Usted está aquí: lunes 14 de enero de 2008 Sociedad y Justicia Políticos y tecnólogos carecen de visión humanística: especialista

Urge vincular a la sociedad con esta disciplina, señala la funcionaria de la UNAM

Políticos y tecnólogos carecen de visión humanística: especialista

Expertos en ciencias sociales habrían logrado sacar adelante el problema de Atenco, afirma

Planea impulsar proyectos de largo alcance, pues los ritmos de la materia son peculiares

Emir Olivares Alonso

Ampliar la imagen Estela Morales Campos, coordinadora del subsistema de Humanidades de la UNAM Estela Morales Campos, coordinadora del subsistema de Humanidades de la UNAM Foto: Yazmín Ortega Cortés

Para la actual coordinadora del subsistema de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Estela Morales Campos, no hay duda: la importancia de la investigación en ciencias sociales y humanidades radica en que los especialistas de estas disciplinas son quienes dan respuesta a la problemática social en México y el mundo.

Contraria a la posición de los tecnócratas, que consideran que esas áreas de conocimiento “son un desperdicio”, la funcionaria universitaria ejemplifica que de haber consultado a los especialistas en esas ciencias, problemáticas como el desalojo de una docena de floristas cerca de San Salvador Atenco no habrían concluido en la represión que se presentó el 3 y 4 de mayo de 2006. “El problema era moverlos porque infringían algunas normativas, pero se desataron enfrentamientos, golpes, personas en la cárcel y muertos”.

Considera que las innovaciones tecnológicas y científicas no pueden aplicarse sin una necesaria vinculación con las humanidades y las ciencias sociales, y que el conocimiento en estas áreas “no se puede quedar en los cubículos”.

En ese sentido, insta a “socializar” la investigación en estos campos para acercar a la sociedad –ciudadanos, políticos e iniciativa privada– la labor académica y generación de conocimiento que se realiza en las universidades públicas, en particular en la UNAM. Para conseguirlo, propone el uso de diversos canales como los medios: “que no nos dé miedo, la palabra es comunicación masiva”.

Advierte que la falta de presupuesto en educación superior e investigación científica redunda en escasos apoyos a nuevos investigadores y la generación de conocimientos. Identifica varios retos para el subsistema: impulsar la conexión entre los institutos de áreas sociales, humanísticas y científicas para posteriormente conducirlos a la internacionalización; “uno de nuestros retos es ver de una forma más global a nuestra investigación”.

Otro de los objetivos que se plantean para los siguientes cuatro años es impulsar proyectos de largo alcance, pues ante los procesos de evaluación las investigaciones en humanidades adquirieron carácter de “corta duración” porque se obliga a los académicos a entregar resultados en tiempos determinados, “pero en humanidades y ciencias sociales los ritmos son distintos; en un proceso social se puede detectar un principio, pero no el fin”.

–¿Cuál es la perspectiva del subsistema de Humanidades en la UNAM para los siguientes cuatro años?

–La investigación en humanidades y ciencias sociales en la UNAM es un área bastante consolidada, de bajo esa premisa tenemos que partir para indagar cómo aportar los productos de nuestra investigación hacia la sociedad, es decir, que tengan una utilidad tanto en alguna comunidad como en órganos de gobierno. Tenemos que seguir trabajando, ampliando nuestros horizontes geográficos y disciplinarios, ampliar nuestra cobertura y apoyarnos en la interdisciplina para que el ciudadano común y corriente esté consciente de que la UNAM le ofrece cosas importantes a través de las humanidades y ciencias sociales. Obtener esos niveles con la ciudadanía sería para uno de los grandes proyectos a fortalecer de la coordinación de humanidades.

–Los tecnócratas en el poder suelen desestimar la importancia de las humanidades; ¿cómo modificarlo?

–Los políticos, aunque sean tecnólogos, tienen que entender que los grandes problemas de nuestro país son de tipo social. Cualquier innovación tecnológica no se realizará plenamente si existe un conflicto social. Quizás sea mucho más vistoso y nota para periódico hacer pública la campaña de vacunación o anunciar cuántos puentes y segundos pisos se van a construir, pero esto implica toda una serie de elementos sociales y humanos que van a intervenir.

“Un ejemplo es el fallido aeropuerto en Texcoco. Los tecnólogos ya habían resuelto el problema, lo tenían en papel y lo entregaron con planos y todo, pero nunca pensaron que los seres humanos no son robots y que al decirles que tendrían que abandonar sus tierras reaccionarían porque tienen tradiciones, casas, familia, modos de vida y siembras en esos campos que quizás si se les moviera no iban a ser iguales. Ésa es la prueba de que cualquier proyecto no se llevará a cabo plenamente si no resolvemos los problemas sociales y políticos. Lo mismo pasa en la Minera San Xavier, San Luis Potosí; y en La Parota, Guerrero”.

–En ese sentido ¿qué papel le toca jugar a la UNAM, en especial a la coordinación de humanidades?

–Propiciar con todos sus institutos y centros la socialización de su conocimiento. Esto es, irnos precisamente a hablar con el político, con el líder, con los actores y protagonistas de los hechos; si no nos acercamos al funcionario éste difícilmente se preocupará por nosotros. Debemos ir tejiendo una trama para crear la necesidad de acudir a los académicos o a las producciones de nuestros centros e institutos.

“El conocimiento no puede quedar en los cubículos ni en los documentos con los que se califica la calidad académica de los investigadores. Debemos hacer las traducciones para que nuestros conocimientos sean entendibles y valorados en la sociedad. Crear la liga entre conocimiento y sociedad, actuarlo y no sólo predicarlo”.

Masificar la disciplina social

–¿Qué papel toca al sector productivo en las humanidades?

–La sociedad no son sólo las manifestaciones en el Zócalo; la iniciativa privada es parte de ella, junto con el gobierno, las organizaciones civiles y los ciudadanos comunes y corrientes. Los capitales privados deben participar en esta labor, por ejemplo: una cadena hotelera no sólo puede hacer estudios sobre uso de suelo e impacto cuando proyectó un desarrollo turístico supongamos en la zona maya; ahí debe interactuar con la UNAM para estar también en el patrimonio tangible e intangible, en lo turístico y hotelero.

“Otro caso sería el de una empresa recolectora de tomates en Sinaloa, donde no sólo tienen que preocuparse por cómo lo van a exportar o cómo mejorar sus relaciones con las zonas fronterizas; sino que deben analizar el proceso de mano de obra de los pizcadores, a veces en condiciones infrahumanas, de los niños trabajadores. La UNAM puede acercarse a los empresarios para recomendarles un mejor diseño de contrataciones, con mejores condiciones de trabajo, con lo que conseguirán mejores ganancias”.

–¿Cómo convencer de la importancia de las humanidades?

–A través de las tecnologías. que no nos dé miedo la palabra es comunicación masiva: la prensa, la radio, la televisión y el Internet, presentar en esos medios temas de interés para la comunidad, en la que nuestros investigadores tengan algo que decir. Tenemos que atacar por todas esas vías y medios y de esa manera vamos a llegar a diferentes subconjuntos de la sociedad; ésa sería una de nuestras responsabilidades.

 
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