Usted está aquí: sábado 2 de febrero de 2008 Estados Sin agua, León, Guanajuato; sólo tiene reservas para 10 años

En la ciudad de 1.4 millones de habitantes, 220 mil familias cuentan con servicio irregular: SAPAL

Sin agua, León, Guanajuato; sólo tiene reservas para 10 años

Sobrexplotación de mantos freáticos y contaminación de arroyos por descargas químicas de la industria peletera, los principales problemas: ecologistas

Un fracaso, proyecto de abasto impulsado por Fox Quesada

Martín Diego Rodríguez (Corresponsal)

Ampliar la imagen León es de las pocas ciudades donde el agua tiene un precio real: cada casa cuenta con medidor y los cobros mensuales van de 70 a 120 pesos   Martín Diego Rodríguez León es de las pocas ciudades donde el agua tiene un precio real: cada casa cuenta con medidor y los cobros mensuales van de 70 a 120 pesos Martín Diego Rodríguez

León, Gto., 1º de febrero. La ciudad de León se ha convertido en una metrópoli que concentra los mejores servicios financieros, médicos y educativos privados del centro del país. Sólo en 2007 captó 250 millones de dólares de inversión por la apertura de nuevos negocios, concentra la mayor industria del calzado y es el centro de turismo de negocios de la región. Sin embargo no tiene agua.

El Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) indica que esta ciudad, de un millón 400 mil habitantes, sólo tiene reservas para los próximos 10 años, y en la actualidad 220 mil familias no cuentan con ese servicio en forma regular.

Dado el déficit, las autoridades han buscado alternativas de abasto, la más importante, pero fallida, fue el proyecto de la presa Río Verde, en Jalisco, que abastecería a León, impulsado en diciembre de 2000 por el entonces presidente Vicente Fox, quien confió en que los gobernadores de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña, y de Guanajuato, Juan Carlos Romero Hicks, se pondrían de acuerdo por ser panistas, igual que él, pero sólo provocó el encono entre ambos.

Por lo anterior, en 2005 se determinó cambiar el proyecto a El Zapotillo, también en Jalisco, por lo que se elevaron los costos de la obra y ésta se aplazó. En noviembre de 2006, semanas antes de que Fox Quesada dejara la Presidencia, se firmó otro convenio para acelerar la construcción e incluso se destinaron 8 mil millones de pesos más. Se dijo entonces que la construcción iniciaría el primer semestre de 2007, pero a la fecha está detenida.

“Los tres son culpables de que la ciudad más importante de Guanajuato no tenga agua y cada vez sea más cara para los leoneses”, acusa Juan García Hurtado, dirigente del Frente de Acción Ciudadana. El encono entre los ex gobernadores –uno ex secretario de Gobernación de Felipe Calderón y el otro director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología–, “provocó que en León el agua se tenga que pagar a precio de oro”, dice García Hurtado.

Según el Instituto Municipal de Planeación, las reservas son cada vez menores, por lo que la única apuesta está en la sustracción de agua de otras localidades e incluso entidades. De hecho, en 2001 el SAPAL sustrajo del acuífero de Romita, lo que provocó el levantamiento de campesinos que fueron reprimidos por el entonces secretario de Gobierno y hoy gobernador Juan Manuel Oliva Ramírez.

Que cada vez se necesite traer agua de lugares más apartados a esta ciudad encarece el recurso, afirma el alcalde de León, el panista Vicente Guerrero Reynoso, por lo que calcula que el costo de producción por metro cúbico con la puesta en marcha de la presa El Zapotillo alcanzará 2 mil millones de pesos: “no es broma, eso costará traer agua desde allá a la ciudad, y ese costo, sin duda, lo deberán pagar los consumidores”, advierte.

Para impulsar una cultura de cuidado del recurso, el SAPAL solicitó, y obtuvo, un incremento en la tarifa de 7.3 por ciento anual para 2008; la reacción de los capitanes de las industrias restaurantera, hotelera y de la curtiduría (quienes más consumen) acusaron al organismo de querer desecar “los bolsillos de los empresarios con costos altísimos”, detalló José María Padilla, presidente de la Cámara de la Industria de la Curtiduría.

El problema de León es que no hay agua, se han abatido los mantos freáticos y los arroyos están gravemente contaminados por las descargas de químicos de la industria del cuero y el calzado, “así que en León no hay agua, y la que hay está contaminada y no sirve para nada”, declaró Carlos Chacón Calderón, presidente de la Asociación de Grupos Ecologistas de León.

“León es una ciudad con sed, que depende de las industrias del cuero y calzado, que son las que más consumen agua, pero las autoridades han traído más hoteles, restaurantes, industria que requiere agua, que no hay”, sostiene Chacón Calderón.

Según el edil Guerrero Reynoso, “necesitamos fuentes de abasto y éstas están cada vez más alejadas de la ciudad; ahora no sólo tenemos que buscar en Guanajuato, sino en Jalisco, pero para que ello se consolide todavía tardará otros tres años”, y mientras se consumen las reservas.

Pero en las colonias marginadas de la ciudad es donde se viven las situaciones más graves y al menos 220 mil familias reciben el suministro mediante pipas y no cuentan con drenaje.

En la zona de las Joyas, de alta marginalidad, llega el agua cada tres días y a veces tienen que aprovechar los escurrimientos de las lluvias para lavar la ropa en los arroyuelos.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.