Disquero
Un oso con birrete
Nadie como el mejor cronista de conciertos de la historia, Julio Cortázar, para hacer el preámbulo a la escucha de la redición de un disco clásico: el concierto que ofreció Thelonious Monk con su cuarteto en el Festival de Jazz de Monterey, en 1964:
“Ahora se apagan las luces, nos miramos todavía con ese ligero temblor de despedida que nos gana siempre al empezar un concierto y ya el contrabajo levanta su instrumento y lo sondea, brevemente la escobilla recorre el aire del timbal como un escalofrío, y desde el fondo, dando una vuelta por completo innecesaria, un oso con un birrete entre turco y solideo se encamina hacia el piano (…) Cuando Thelonious se sienta al piano toda la sala se sienta con él y produce un murmullo colectivo del tamaño exacto del alivio…” y ahora sí, querido melómano, ponga el disco en el aparato reproductor, ajústese el cinturón metafórico, apague la luz. Y escuche.