Usted está aquí: martes 22 de enero de 2008 Espectáculos Murió Andy Palacio, férreo defensor de la cultura garífuna

Artista de la Paz por la UNESCO, buscó internacionalizar a la música de su pueblo

Murió Andy Palacio, férreo defensor de la cultura garífuna

El creador beliceño realizó en 2007 su última gira mundial para promover el álbum Watina

Somos descendientes de los indígenas caribes rojos y arawacos, mezclados con africanos que resistieron la esclavitud, afirmaba

Será enterrado en Barranco, localidad donde nació

De la redacción, Reuters y Notimex

Ampliar la imagen Andy Palacio dirigía un grupo que tocaba una música bailable llamada punta rock Andy Palacio dirigía un grupo que tocaba una música bailable llamada punta rock Foto: Archivo

Ciudad de Belice, 21 de enero. El músico beliceño Andy Palacio, quien difundió en el mundo la música garífuna, murió a los 47 años. Fue uno de los más prominentes defensores de la cultura de esa etnia centroamericana, surgida de la unión de indígenas de la zona y esclavos provenientes de Africa.

El músico murió el sábado tras una serie de derrames cerebrales masivos, un ataque cardiaco y fallas respiratorias, ocurridos el pasado miércoles, luego de lo cual se intentó trasladarlo a Chicago, Illinos, Estados Unidos, pero no fue posible. Sus restos serán inhumados la próxima semana en el pueblo costero de Barranco, donde nació.

El año pasado realizó una gira mundial para promover su álbum Watina, que ganó elogios internacionales. La UNESCO lo nombró Artista de la Paz por su labor de difusión de las tradiciones de su pueblo.

Su banda, The Garifuna Collective, tocaba una música bailable de compás débil llamada punta rock, basada en los ritmos tradicionales garífuna, mezclada con sintetizadores y teclados. Es música popular, explicaba Palacio. “Ya no es una forma restringida a los garífunas, es más internacional. Antes, mi pueblo sólo utilizaba para sus bailes tambores, maracas o sonajas y concha de caracol. Ahora los instrumentos básicos son dos tambores, maracas, batería y guitarra eléctrica; los caparazones de tortuga son una innovación reciente, se incluyeron al mismo tiempo que se creó, en los años 80”.

Punta rock se denomina porque en Belice se hablan muchos idiomas, “el inglés es uno de ellos. Entonces el rock es ambiental, es el ritmo, pero además, como nueva manifestación se le incorporan elementos de ese género: la guitarra eléctrica, teclados y bajo. En las melodías se abordan temas de asuntos sociales, políticos, espirituales, del amor entre un hombre y una mujer, de pura diversión y de la nostalgia que siente el hombre negro en el hemisferio occidental, por eso siempre se oirá en las melodías yurume el nombre de San Vicente, en garífuna”.

Descendientes de los indios arahuacos y esclavos africanos, cuyos barcos naufragaron cerca de una isla en el Caribe en 1635, los garífuna fueron deportados a Honduras en 1797 por los británicos. Muy pronto se diseminaron por las costas de Belice, Guatemala y Nicaragua.

Dos siglos después, existen unos 250 mil garifunas en Centroamérica luchando por mantener sus tierras ancestrales, donde las antiguas generaciones pescaban en piraguas, cultivaban sus alimentos y tejían canastos con fibras locales.

La cultura garífuna tiene raíces africanas, proviene de las facciones yoruba, bantú, efik, fon y congo, cuya presencia en América fue propiciada por la trata esclavista que en el siglo XVI tuvo gran auge en estas nuevas tierras dominadas por españoles, franceses e ingleses.

La conformación del pueblo garífuna se dio a partir de la rebelión en un barco negrero y el constante cimarronaje que tuvo como punto de enclave a la isla de San Vicente (Antillas Menores) Yurumai. Allí estuvieron, por cerca de 161 años, manteniendo sus raíces y ejerciendo un intercambio cultural de doble vía con los naturales arawacos y caribes.

Llegó a todos los circuitos del world music

Palacio cantaba en lengua garífuna y se desempeñaba como embajador cultural de la ex colonia británica. Llegó a ser el primer artista de Belice que tuvo un video internacional y popularizó su música en todos los circuitos de world music.

De su pueblo decía: “Somos descendientes de los indígenas caribes rojos y arawacos, mezclados con africanos que resistieron la esclavitud y el colonialismo en Las Antillas, principalmente de la isla San Vicente. Ésa fue la primera república garífuna. Después hubo guerras con los franceses e ingleses. El jefe garífuna Shattoyer fue asesinado en 1795. Luego fuimos desterrados y exiliados en Centroamérica, primero a Honduras, después a Nicaragua, Belice y Guatemala. En los cuatro países hay garífunas y también en Estados Unidos con las nuevas migraciones. Aún queda una comunidad de mi pueblo en San Vicente, pero ha perdido toda la cultura, sólo los exiliados mantenemos el idioma, la danza y la espiritualidad”.

 
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