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| Inhalando y patinando, Villahermosa 2007 | 
San Pedro Yosotatu, Oaxaca
Siguen los asesinatos y las desapariciones
Francisco López Bárcenas
El 24 de  diciembre del 2007, como a las 21:45 horas, en la comunidad de San Pedro  Yosotatu, Tlaxiaco, Oaxaca, fue asesinado el campesino Plácido Abraham López  Castro de varios disparos de pistola y escopeta que le destrozaron la garganta  y le arrebataron la vida. Su muerte conmocionó a la región porque encarnaba la  lucha contra el despojo, pero no es la única. Antes que él otros de sus  compañeros perdieron la vida. Algunos más han desaparecido sin que después de  años se conozca su paradero. Unos más se encuentran privados de su libertad.  Los más corren el peligro de seguir su suerte. Varias familias han abandonado  la comunidad y entre quienes resisten se encuentran madres y viudas que lloran  a sus hijos o esposos asesinados o desaparecidos, niños que quedaron en el  desamparo o que incluso no conocieron a sus padres o ni siquiera llevan su  apellido porque no hubo tiempo de registrarlos.
  La historia de estas muertes es larga, pero se agudizó en los últimos  años. Se remonta a 1931 cuando a San Pedro Yosotatu se le titularon tierras  ejidales. Al entregárselas no se deslindaron correctamente y 18 hectáreas  quedaron con sus vecinos de Zimatlán de Lázaro Cárdenas, que forman parte del  ejido de San Sebastián Nopalera. Por muchos años esta irregularidad no fue  motivo de pleito porque acordaron que Zimatlán las ocupara siempre que  reconociera que eran de San Pedro Yosotatu. En 1993, después de las reformas  salinistas, la Procuraduría Agraria malaconsejó a San Pedro Yosotatu para que  reclamara sus tierras y en 1995, asesorado por esa institución, demandó a los  ocupantes para que se las entregaran. En 1997 ganó el juicio y con él un  pleito. El tribunal se negó a ejecutar su resolución y para evitar que lo  hiciera, al año siguiente Zimatlán y San Sebastián Nopalera invadieron más  tierras. En 2002 los de Yosotatu volvieron a demandar a los invasores en un  juicio que en 2005 se resolvió de la peor manera, con la intervención de la  Secretaría de la Reforma Agraria (sra)  y su programa de desactivación de focos  rojos.
  Antes que la sra, el  gobierno de Oaxaca inició una serie de pláticas entre los contendientes. Más  que resolver el conflicto buscaba controlarlo, mientras en la región crecía la  tensión. Eso obligó a San Pedro Yosotatu a buscar otras salidas políticas,  entre las que incluyó la denuncia pública de la indolencia gubernamental ante  el problema, la visita de la Federación Internacional de Derechos Humanos y la  del Relator de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas. En noviembre de 2002,  un pequeño grupo de ejidatarios intentó recuperar por la fuerza las tierras  invadidas y lo que lograron fue que los invasores ocuparan casi todas las  tierras. El 24 de noviembre de 2003, hubo un enfrentamiento entre ejidatarios  de San Sebastián Nopalera y de San Pedro Yosotatu, con saldo de un muerto del  primero y la desaparición de los hermanos Fabián López Díaz y Omar López Díaz  igual que Raymundo Jiménez Hernández, del segundo. Plácido Abraham López Castro  también fue capturado pero logró escapar arrojándose al vació, salvando su vida  gracias a que su cuerpo se atoró entre unas lianas y amortiguó el golpe.
  Ese hecho llevó a la sra  a intervenir con su programa de focos  rojos. El 18 de mayo de 2004 iniciaron pláticas que no avanzaron porque la  institución se limitó a sentar a las partes sin ninguna propuesta, más que la  promesa que aquéllos que cedieran serían indemnizados. Las partes tenían  verdaderas intenciones de llegar a un buen arreglo y abrieron otro proceso de  negociación, más ajustado a sus intereses y sus tiempos. Casi lo logran y lo  hubieran hecho si no fuera porque la sra  volvió a intervenir y convenció a unos ejidatarios de Yosotatu que no había más  salida que vender sus tierras a los invasores. Estos aceptaron y como la  mayoría se opusiera, con el apoyo de la sra  formaron una representación agraria espuria, con la cual firmaron un Acuerdo de  Cesión de las tierras.
La mayoría de ejidatarios de San Pedro Yosotatu impugnó el acuerdo y  logró que el tribunal agrario lo declarara nulo. Pero con una rapidez digna de  otras causas la sra enmendó sus  errores en otro convenio firmado el 31 de marzo y el 28 de junio del 2006 lo  presentó ante el tribunal unitario agrario, quien sospechosamente lo validó,  despojando a San Pedro Yosotatu de sus tierras. En el papel, porque hasta la  fecha el convenio no se ha ejecutado por la violencia en que vive la región  desde entonces. El convenio exacerbó los ánimos y desató la violencia.
En 2002 los de Yosotatu volvieron a demandar a los invasores en un juicio que en 2005 se resolvió de la peor manera, con la intervención de la Reforma Agraria y su programa de desactivación de focos rojos.
El 25 de  junio de 2006 fue asesinado Calixto López Ortiz, presidente del Comisariado  espurio. Sus cómplices dijeron que fue ése el motivo de su muerte pero en el  pueblo se supo que después de una borrachera agredió al anciano Juan Castro  Santiago y sus hijos lo defendieron. De hecho, el agresor se encuentra  actualmente en la cárcel sujeto a juicio. El 16 de octubre fue golpeado  salvajemente en Tlaxiaco Pánfilo Ramírez Santiago, presidente del Comisariado  de Bienes Comunales, por un grupo de personas del grupo que vendió el ejido. El  9 de noviembre fue asesinado Inocente Lucio Castro Bautista, otro opositor a la  venta de las tierras.
  El 26 de enero de 2007 fue asesinado en su propio domicilio Efrén  Castro Santiago, también opositor a la venta de las tierras, por un joven de  Santa María Ocotlán, quien tras escapar se mató dejando una nota donde  confesaba que lo había contratado gente del grupo que vendió las tierras. En  enero y marzo ese grupo presentó varias denuncias ante el Agente del Público de  Tlaxiaco fabricando una serie de delitos, a cerca 48 personas de San Pedro  Yosotatu que tienen orden de aprehensión en su contra, entre ellas cuatro  mujeres. El 25 de marzo la policía detuvo a Braulio Castro García y Clemente  Cruz López acusados falsamente de violación. Ese mismo día los acusadores  detuvieron en Putla a Jesús Clemente Cruz López y lo entregaron a la policía  judicial, que lo remitió a la cárcel de Tlaxiaco. Los tres detenidos eran  opositores al despojo de sus tierras y el año de la venta, el primero era  agente municipal, cargo desde el cual defendió los derechos de su comunidad.  Dos meses después salieron libres al demostrarse que el delito que se les  imputaba no existía.
  Eso no paró las agresiones. El 16 de abril fue asesinado Pedro Erasto  Espinoza López y el 6 de julio fueron detenidos Homero Castro López y  Constantino Castro López. La policía se introdujo por la fuerza a la casa de  Josefina López León y le disparó por la espalda a Reynaldo Castro López. Al  finalizar el año, fue asesinado Plácido Abraham López Castro, con lo cual  culminó un ciclo de agresiones contra un ejido que lo único que ha hecho es  defender sus tierras. En medio de toda esta violencia, sorprende que cada que  pueden afirmen estar dispuestos a encontrar una solución negociada al  conflicto. Ojalá y alguien los escuche, sobretodo los de San Sebastián Nopalera  y Zimatlán de Lázaro Cárdenas. Podría ser el inicio de un retorno a la  normalidad en la región.