Ataques de etnias rivales dejan en un mes 850 muertos

Plan pacificador en Kenia, acuerdan el gobierno y la oposición política

Afp, Reuters y Dpa

Nairobi, 1º de febrero. Delegados del gobierno de Kenia y representantes de la oposición política, que reclama un fraude electoral en su contra durante los comicios de diciembre pasado, adoptaron este viernes un plan para tratar de detener las agresiones entre sus fuerzas de apoyo, enfrentadas desde finales de diciembre cuando las autoridades electorales validaron la relección del presidente Mwai Kibaki.

El pacto fue anunciado por el mediador de la Unión Africana, Kofi Annan, después de dos días de encabezar conversaciones entre los negociadores enviados por Kibaki y el líder opositor Raila Odinga.

Los ataques entre simpatizantes de esas fuerzas, principalmente compuesta por la minoría étnica lua y grupos de la mayoría kikuyu, a la que pertenece el presidente Kibaki, han dejado alrededor de 850 muertos desde el 27 de diciembre pasado.

Mientras los representantes de las fuerzas políticas intentaban llegar a un acuerdo, las autoridades confirmaron la muerte de 10 personas en la localidad de Ainamoi, en el oeste del país africano, a consecuencia de nuevos choques interétnicos desatados en medio del conflicto poselectoral.

Unas 3 mil personas atacaron un edificio gubernamental en el distrito de Kericho, en la citada comunidad de Ainamoi, donde los amotinados se robaron cuatro pistolas y municiones. La policía intentó repeler a los atacantes, pero fue inútil y al final se reportó la muerte de un agente.

La situación en Ainamoi quedó fuera de control el pasado jueves después de que la policía local asesinó al diputado David Kimutai Too, del partido de Odinga, el Movimiento Democrático Naranja.

Miembros de las etnias kalenjin y kissi se enfrentan incesantemente desde hace dos semanas en la también occidental localidad de Kisii y sus alrededores, a 220 kilómetros al oeste de Nairobi.

Medio centenar de viviendas fueron incendiadas durante batallas campales desatadas en Kisii, a las que la gente llega armada con palos, piedras, instrumentos de labranza agrícola, arcos y flechas.

Aunque los acuerdos adoptados hoy por los representantes de las fuerzas políticas en conflicto no hacen referencia específica a los choques interétnicos, el pacto prevé reformas en la propiedad de tierras agrícolas, señalada como la fuente de algunos problemas entre pueblos.

Las reformas sobre la propiedad rural, junto con otras de carácter institucional no especificadas, fueron planteadas como parte de un paquete de medidas de largo plazo que los representantes de las fuerzas políticas consideran necesarias para asegurar la paz en el país.

Entre las medidas de corto plazo propuestas por los representantes políticos se incluye una “acción inmediata para frenar la violencia y restaurar los derechos y las libertades fundamentales”, quebrantados con los enfrentamientos armados.

También se propone solucionar en un plazo de siete a 15 días “la crisis política actual” y la crisis humanitaria, en referencia al desplazamiento forzado de cerca de medio millón de personas, que abandonaron sus hogares para escapar de las cruentas batallas interétnicas.

Los acuerdos alcanzados este viernes se derivan de gestiones directas de Annan y del diálogo sostenido por Kibaki y Odinga el 24 de enero pasado, del cual surgió el compromiso de los dos dirigentes políticos de buscar una salida pacífica a la crisis poselectoral para pacificar la nación africana y terminar con el caos y las matanzas.