Usted está aquí: viernes 1 de febrero de 2008 Capital Reconoce la ALDF desencanto juvenil hacia la política y las instituciones

Diputados ponen en marcha el Parlamento de la Juventud 2008

Reconoce la ALDF desencanto juvenil hacia la política y las instituciones

Lamentan legisladores que sólo tres de cada 100 adolescentes muestren interés

Raúl Llanos y Gabriela Romero

Ampliar la imagen Adolescentes participantes rinden protesta durante la instalación del Parlamento de la Juventud 2008, en la ALDF Adolescentes participantes rinden protesta durante la instalación del Parlamento de la Juventud 2008, en la ALDF Foto: La Jornada

En el marco de la realización del Parlamento de la Juventud 2008, diputados y consejeros electorales de esta ciudad reconocieron que no han podido revertir el rechazo de los jóvenes hacia la política y la actividad de los legisladores, a grado tal que sólo tres de cada 100 adolescentes muestran interés por adentrarse en esos temas.

Isidro Cisneros y Yolanda Columba León, presidente y consejera del Instituto Electoral del Distrito Federal; Víctor Hugo Círigo, presidente de la Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa, y los diputados Jorge Romero y María del Carmen Peralta Vaqueiro, reconocieron en la tribuna de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) el “desencanto” de los jóvenes hacia la política y sus instituciones, pero también destacaron el reto que representa para ellos y para los mismos adolescentes revertir esa situación.

“Para un joven, el político es –creo– el peor personaje social, por el legado que nos han dejado otras generaciones de políticos”, aceptó Jorge Romero, presidente de la Comisión de la Juventud de la ALDF, al dar su mensaje a 57 entusiastas adolescentes que por unos días asumirán el cargo de legisladores capitalinos.

Ante ese abanico de imberbes simpatizantes de distintas ideologías, el diputado panista no perdió la oportunidad para hacer esa política que poco convence a la juventud: “Creo que el principal cambio del siglo XXI, para bien o para mal, fue en 2000”, año en que ganó la presidencia de México el también panista Vicente Fox, uno de los más cuestionados mandatarios en la historia reciente del país. Pero no sólo eso, le endilgó este suceso a sus oyentes: “(eso fue posible) por el voto joven”.

En su oportunidad, Víctor Hugo Círigo siguió tejiendo sobre esa apatía de los adolescentes: “hay ámbitos de la vida en sociedad donde la mayoría de los jóvenes deciden no participar, me refiero a la política. Como ha sido la tendencia desde hace algunos años, hoy en día la mayoría de los jóvenes sienten desencanto por la política y sus instituciones”.

Para muestra citó un botón. La empresa Consulta Mitofsky realizó una encuesta en diciembre de 2007 sobre “Confianza de los ciudadanos en las instituciones”, y en una escala de cero a 10 los entrevistados de 18 a 29 años pusieron en el nivel más alto a las universidades, y en el extremo opuesto, con las peores calificaciones, ubicaron a los senadores, diputados y partidos políticos.

“Resultados nada alentadores, pero muy aleccionadores y que nos deben llamar a la reflexión a los políticos sobre nuestro desempeño”, detalló Círigo Vásquez, ex diputado federal y también actual coordinador de la bancada perredista en la ALDF.

Que los jóvenes califiquen de esa manera a esas instituciones políticas, tiene que ser motivo de preocupación y de acción, pues son ellos quienes en los próximos años estarán tomando decisiones respecto al rumbo que seguirá nuestro país, remachó el líder parlamentario.

Luego soltó la receta para los jóvenes: “Desde mi punto de vista, una de las maneras de reivindicar la labor política es mediante la creación de ciudadanía (…) Es imperativo crear y ejercer una idea de ciudadanía que vaya más allá de la participación electoral y considere la intervención permanente de los ciudadanos en los diagnósticos, propuestas y evaluaciones sobre las decisiones en torno a los asuntos públicos”.

Y de ahí otras buenas intenciones. Yolanda Columba León en tribuna: “no podemos dejar de lado a la juventud capitalina, porque si ustedes no son escuchados la democracia estará incompleta”.

–“¡A poco!”, le contestó desde una de las curules de atrás uno de los jóvenes parlamentarios.

De colofón, los diputados y servidores públicos le recetaron a los jóvenes un repaso de sus clases de literatura y filosofía con elaboradas frases de Herman Melvilla, Aristóteles y Norberto Bobbio. Ya luego se retiraron a mesas de trabajo a discutir sus propuestas y llevarlas al pleno de la ALDF.

 
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