“Los jueces ni siquiera admitirían a trámite las peticiones”: Bárbara Zamora
Abogados auguran poco éxito a solicitud de amparo de campesinos contra el TLCAN
La única vía, señalan, es demandar la nulidad en tribunales mexicanos o ante instancias internacionales
El capítulo agropecuario, “leonino”, dice dirigente de la Unión de Juristas
Abogados expertos en derecho agrario y en materia de amparo indicaron que la entrada en vigor del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) vulnera los conceptos de soberanía alimentaria, autodeterminación e independencia económicas y el concepto de democracia social consagrados en la Constitución.
Sin embargo, auguraron poco éxito a la vía del juicio de garantías que pretenden iniciar diversas agrupaciones de campesinos, porque los jueces federales que conozcan de los mismos pueden argumentar que existen tesis jurisprudenciales que confirman la facultad del Estado mexicano de celebrar tratados y convenios internacionales.
En todo caso, coincidieron en señalar, la vía legal idónea sería el juicio de nulidad en tribunales mexicanos o los canales jurídicos internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Eduardo Miranda Esquivel, presidente de la Unión de Juristas de México y especialista en materia de amparo, destacó que el TLCAN, en su apartado agropecuario “es un tratado leonino que tiende a precarizar las condiciones económicas y de bienestar de los campesinos y de la población mexicana”.
Para el litigante, quienes interpongan una demanda de garantías como medida de protección constitucional para frenar por tiempo indefinido los efectos de la entrada en vigor del TLCAN “estarían ante la posibilidad de que la eficacia de una suspensión (en vía de amparo) sea mínima, frente a la magnitud política, jurídica y económica de la medida trinacional”.
Recomiendan movilizaciones sociales
Destacó que si los juicios de amparo masivos no van acompañados de movilizaciones sociales de los campesinos, “difícilmente por medio de los amparos individualizados podrán obtener algún beneficio”.
Incluso, agregó, en el remoto caso de que los jueces dieran entrada al análisis de las demandas, “dada la naturaleza de ese tipo de suspensiones que se pedirían –pues el TLCAN puede tener el carácter de acuerdos binacionales, con supremacía Constitucional–, existe la posibilidad de que se nieguen las suspensiones”.
Miranda Esquivel indicó que habría mayores posibilidades jurídicas para frenar al capítulo agropecuario del TLCAN mediante las vías internacionales, aunque reconoció que eso sería a largo plazo.
Para la abogada Bárbara Zamora, defensora de causas sociales y especialista en derecho agrario y penal, difícilmente prosperarán las demandas de amparo contra este capítulo del tratado internacional firmado entre México, Estados Unidos y Canadá, porque “no veo cuál sería el acto reclamado en específico, y entonces los jueces ni siquiera admitirían a trámite las peticiones de los quejosos”.
En los hechos, añadió, los agricultores sí se verán afectados porque no estarán en igualdad de circunstancias para competir, pero en lo jurídico, “¿cuál sería el acto de autoridad que reclamarían para que proceda el juicio de amparo y les reconozcan su interés jurídico?”
Agregó que la vía jurídica idónea en este caso es demandar la nulidad del capítulo agropecuario del TLCAN en tribunales mexicanos, y revisar, primero, si el tratado ya fue ratificado por el Senado, pues si eso no ha ocurrido, su entrada en vigor sería inconstitucional.
El apartado agropecuario del TLCAN establece la desgravación a las importaciones de frijol, leche, azúcar, maíz y otros productos.