efectuó anoche en el teatro Kodak de Los Ángeles, California.

La cinta, sobre un asesino serial, obtuvo el domingo cuatro galardones: mejor actor secundario (Javier Bardem), mejor película, mejor director y mejor guión adaptado. Los Coen ganaron por ser también los productores. Con los hermanos entre atónitos y sobrios cerró la ceremonia hollywoodense, con ese premio al que aspiraban Atonement, Juno, Michael Clayton y Petróleo sangriento.

Se impusieron como mejores directores a Julian Schnabel (La escafandra y la mariposa), Jason Reitman (Juno), Tony Gilroy (Michael Clayton) y Paul Thomas Anderson (Petróleo sangriento).

En su último trabajo, los Coen vuelven al “Estados Unidos profundo” y el cine negro, con el que despuntaron en Fargo. Basada en la novela homónima de Cormac McCarthy, Sin lugar para los débiles habla de violencia, pero también de miedo, el absurdo, la codicia e incluso los principios, aunque sean los de un sicópata.

Los estadunidenses, que ya tenían un Óscar como guionistas, no habían sido distinguidos, sino hasta hoy, por su trabajo de realizadores.

El británico Daniel Day-Lewis ganó el domingo su segundo Óscar por su papel de un despiadado petrolero a comienzos del siglo XX en el drama Petróleo sangriento. El actor, de 50 años, ya había obtenido una estatuilla por la caracterización de un hombre con parálisis cerebral que aprende a escribir y pintar con un pie en la película Mi pie izquierdo, de 1989. Day-Lewis fue nominado en otras dos oportunidades por las películas En el nombre del padre y Pandillas de Nueva York. Como se dijo, éste es el segundo premio para el actor, de 50 años, nacido en Londres y nacionalizado irlandés, quien obtuvo su primer galardón en 1990.

Day-Lewis era el gran favorito para alzarse con este premio, por el cual competían George Clooney (Michael Clayton), Johnny Depp (Sweeney Todd, el barbero demoniaco de la calle Fleet), Tommy Lee Jones (En el valle de las sombras) y Viggo Mortensen (Promesas peligrosas). El actor agradeció a la academia de Hollywood la estatuilla y la dedicó a su padre y sus tres hijos.

El talento extranjero conquistó a Hollywood y su academia: el español Javier Bardem y la francesa Marion Cotillard se llevaron el Óscar al mejor actor de reparto y mejor actriz protagónica, desbancando a sus colegas angloparlantes. Bardem, quien fue premiado por su trabajo en Sin lugar para los débiles, se convirtió de esta forma en el primer actor español en ganar una estatuilla. Al recibir el premio de manos de Jennifer Hudson, agradeció a los directores por estar “lo suficientemente locos como para pensar que podía hacer el papel de asesino justiciero” y poner en su cabeza “un peinado tan horrible”. El español logró imponerse a Casey Affleck (El asesinato de Jesse James), Philip Seymour Hoffman (Charlie Wilson’s war), Hal Holbrook (Into the wild) y Tom Wilkinson (Michael Clayton).

Bardem dijo en castellano: “mamá, esto es para ti”, mientras ella, la actriz Pilar Bardem, lo observaba desde la platea. También dedicó el premio a su país y a “los cómicos de España que han traído el orgullo al oficio”.

Por su parte, la francesa Marion Cotillard se alzó con el Óscar a mejor actriz principal por su interpretación de Edith Piaf en La vida en rosa, de Olivier Dahan. Cotillard venció en la categoría a Cate Blanchett (Elizabeth: la edad de oro), Julie Christie (Away from her), Laura Linney (The savages) y Ellen Page (Juno).

La actriz, quien recibió el premio de manos de Forest Whitaker, elegido mejor actor en los Óscares del año pasado, se mostró visiblemente emocionada. “Me quedé sin habla”, confesó cuando subió a recibir el galardón. “Gracias a la vida, al amor. Es cierto que hay ángeles en esta ciudad”, afirmó con voz temblorosa.

Cotillard acababa de recibir el viernes el César a lo mejor del cine francés por su interpretación en La vida en rosa, papel por el cual también se convirtió en la primera actriz gala en obtener el premio Bafta del cine británico y un Globo de Oro a la mejor actriz en musical y comedia. El filme de Dahan también se llevó hoy el Óscar por mejor maquillaje.

La británica Tilda Swinton se hizo del premio a mejor actriz de reparto por su trabajo en Michael Clayton. Lo dedicó a su agente en Estados Unidos, a quien dijo que iba a regalárselo “por su gran parecido con la estatuilla”, y también a Tony Gilroy, director de la cinta. La británica, quien recibió el premio de manos de Alan Arkin, quien fue elegido mejor actor de reparto el año pasado, se impuso a Cate Blanchett (I’m not there), Ruby Dee (Gangster americano), Saoirse Ronan (Expiación) y Amy Ryan (Gone baby gone).

El ultimátum Bourne se alzó con tres estatuillas: mejor edición de sonido, mejor mezcla de sonido y mejor edición. Por su parte, la coproducción austriaco-alemana Los falsificadores, de Stefan Ruzowitzky, drama ambientado en un campo de concentración nazi, fue designada mejor película extranjera. El año pasado, otra producción alemana, Das leben der anderen, se alzó con ese premio. Los falsificadores fue estrenada en la Berlinale 2007. Relata la historia real de un grupo de 139 judíos deportados y reclutados por los nazis para montar una de las mayores operaciones de falsificación en la historia: inundar con billetes falsos las economías británica y estadunidense.

En otra categoría importante, la cinta Ratatouille fue distinguida como mejor película de animación.

La cinta Taxi to the dark side, sobre un taxista afgano que muere durante su detención en una base militar estadunidense, obtuvo el Óscar al mejor documental. En su filme, el estadunidense Alex Gibney investiga la muerte en 2002 del taxista afgano Dilawar en la base aérea Bagram, al norte de Kabul, después de que se reveló que el joven, de 22 años, había sido golpeado y encadenado, colgando del techo de su celda, durante días. Gibney, también productor del documental Enron: the smartest guys in the room –sobre el megafraude y quiebra del gigante petrolero estadunidense–, dijo en su discurso que su esposa le había pedido que filmara una comedia romántica. “Pero honestamente, después de Guantánamo y Abu Ghraib eso era simplemente imposible”, expresó el cineasta antes de dedicar el premio al propio Dilawar y a su padre muerto.

En otro rubro, el compositor italiano Darío Marianelli logró el Óscar a la mejor banda sonora por Expiación, desbancando al vasco Alberto Iglesias, quien estaba nominado en la misma categoría por The Kite Runner. Marianelli se impuso asimismo a James Newton Howard (Michael Clayton), Michael Giacchino (Ratatouille) y Marco Beltrami (3:10 to Yuma).

Corto de Tv UNAM, ganador

La coproducción de Tv UNAM Pedro y el lobo, dirigida por Suzie Templeton y transmitida por la televisora universitaria, ganó esta noche el Óscar 2008 en la categoría de mejor cortometraje de animación. Fue una producción con Breakthru Films, de Gran Bretaña; Se-ma-for, de Polonia; el británico Channel 4, y Archangel, de la República Checa.

La producción fue dirigida por la galardonada realizadora británica Suzie Templeton, también autora de Stanley (1999) y Dog (2001), ganadora de importantes premios internacionales como el Bafta.

Tras meses de dudas sobre si la fiesta se iba a llevar a cabo, el domingo finalmente se levantó el telón en el teatro Kodak. La ceremonia casi fue cancelada debido a una huelga de tres meses de guionistas de cine y televisión que se levantó hace unos 10 días. Tras la duda respecto de si habría fiesta de entrega, los fanáticos se arremolinaron el domingo junto a la alfombra roja para apoyar a George Clooney, Johnny Depp y otras estrellas, en el mayor acto del cine mundial.

Tras haber contratado como maestro de ceremonias al principal comediante político de Estados Unidos, Jon Stewart, los organizadores avivaron la gran noche de Hollywood con chistes que se repetirán seguramente en muchas oficinas el lunes.

El productor de los Óscares, Gil Cates, prometió una ceremonia de premiación repleta de estrellas, como Clooney, Cate Blanchett, la cantante de Broadway Kristin Chenoweth y el ídolo adolescente Miley Cyrus, y lo cumplió.

 
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