Usted está aquí: domingo 6 de enero de 2008 Espectáculos Tocar el theremin es un trance especial, afirma Ernesto Mendoza

El experto es el único que ejecuta el instrumento de manera profesional en el país

Tocar el theremin es un trance especial, afirma Ernesto Mendoza

Editará un disco con música popular adaptada al aparato electrónico, cuya característica es que se interpreta sin tener contacto con él

En los años 50 y 60 se usaba para hacer efectos en cintas de terror

Juan José Olivares

Ampliar la imagen En la actualidad, Ernesto Mendoza (izquierda) está dedicado a difundir la ejecución del theremin en el país. En la imagen, el músico durante una presentación en el Centro Nacional de las Artes En la actualidad, Ernesto Mendoza (izquierda) está dedicado a difundir la ejecución del theremin en el país. En la imagen, el músico durante una presentación en el Centro Nacional de las Artes

En 1920, el ingeniero y violonchelista León Thérémin creó el primer instrumento electrónico que ha sobrevivido hasta nuestros días: el theremin. Es el único que se toca sin tocarlo, puesto que se basa en dos osciladores que producen ondas cuyas frecuencias son superiores a las que el oído humano puede percibir. Éstas son las que interfieren entre sí y dan lugar a nuevas ondas audibles, cuyos tonos se controlan moviendo las manos alrededor de las antenas del instrumento, sin hacer contacto con ellas.

En México existe sólo un músico que lo interpreta, al menos de manera profesional: es decir, ha ofrecido conciertos utilizándolo como instrumento principal. Ernesto Mendoza es su nombre, y estudió en las escuelas Libre y Nacional de Música. Proviene de una familia con esa profesión y es especialista en el bajo eléctrico. Pero luego descubrió el theremin, en 1997, después de tomar un curso de ingeniería de audio donde les hablaron de los instrumentos precursores del sintetizador, como los osciladores.

Tocar el theremin “es difícil de explicar; es un trance especial. Sólo quien lo hace se da cuenta de esa sensación, porque uno tiene esa concepción del contacto físico con los demás instrumentos, pero con éste es como si pudieras adivinar qué se siente besar a una mujer sin besarla, sientes algo sin llegar al contacto; es inconcebible crear algo a partir de no tocar nada”, explica en entrevista el músico.

Dice Mendoza: “Me atrajo la idea del no contacto físico y luego investigué por mi cuenta. La primera vez que lo escuché fue con Clara Rockmore (quien toca con la Sinfónica de Berlín), virtuosa del instrumento. La escuché y quedé maravillado. Pero a la primera persona que vi y escuché tocarlo fue a Carolina Eyck. Luego busqué un instrumento y me documenté con métodos que fui encontrando; el primero fue el de Clara Rockmore, quien al final de su vida publicó uno para el instrumento.”

El músico, quien se ha presentado en foros del Centro Nacional de las Artes y en otros centros culturales del país para promover su instrumento, abunda: “Cada ejecutante tiene una técnica distinta, una aproximación diferente al instrumento; una menciona el uso de la mano izquierda, que controla el volumen, y la derecha, que hace lo propio con las notas. De todas formas se requiere mucha disciplina para aprender este instrumento”.

Sacarlo del anonimato

Mendoza se dedica a difundir el instrumento por el país, y es uno de los pocos thereministas del mundo que están incluidos en la transmisión del programa de radio por Internet Spellbound, que conduce el músico electrónico David Vesel. Por ahora, tiene un disco prototipo que “contiene música ecléctica; la cuestión es que es muy difícil darle una identidad como instrumento musical, porque es desconocido. No tiene la popularidad de la guitarra o la batería, y está marginado por cuestiones elitistas”.

Mendoza afirma que desea ofrecer música de todo tipo para acercar a la gente al instrumento. “Si bien fue creado como instrumento musical, hubo una época en la que se utilizó para hacer efectos sonoros, sobre todo en las películas de ciencia ficción y de terror en los años 50 y 60, en Hollywood; sin embargo, se creó para hacer música real, y la idea es presentarla, aunque es una paradoja, porque gracias a esas películas se conoce el theremin.”

El músico explica que la principal característica es que es el único instrumento que se toca sin tocar. “Ni siquiera los instrumentos que utilizan luz, como el arpa láser, porque ahí sí hay contacto. En el caso del theremin es nada más la aproximación de la mano con las antenas. Otra característica es el sonido, que puede variar en su timbre y en su onda con un movimiento mínimo. Hay que decir que la forma del instrumento ha variado con el paso del tiempo. Han surgido nuevos fabricantes que hacen nuevos modelos. Ya no se emplean los bulbos, ahora son de transistores.”

Singularidades por descubrir

En Europa o Estados Unidos se hacen conciertos con orquestas que tienen al theremin como instrumento solista. “Hay que decir que no hay muchas composiciones para el instrumento; todavía hay mucho camino por recorrer. La mayoría se basa en transcripciones de obras, desde clásicas hasta populares. El theremin es microtonal y tiene muchas posibilidades sin descubrir.”

Pronto editará un disco con el ingeniero Akinori Tago, con quien organizó (en noviembre de 2007) una convención sobre instrumentos electrónicos, orientada a hablar del theremin. Ese disco será de adaptaciones. “He querido incorporar la música mexicana al theremin porque gusta mucho en el mundo.” En fechas próximas, Mendoza realizará un concierto al lado de la alemana Carolina Eyck y la rusa Lydia Kavina. Más información en la página web www.ernestomendoza.com.mx

 
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