Usted está aquí: martes 5 de febrero de 2008 Capital La Central de Abasto se consolida como el segundo centro económico de México

Este año contará con un presupuesto de 10 millones de pesos, autorizado por la ALDF

La Central de Abasto se consolida como el segundo centro económico de México

Sus operaciones comerciales anuales suman 8 mil millones de dólares; sólo la supera la BMV

Laura Gómez Flores

A 25 años de distancia, la Central de Abasto (Ceda) se mantiene como el principal punto de distribución de alimentos del mundo y el segundo centro económico más importante de operaciones después de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), con transacciones comerciales por 8 mil millones de dólares anuales.

Su director, Raymundo Collins, explicó que la asistencia diaria promedio de 300 mil personas a realizar sus compras en alguna de las 2 mil 219 bodegas y/o mil 489 locales de frutas, legumbres, abarrotes y víveres, demuestra que la Ceda “sigue operando con viabilidad excepcional y atendiendo la demanda de alimentos de 20 millones de personas”.

La decisión por ello de no incrementar este año ninguna de las cuotas de mantenimiento e ingresos a los participantes, a fin de que “mantengan sin variación los precios de los productos, los cuales están entre 10 y 62 por ciento por debajo de las tiendas de autoservicio, mercados y tianguis, como es el caso de frutas, verduras, aceite, arroz, azúcar y huevo, entre otros”, destacó.

El funcionario explicó en entrevista que la Central de Abasto continúa siendo el “ombligo” del país, hacia donde llegan todos los productores nacionales que comercializan a diario entre 18 mil y 25 mil toneladas de frutas y legumbres provenientes de 22 estados de la República y de otras partes del mundo.

La Ceda tiene 304 hectáreas de superficie, equivalente a 51 veces el área del Zócalo capitalino, y “es aquí donde se regula la oferta y demanda del sector alimenticio, mediante las subastas”, que se realizan a camión cerrado al mejor postor cada madrugada.

La entrada diaria al mercado mayorista de 57 mil vehículos, 2 mil tráileres, mil 500 camiones torton y cuatro mil camionetas o pick up es vigilada por 200 cámaras, a las cuales se sumarán 100 más, con una inversión de 10 millones de pesos, a fin de “contar con la imagen del vehículo, su placa y quién lo conduce. Dichos datos se cruzarán con la base de datos de la policía, para determinar sí están involucrados en algún delito y actuar en consecuencia”, comentó Collins.

La meta, señaló, es erradicar la incidencia delictiva, donde se tiene un avance de 90 por ciento, aunque “nos preocupa la cifra negra, aquellos casos que no se denuncian, pero que mediante las cámaras podemos observar y atacar, pues la mayoría de las transacciones son en efectivo. Así continuaremos siendo el principal centro de abasto alimenticio del mundo y el número uno en el país, con los precios más bajos”, agregó.

Y con ello mantener el ir y venir de carretilleros –los cuales están en proceso de credencialización para controlar su crecimiento– con cajas, arpillas y huacales, que con sus tradicionales gritos de ¡ahí va el golpe!, ¡ahí va el diablo! o ¡golpe avisa!, se abren paso entre los compradores, así como el trabajo del cual dependen 70 mil personas.

A un año de distancia se logró que las decisiones para mejorar la operación de la Ceda recaigan en una sola persona, el director general, no en dos como anteriormente sucedía, y que los participantes privados colaboren en su funcionamiento, con buenos resultados en los ingresos obtenidos, los cuales sumaron 116 millones de pesos, nueve millones más respecto de 2006.

Por primera vez en su medio siglo de funcionamiento contará además con un presupuesto de 10 millones de pesos, autorizado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, lo cual demuestra que “hay un reconocimiento a la labor que realiza y la posibilidad de pelear por más recursos en los años venideros, para mejorar sus instalaciones”, indicó.

Mencionó que en dicho aspecto se corrigieron los problemas estructurales que se tenían detectados, se realizaron peritajes en materia de protección civil que certificaron la seguridad de las 19 naves con las que cuenta, se impermeabilizaron sus instalaciones y está en proceso la repavimentación de su superficie.

A ello se sumó la rehabilitación del albergue infantil, con capacidad para atender entre 120 y 150 niños, a un costo de 3 millones de pesos, a fin de que sus padres continúen con sus labores en la Ceda sin preocupación y eliminar el trabajo infantil, facilitando a los pequeños su acceso a los planteles escolares.

 
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