Usted está aquí: jueves 7 de febrero de 2008 Política Bush ofrece más ayuda, invita a jornaleros agrícolas, pero busca reforzar los muros

Alaba la cooperación sin precedente con México e insiste en promover el Plan Mérida

Bush ofrece más ayuda, invita a jornaleros agrícolas, pero busca reforzar los muros

Pretende condicionar la entrega de recursos a los resultados en materia de extradiciones

David Brooks (Corresponsal)

Nueva York, 6 de febrero. El gobierno de George W. Bush argumenta que el nivel de cooperación con México es sin precedente y por tanto promueve la Iniciativa Mérida, y hoy anunció que también permitiría un mayor ingreso de jornaleros agrícolas, pero al mismo tiempo solicitó miles de millones de dólares para el muro fronterizo.

La primera parte (de tres entregas propuestas) del financiamiento para el Plan Mérida se debate en el Congreso, donde altos funcionarios del Departamento de Estado, de la DEA, la FBI, Seguridad Interna y más promueven lo que caracterizan como una iniciativa de cooperación bilateral sin precedente, basada en la “corresponsabilidad” entre México y Estados Unidos para combatir el narcotráfico y el crimen organizado.

Este jueves el secretario asistente de Estado, Thomas Shannon, y varios de sus colegas de dichas agencias acudirán una vez más ante un subcomité del Congreso para promover la iniciativa.

Esta primera parte de aproximadamente 500 millones de dólares (para un programa total de mil 400 millones a lo largo de tres años) está incluida en un proyecto de ley “suplementario” bajo consideración en el Congreso. Una segunda parte, de otros 550 millones, está incluida dentro de la propuesta del presupuesto federal nacional para el año fiscal 2009 presentado esta semana a los legisladores por Bush.

Esta cooperación en materia de seguridad es presentada por los funcionarios como una “nueva fase”, ya que “nunca antes” se ha tenido este nivel de cooperación con México, al elogiar las iniciativas del combate del crimen organizado aplicadas por el gobierno de Felipe Calderón.

Pero nada es gratis. El gobierno de Bush ha indicado que desea ligar, en parte, esta asistencia con resultados sobre fiscalizaciones que lleven a extradiciones, como una forma de medir el impacto de la asistencia técnica, de equipo y de capacitación para las fuerzas de seguridad mexicanas.

David T. Johnson, encargado de la oficina dedicada a asuntos antinarcóticos del Departamento de Estado, declaró a medios extranjeros, durante una reciente visita a México, que los legisladores estadunidenses desean incluir algún tipo de evaluación al desempeño de esta iniciativa por la parte mexicana, aunque aclaró que esas medidas no deberían ser muy intrusivas. “No vamos a un lugar donde estamos calificándonos”, indicó, según la agencia Ap. Pero sí comentó que las extradiciones son una de las maneras para medir el impacto de estas iniciativas, entre otras cosas.

Mientras tanto, hoy el gobierno de Bush propuso el cambio más significativo en dos décadas en el programa de trabajadores huéspedes para el sector agrario, con la intención de incrementar el número de trabajadores bajo el programa conocido como H-2A. La idea es facilitar la importación de mano de obra para los cultivadores, y a la vez intentar reducir la dependencia de trabajadores indocumentados. Sin embargo, las nuevas medidas incluyen un programa piloto realizado por el Departamento de Seguridad Interna para monitorear la salida de estos trabajadores al vencerse sus visas.

El secretario de Seguridad Interna, Michael Chertoff, declaró hoy que las modificaciones buscan establecer “un programa eficiente y seguro para que los granjeros llenen legalmente sus necesidades de trabajadores agrarios dentro de la ley en vez de fuera de ella”. La iniciativa reduce limitaciones y demoras al extender de 10 a 30 días el periodo que un trabajador huésped puede permanecer en este país al concluir su empleo, y reducir de seis a tres meses el periodo que uno temporal debe esperar fuera de este país antes de que le sea permitido reingresar bajo el H2-A.

La intención es responder a una creciente demanda de mano de obra por parte de los granjeros, en estados como California, donde una carencia de trabajadores agrarios ha obligado a cultivadores a destruir su cosecha. Pero críticos señalan que esto tendrá poco efecto, ya que sólo 2 por ciento de los empleos agrarios está bajo este programa, y otros calculan que de los 1.2 millones de jornaleros agrícolas, entre 50 y 70 por ciento son indocumentados. Además, defensores de derechos de estos jornaleros dicen que estas medidas sólo llevarán a una mayor explotación de los trabajadores.

Por otro lado, Bush acaba de proponer, en su presupuesto federal para el próximo año, un incremento de 19 por ciento para “seguridad fronteriza”. La propuesta incluye fondos para contratar a otros 2 mil 200 agentes de la Patrulla Fronteriza y 2 mil millones durante un periodo de dos años para la construcción de muros y vigilancia de alta tecnología a lo largo de la frontera. Conservadores criticaron el hecho de que aparentemente sólo se destinan fondos para construir 270 millas de muro, y no 700 millas de una barda doble.

Para resumir: el gobierno de Bush alaba la cooperación “sin precedente” y busca otorgar cientos de millones de dólares para nutrirla, busca invitar a más trabajadores “legales” a laborar en los campos de este país, y a la vez está construyendo un muro en la frontera entre ambos países.

Tal vez esta política está basada en el viejo dicho muy anglosajón: “buenas bardas hacen buenos vecinos”.

 
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