Usted está aquí: lunes 14 de enero de 2008 Cultura Acusan a alcaldes del puerto de Veracruz de avalar destrucción del patrimonio

Señala activista que con los cambios sólo se busca privilegiar a empresarios ricos

Acusan a alcaldes del puerto de Veracruz de avalar destrucción del patrimonio

El problema con los proyectos es que no han tenido la difusión correcta: INAH local

Fernando Camacho Servín

En los meses pasados, el gobierno del puerto de Veracruz ha permitido o impulsado varios proyectos que amenazan el patrimonio cultural de la ciudad, los dos más recientes en el paseo Salvador Díaz Mirón, una de las avenidas históricas más importantes, y en un parque público infantil donde se planeaba construir un centro comercial con Wal-Mart incluido.

Así lo denunció el presidente de la Asociación de Defensa de Monumentos Históricos y Culturales de Veracruz (ADMHCV), Bogar Norberto Franco López, quien en entrevista hizo un recuento de los efectos negativos que dicha política ha tenido en una de las ciudades con mayor riqueza arquitectónica y urbanística del país.

Como se informó en estas páginas (La Jornada, 4/X12/07), el ex alcalde panista Julen Rementería del Puerto ordenó desde mediados de noviembre la tala de cientos de árboles y palmeras del paseo Díaz Mirón sin autorización expresa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Aunque las autoridades del organismo detuvieron las obras, ya se han derribado por lo menos 300 árboles, muchos de ellos con cientos de años de edad, y se redujeron los camellones, lo que altera de facto la traza original de la vía, construida en el siglo XVII.

Estas labores, según Franco López, forman parte de un esquema de “rescate” del Centro Histórico veracruzano ideado por el gobernador Fidel Herrera, con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por al menos un millón 300 mil dólares.

Aprovechando “la pobreza y falta de conciencia de la gente”, los empresarios y el gobierno local “se han enfocado en los parques y jardines, situados en lugares estratégicos”, explicó el activista.

El nuevo objetivo de esta política urbanística fue el parque infantil Reino Mágico, ubicado en un predio municipal donde antes hubo un panteón, y que después fue rehabilitado como lugar de esparcimiento con albercas y jardines.

De acuerdo con Franco, Julen Rementería –quien ya ha sido relevado por su primo Jon Rementería, postulado por el PRI– propuso ceder ese espacio del ayuntamiento a la iniciativa privada por 70 millones de pesos, para edificar ahí un centro comercial con juegos mecánicos, delfinario, una pista de patinaje sobre hielo, un hotel de lujo y una tienda Wal-Mart.

Sin embargo, ante a las manifestaciones de inconformidad de la gente, el gobierno municipal declaró el proyecto como “temporalmente suspendido”.

Para Franco, quien incluso fue invitado por el nuevo alcalde como asesor, no se trata de “modernizar” la ciudad, sino de que un grupo de verdaderos expertos la restaure y recupere sus espacios tradicionales.

Frente a estos señalamientos, el arquitecto Fernando Pérez Viñola, quien recientemente fue nombrado director del Centro INAH Veracruz en sustitución de Jacinto Chacha Antele, afirmó que la controversia que han generado dichos proyectos comerciales se debe a la falta de difusión adecuada, y no necesariamente a que éstos hayan transgredido alguna ley.

En el caso del estacionamiento en el Parque Zamora, detalló, la resolución final se dará una vez que concluyan los trabajos de “rehabilitación” y salvamento del lugar, mediante los cuales se determinará si existen ahí restos arqueológicos de importancia, tanto prehispánicos como coloniales.

 
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