Usted está aquí: miércoles 13 de febrero de 2008 Cultura Comienza la feria Arco de Madrid; escasa representación de galerías mexicanas

El galerista Hilario Galguera presenta un proyecto individual fuera de programa

Comienza la feria Arco de Madrid; escasa representación de galerías mexicanas

Merry MacMasters (Enviada)

Ampliar la imagen Montaje de algunas fotografías de Juana de Aizpuro, ayer, en el contexto de los últimos preparativos de la versión 27 de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco), cuyas actividades se inician este miércoles en Madrid, con Brasil como invitado de honor Montaje de algunas fotografías de Juana de Aizpuro, ayer, en el contexto de los últimos preparativos de la versión 27 de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco), cuyas actividades se inician este miércoles en Madrid, con Brasil como invitado de honor Foto: Ap

Madrid, 12 de febrero. Hace tres años, México fue el primer país latinoamericano en ser el invitado de honor de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco) que, desde principios de los años 80, se realiza cada año en Madrid, España.

En esa ocasión participaron 18 galerías de arte mexicanas de manera oficial, aunque algunas también tuvieron un módulo aparte. El calendario de actividades incluyó 19 sedes y 27 actividades en las que tomaron parte más de 250 artistas nacionales.

Para la versión 27 de Arco, que comienza este miércoles 13 para concluir el 18 del presente, con Brasil como país invitado, ninguna galería mexicana participará con un módulo.

Únicamente la galería Hilario Galguera estará presente con un “solo project” (proyecto individual), una instalación en dos partes de Sebastián Romo. Cabe mencionar que participará la Ramis Barquet, antes de Monterrey, pero desde 1996 establecida en Nueva York, y Mixografía, taller fundado en 1968 por Luis y Lea Remba en México, pero hoy día ubicado en Los Ángeles, California.

¿A que se debe la falta de galerías mexicanas en Arco? Patricia Ortiz Monasterio, responsable con Jaime Riestra de la galería OMR, contesta vía correo electrónico: “Después de 16 años de participación continua hemos decidido tomar un descanso. Esto no quiere decir que cancelemos para siempre. Es un descanso necesario para atender otros proyectos”.

La ocasión más reciente que la galería Kurimanzutto estuvo en Arco fue en 2005. Participaron con un local oficial, propio, y con la exposición de Gabriel Orozco en el Palacio de Cristal, del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, y la de Carlos Amorales en la Casa de las Américas. ¿Por qué no volvieron?

José Kuri, director de la galería con Mónica Manzutto, explica: “En 2005 hubo una explosión de ferias en el mundo y decidimos concentrarnos en las más fuertes: las dos Basel, de Basilea, Suiza, y la de Miami. No podemos hacer tantas ferias en el año. Preferimos concentrarnos más en nuestros propios artistas”.

–¿El comité organizador de Arco los ha vuelto a invitar?

–Sí, pero la verdad ya no nos damos abasto. La fecha de Arco es muy cercana a la feria de Miami, que es en diciembre, entonces, no podemos tener tanta obra disponible. Es una pena porque Arco funciona muy bien como introducción a Europa. También lo es que las galerías mexicanas no han seguido yendo y no consolidaron más sus relaciones.

Exclusión de 30 galerías

El año pasado la galería Hilario Galguera llegó a Arco con un local “espectacular”, dedicado a la obra de Damien Hirst. Su idea era establecer una relación de largo plazo. Con miras a la versión 27, Galguera hizo su solicitud, pero no fue aceptada. ¿Por qué?

“Se debió –afirma– a que a mí, como a otras tantas galerías, nos sacaron del programa. Lo mismo sucedió con un número considerable de galerías españolas y de otros lados. Es un nuevo sistema y por lo visto no les interesó, supongo, la forma como me presenté el año pasado.”

La negativa se le hizo “rara” a Galguera, porque “creo cumplir con los requisitos de una galería de calidad internacional. Por un lado, manejo a maestros establecidos. Si la razón era porque querían una galería con artistas jóvenes, pues resulta que los tengo. Si el problema era que debían ser mexicanos, los tengo, pero también tengo extranjeros, de Alemania, Suiza, Inglaterra, jóvenes con propuestas nuevas.

“En México llevo un programa en el cual, por ejemplo, organicé una exposición de Hirst en el Museo Nacional de San Carlos; en Europa organicé una muestra para uno de mis artistas en París, también en Viena. Aquí tengo una exposición de Daniel Lezama para el Museo de la Ciudad de México, otra de Sebastián Romo para el Museo de Arte Carrillo Gil.

“En Madrid, junto con la Galería Caja Negra, tengo una exposición de Benjamín Torres. Me invitaron a Leipzig con un grupo de 14 galerías internacionales, a final de mes voy a presentar una muestra en Berlín. Entonces, no sé cuáles hayan sido los criterios de selección. Sacaron a 30 galerías que siempre iban, inclusive, desde la primera versión.”

–¿Por qué participa con un proyecto individual?

–Voy porque Paola Santoscoy, que es la curadora, me invitó a hacer un proyecto con Sebastián Romo, cuya carrera ha seguido muy de cerca. Creo que ella suponía que íbamos a ser aceptados, era lo natural. Inicialmente, habíamos pensado no hacer nada, pero decidí hacerlo en bien de la carrera de Sebastián. Aprovechar la oportunidad de que se conozca su trabajo en España.

La Galería Óscar Román fue invitada en 2007 a participar en la segunda versión de Art Madrid, Salón de Arte Moderno y Contemporáneo, que se efectúa en paralelo a Arco. Román llevó la obra de cuatro artistas mexicanos, tres de ellos emergentes, pero se topó con el mercado español que más bien apoya a sus propios artistas. En estos momentos, dice el galerista, sería difícil que volviera, porque “es mucho el esfuerzo, la inversión, y los resultados no son satisfactorios”.

 
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