Usted está aquí: jueves 21 de febrero de 2008 Ciencias Reparan daño cerebrovascular mediante tejidos logrados con células madres embrionarias

Especialistas de la Universidad de Stanford obtuvieron los logros en ratas

Reparan daño cerebrovascular mediante tejidos logrados con células madres embrionarias

Científicos estadunidenses también aplican con éxito tratamiento contra la diabetes

Dpa y Reuters

Washington, 20 de febrero. Trasplantar células cerebrales producidas con células madres embrionarias ayudó a aliviar en ratas el daño causado por accidente cerebrovascular (ACV), reveló un equipo de científicos que espera probar la misma técnica en personas dentro de unos cinco años.

Los expertos han buscado desde hace mucho tiempo formas de reparar el daño cerebral causado por el ACV, que puede generar discapacidad permanente.

En el nuevo estudio, investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en California, informaron que el tratamiento que incluye células madres embrionarias sería una solución al problema.

Las células madres embrionarias son células maestras del cuerpo, que dan origen a todos los tejidos del organismo.

El equipo de Stanford informó que restableció el funcionamiento de las extremidades en ratas que presentaban daño cerebral relacionado con el ACV.

Los científicos indujeron a células madres embrionarias de seres humanos para que se transformaran en células madres neurales que, una vez trasplantadas en los roedores, se desarollaron como neuronas y otros dos tipos de células cerebrales.

“Tenemos evidencia de que podremos usar este tipo de terapia regenerativa con células madres en personas, inclusive en pacientes con ACV”, señaló en entrevista telefónica el doctor Gary Steinberg, quien ayudó a dirigir el estudio.

En un artículo publicado en la revista PLoS ONE, el equipo describió el estudio realizado.

Impresionante recuperación

Las células trasplantadas a 10 ratas, a las que se había inducido daño cerebral como el que causa el ACV, permitieron a los animales recuperar el funcionamiento perdido en las patas delanteras, debilitadas como resultado de la condición.

“No regresaron al estado normal, pero, al menos en las ratas, parecería que estarán cerca de lo normal, lo cual es muy impresionante”, dijo Steinberg.

“Ahora, recordemos que se trata de ratas, no de humanos. Aún tenemos que dar ese paso. Pero si podemos lograr ese tipo de recuperación en las personas, tendríamos una excelente terapia”, agregó el experto.

Cuando se produce un accidente cerebrovascular, el suministro de sangre al cerebro se ve interrumpido. Esto puede suceder por el bloqueo de un vaso sanguíneo por presencia de un coágulo o por el estallido de una arteria, lo que genera un derrame de sangre en el cerebro.

Si el flujo sanguíneo se corta por más de unos segundos, el cerebro se ve privado de sangre y oxígeno, las células cerebrales mueren y se produce daño permanente.

Investigaciones contra la diabetes

Por otro lado, científicos estadunidenses aplicaron con éxito un tratamiento con células madres embrionarias humanas a ratones diabéticos, según informan en la revista especializada Nature Biotechnology en su versión online.

Estos resultados son un paso importante en el camino hacia una terapia celular para diabéticos, subrayaron los autores del estudio, Emmanuel Baetge y colegas de la empresa de biotecnología Novocell en San Diego, California.

Los científicos mostraron con su estudio que las células madres embrionarias humanas pueden transformarse en células productoras de insulina, que, dependiendo del nivel de glucosa (azúcar) en la sangre, segregan la hormona necesaria.

A partir de las células madres embrionarias, Baetge y colegas cultivaron primero en laboratorio tejido pancreático, correspondiente al de un embrión de entre seis y nueve semanas.

Este tejido fue implantado en ratones a los que se les provocó artificialmente diabetes, al destruir las células betas con una sustancia química. Las células beta son en general responsables de la regulación del nivel de azúcar en la sangre.

Alrededor de un mes después del trasplante, los investigadores observaron la presencia de nuevas células productoras de insulina, que se desarrollaron a partir del tejido humano.

Tras meses después de la intervención, las nuevas células betas alcanzaron su segregación máxima de insulina.

La mayoría de los ratones producían suficiente insulina para enfrentar totalmente la diabetes inducida.

También los valores de péptido C, una medida de la producción propia de insulina del cuerpo, subieron a un nivel nunca antes alcanzado en un experimento, informaron los Baetge y colegas, quienes, cumpliendo las disposiciones de Nature, declararon que tienen intereses económicos relacionados con la investigación.

Los médicos sostienen que las células madres embrionarias humanas podrían servir de fuente para nuevas células betas para diabéticos.

Sin embargo, para lograr su aplicación en humanos se deberá recorrer aún un largo camino. Hasta ahora no existe para ninguna enfermedad en ningún lugar del mundo una terapia con células madres embrionarias humanas.

 
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