El Correo Ilustrado
Tiro de gracia al campo
Cada vez que alguien del aparato gubernamental hace una de las suyas, nos bombardea con propagandas en medios con las que intenta desmanchar su imagen. Cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación exculpó al góber precioso, exaltaron las supuestas bondades de tal instancia y su compromiso con la nación; ahora que se dio el tiro de gracia al campo y campesinos mexicanos al abrir la frontera a productos agrícolas estadunidenses y canadienses, no se les ocurrió mejor personaje que la exitosa golfista mexicana Lorena Ochoa que, haciendo caso al guión, alude al campo mexicano como triunfador y líder a nivel mundial... y cuando despertamos el cadáver del campo mexicano yacía ahí.
Fernando Quiroz Nácar
Repudio al hostigamiento a zapatistas
Nuevamente Chiapas huele a guerra. Otra vez el sureste mexicano reclama una mirada, ¿cuántos volteamos a ver Chiapas varios años después del alzamiento de 1994 y ahora vemos de otra forma?
Los compañeros y compañeras zapatistas nos dieron lecciones de dignidad, “ejemplos pedagógicos” que inspiraron nuestras luchas y mostraron nuevas formas de hacer política y ver el mundo, hacerlo, construirlo, en la práctica.
Ahora se vive una de las agresiones más atroces, una embestida en contra de las comunidades zapatistas, una estrategia de guerra desatada en varios frente y niveles. No podemos quedarnos callados, cruzados de brazos esperando que otro Acteal o Acteales vistan de sangre el territorio indígena, no podemos esperar a que algo más grave suceda.
No podemos presenciar inmóviles esta guerra, mucho menos permitirla. Podemos buscar en nuestra desconfianza, en nuestra desmemoria, en nuestro desacuerdo, razones para evadir la realidad, evadir los ataques, las casas quemadas, los niños agredidos, las balas cobardes. Podemos encontrar razones para no mirar, para cerrar los ojos y esperar que el horror desaparezca, que no nos toque, que el dolor no nos encuentre responsables.
Todas las razones podrán convertirse en justificaciones, en explicaciones, pero no podremos ocultarnos de la dignidad y de su mirada, de su memoria, no podremos ocultar un silencio que por siempre sabremos que fue cómplice del fuego y de la sangre.
En el silencio la complicidad estará con quienes quieren ser los verdugos de las comunidades zapatistas, de los grupos paramilitares, como la Opddic; del gobierno del estado de Chiapas, en manos de Juan Sabines, que les da impunidad; del gobierno federal, en manos de Felipe Calderón, que los entrena, los protege y los alienta a llenarse de sangre inocente.
Francia: Yvon Le Bot, Trois Passant; Brasil: Frei Betto, escritor; Colombia: Amigos de la Paz en Colombia y en el Mundo; Cuba: Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr.; Paraguay: Telmo Carrillo, abogado; Argentina: Adolfo Pérez Esquivel (premio Nobel de la Paz), Alberto Bonnet (investigador del Conicet); México: María Eugenia Sánchez Díaz de Rivera, F.H. Eduardo Almeida Acosta, John Holloway, Eloína Peláez y 38 firmas más
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Al tiempo que le deseamos una feliz Navidad, le envío una copia de la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que gestionó el párroco de la iglesia de Santa Cruz Atoyac, Sergio Oliva Martínez, para que, en el marco de la ley, pueda realizar trabajos de “restauración del templo y atrio... de acuerdo a planos presentados”.
Esto, en relación a la nota escrita por la periodista Josefina Quintero y publicada por La Jornada el pasado 26 de diciembre, en la que afirma que “sin autorización del INAH, el párroco inició trabajos de remodelación”.
Pbro. Hugo Valdemar Romero, director general de comunicación social del Arzobispado de México
Repuesta de la reportera
Señora directora: con relación a la carta enviada por el director general de comunicación social del Arzobispado de México, Hugo Valdemar Romero, aclaro que en la nota referida se hace mención de los permisos otorgados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia en referencia al rescate que se realiza en la iglesia de Santa Cruz Atoyac y sobre la restauración del Cristo de Pasta de Caña, de los cuales La Jornada obtuvo una copia. Sobre la denuncia de los feligreses, respecto de los trabajos anticipados, la información se puede corroborar con los mismos documentos del INAH de los cuales se desprenden las observaciones hechas al párroco Sergio Oliva Martínez por la dirección de conservación de dicha institución publicados en la citada nota.
Josefina Quintero
Afirmación empresarial
En relación con la nota publicada en su edición del pasado 31 de diciembre de 2007, en la página 12, titulada “Buscan detener a un propietario de Oceanografía”, me permito hacer las siguientes aclaraciones.
Primero, que Arrendadora Ocean Mexicana (AOM) nunca ha sido beneficiada de ninguna manera por terceras personas en contratos con Petróleos Mexicanos. En todas las licitaciones que ha participado, siempre ha cumplido con los requisitos y regulaciones establecidos por la paraestatal.
Segundo, el señor Carlos Daniel Yáñez Osuna no es propietario de Arrendadora Ocean Mexicana, como se menciona en la nota citando información periodística, la cual, es necesario decir, ha sido aclarada en su momento.
El señor Yáñez Osuna fue socio de AOM únicamente de 2001 a junio de 2002, cuando le fueron compradas sus acciones, acto debidamente protocolizado por el notario público 89 y del cual existe testimonio público.
A partir de esa fecha, es decir, desde hace más de cinco años, no ha existido ninguna vinculación, como erróneamente se infiere en la nota.
Por otra parte, me permito hacer precisiones a la nota titulada –y publicada en la misma página 12– “Detectan nuevas irregularidades en el arrendamiento de buques petroleros”, debido a que en uno de los balazos se afirma refiriéndose a AOM que “en esa firma colabora un presunto testaferro de Bueno Torio”.
Arrendadora Ocean Mexicana no tiene ni ha tenido vinculación alguna con el señor Bueno Torio, como se afirma en el texto de la nota.
Juan Carlos Borboa, director de administración y finanzas