Usted está aquí: viernes 8 de febrero de 2008 Economía Afectará a trabajadores mexicanos caída en el sector construcción de EU

Incidirá en el flujo de remesas, consideran analistas de Banamex

Afectará a trabajadores mexicanos caída en el sector construcción de EU

El empleo en la actividad cayó a 2.3% después de haber crecido 13.3% al principio de 2007

Roberto González Amador

El descenso en la actividad de la construcción en Estados Unidos, una de las primeras consecuencias de la crisis financiera en el sector hipotecario, tendrá un impacto directo sobre el empleo de los trabajadores mexicanos en aquel país, dijeron ayer expertos.

“Las condiciones del mercado laboral en Estados Unidos afectan a los trabajadores mexicanos” y ello incidirá en el flujo de remesas, comentaron Guillermina Rodríguez y Sergio Luna, analistas de Banamex.

La industria de la construcción emplea a 16.2 por ciento del total de trabajadores mexicanos en Estados Unidos. Banamex estimó que el flujo de remesas hacia México, la segunda fuente de divisas después del petróleo, crecerá en 2008 menos de 2 por ciento, después de lograr tasas de dos dígitos durante varios años.

Los analistas detallaron que la industria de la construcción en los Estados Unidos ha sido una fuente importante de empleo para los trabajadores de origen mexicano, al dar empleo empleando el 16.2 por ciento del total en 2007. “Como consecuencia, este grupo actualmente está expuesto a las dificultades que enfrenta el sector”.

Al citar datos oficiales de Estados Unidos, los analistas mencionaron que el empleo de mexicanos en actividades de la construcción en aquel país cayó a una tasa anual de 2.3 por ciento durante el cuarto trimestre de 2007, después de haber registrado un crecimiento de 13.3 por ciento durante el primer trimestre de ese mismo año.

“No obstante, los trabajadores de origen mexicano parecen moverse hacia sectores con mejor desempeño en esa economía y con más oportunidades de empleo. Durante 2007, por ejemplo, aproximadamente la cuarta parte de estos trabajadores estuvieron empleados en servicios”.

Otro sector hacia el que se ha trasladado una parte del empleo perdido en la industria de la construcción es el de agricultura, que tradicionalmente era el que más ocupación daba a los emigrantes mexicanos y que hoy sólo concentra 2.8 por ciento del total de los trabajadores de origen mexicano en Estados Unidos. En esta actividad, el repunte del empleo fue de 1.3 por ciento en 2007.

“Con todos estos elementos en consideración, es importante mencionar que el crecimiento anual de 2.3 por ciento en el cuarto trimestre de los trabajadores de origen mexicano en Estados Unidos, aunque modesto, superó al 0.5 por ciento del empleo total”, añadieron los expertos.

“La era del crecimiento de remesas a tasas de dos dígitos ha finalizado”, indicaron los especialistas. Cifras del Banco de México indican que las remesas de trabajadores mexicanos alcanzaron 23 mil 980 millones de dólares en 2007, un incremento de apenas 1 por ciento en comparación con 2006.

El número de transacciones aumentó 1.3 por ciento durante el año, lo que equivale a 5.73 millones de operaciones. Así, el tamaño promedio de las transacciones permaneció prácticamente sin cambio, en 348 dólares al mes.

“Creemos que la estabilidad en el tamaño promedio de las trasferencias, a pesar del estancamiento del volumen total de las remesas, sugiere que el crecimiento de otros años fue en gran medida debido a un sesgo positivo en la medición, derivado de la mejora en la recopilación y registro de estas transacciones”, añadieron.

Los especialistas llamaron la atención sobre el hecho de que el modesto crecimiento en el flujo de remesas coincide con el riesgo de que la economía de Estados Unidos entre en recesión y el endurecimiento de las políticas migratorias de aquel país. “No vislumbramos la posibilidad de un acuerdo migratorio durante un año electoral en los Estados Unidos. Esperamos que los flujos de remesas crezcan 3.2 por ciento durante 2008, equivalentes a un flujo de 24.7 miles de millones de dólares. Esta cifra pareciera optimista frente a las tendencias recientes. Pero, desde nuestro punto de vista, la dinámica del fenómeno migratorio sugiere que una variación negativa no es probable”.

 
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