Usted está aquí: lunes 28 de enero de 2008 Deportes Monterrey sumó 29 juegos sin ganar en cancha ajena; empató con Puebla

Los Rayados acumularon 16 visitas al estadio Cuauhtémoc sin obtener victoria

Monterrey sumó 29 juegos sin ganar en cancha ajena; empató con Puebla

El cuadro de La Franja hilvanó la segunda igualada en lo que va del torneo y sigue en el sótano de la tabla por el no descenso

Perdona el árbitro Medina un penal a los Camoteros

Agencias y Notimex

Ampliar la imagen El camotero Bola González (13) marcó el gol que definió la igualada y es felicitado por sus compañeros El camotero Bola González (13) marcó el gol que definió la igualada y es felicitado por sus compañeros Foto: Notimex

Puebla, Pue., 27 de enero. Monterrey tuvo oportunidades para cortar su racha de partidos sin ganar de visitante, pero falló ocasiones inmejorables frente a un Puebla que batalló mucho para fabricar llegadas de peligro y el resultado fue un empate 1-1.

El uruguayo Álvaro González anotó por los Camoteros a los 46 minutos del partido disputado en el estadio Cuauhtémoc. Por los Rayados, el gol fue del chileno Humberto Chupete Suazo, al minuto 43, en juego de la fecha dos del torneo Clausura 2008.

El cuadro de La Franja hilvanó un segundo empate y sumó dos puntos en el grupo uno, todavía insuficiente para salir del sótano de la tabla por el no descenso, al mantenerse con cociente de 1.0000, mientras Veracruz bajó a 1.0459, al acumular 91 unidades en 87 juegos.

La escuadra regia también llegó a dos puntos en el sector dos y acumuló 16 visitas al estadio Cuauhtémoc sin ganar, además de alargar a 29 partidos sin victoria en actuaciones en cancha ajena.

Escasas emociones, muchas imprecisiones y dos equipos con poca conexión en sus líneas se dieron en una primera mitad que tuvo un juego parejo y demasiado tránsito en medio campo.

Luego que a Puebla no le marcaron en favor una pena máxima la semana pasada ante América, ahora el novato silbante Román Rafael Medina le perdonó un penal que, de marcarse, pudo cambiar el panorama de la mitad inicial.

Apenas al minuto siete, Suazo quiso eludir al argentino Jorge Damián Zamogilny, quien lo frenó con la rodilla dentro del área, pero el juez central dejó correr la acción.

Los Camoteros iniciaron con empeño, pero su dupla sudamericana al ataque, con el argentino Javier Cámpora y González siguió sin contundencia al mandar remates desviados del arco de Christian Martínez, quien poco debió intervenir en el primer lapso.

Dos ocasiones pudo el cuadro camotero ponerse al frente. Al minuto 13, Bola González controló un balón en el área, pero Édgar Solano impidió que disparara y en el rebote el esférico llegó a Hiber Ruiz, cuyo tiro fue tapado por Pierre Ibarra, y al 38 González abanicó frente al marco a pase de Luis Noriega.

Luego de una primera mitad de bostezos, Suazo adelantó a Monterrey tras una pared con Luis Pérez. El Chupete recibió dentro del área y cruzó por abajo a la derecha al recién convocado a la selección Sub-23, el arquero Jorge Villalpando.

No duró mucho la ventaja de la Pandilla, porque apenas a los 48 segundos del complemento Guillermo Rojas desbordó por banda izquierda y puso servicio preciso a González, quien fusiló al portero Christian Martínez, para el 1-1.

La segunda mitad tuvo de nuevo a dos conjuntos que mejoraron en actitud a la ofensiva, pero de forma paulatina el encuentro volvió al estilo de mucha pelea en medio terreno.

Los Rayados crearon las mejores ocasiones para anotar. Suazo tuvo un par de llegadas, pero sus intentos se fueron a los costados de la meta local, primero un remate con pierna derecha que se fue a la izquierda, al minuto 56, y un poco antes un cabezazo a bocajarro, que se fue a la derecha.

A dos minutos del final, el mediocampista Manuel Pérez tuvo en sus botines la oportunidad de dar una victoria a los regios por primera vez lejos del estadio Tecnológico, en casi dos años, cuando llegó a rematar frente al marco un servicio de Luis Pérez, pero mandó el esférico por arriba del larguero.

Tras su equivocación, el Tripa Pérez se estrelló con el poste derecho y quedó tendido dentro de la portería un par de minutos con doble dolor; el físico, por el impacto, y el moral por dejar escapar una oportunidad tan clara. Poco después vino el silbatazo final.

 
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