En diciembre pasado se colocaron a tan sólo 88 millones de kilómetros de distancia

La Tierra y Marte están en su punto máximo de acercamiento

El fenómeno ayudará a estudiar el suelo marciano como nunca antes, asegura investigadora de la UNAM

Los primeros días de 2008 se observará al planeta rojo más brillante que cualquier estrella

La NASA ha aprovechado la oposición de los cuerpos para enviar más misiones de exploración

Emir Olivares Alonso

En años recientes, el planeta Marte se ha acercado a la Tierra, y hace un par de semanas se colocaron a tan sólo 88 millones de kilómetros de distancia, por lo que durante los primeros días de 2008 el planeta rojo podrá ser observado de “manera brillante” y más que cualquier otra estrella desde suelo terrícola, asegura un análisis difundido por el Instituto de Astronomía (IA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El fenómeno podrá ser aprovechado por los especialistas para un mayor estudio de ese planeta.

Estela de Lara Andrade, investigadora del IA en Ensenada, Baja California, y autora del documento, explica que debido a su camino orbital, en diciembre pasado Marte se colocó en oposición con la Tierra, es decir, que nuestro planeta se ubica entre éste y el Sol, con lo que la distancia entre ambos cuerpos es la mínima.

La integrante del IA señala que desde 2006 el planeta rojo se ha ido acercando a la Tierra: a finales de septiembre de ese año, la distancia entre ambos era 388 millones de kilómetros; para enero de 2007 el trecho se redujo a 353.6, mientras en junio de ese año la lejanía entre ambos cuerpos celestes era de 240 millones de kilómetros.

El pasado 18 de diciembre, Marte llegó al punto máximo de acercamiento a la Tierra, a tan sólo 87.6 millones de kilómetros de distancia, por lo que los terrícolas podremos contemplar por varios días al planeta rojo.

Algunos datos concluyentes

La investigadora universitaria remarca que los diferentes estudios y exploraciones espaciales han permitido demostrar que el suelo marciano “es estéril”, por lo que no puede tener vida como la que se conoce en la Tierra, ya que es seco y oxidante, además de que recibe del Sol una gran carga de rayos ultravioleta, con lo que, sumado a su atmósfera, su cielo se ve anaranjado.

Además de que su clima es “muy severo”, ya que en el verano la temperatura puede pasar de 27ºC durante el día a menos 133ºC en la noche. “Tiene temperaturas bajo el nivel de congelación, inmensas tormentas de polvo y tornados más grandes que los que se dan en la Tierra”, señala.

De Lara Andrade refiere que la atmósfera marciana es menos densa que la terrestre, y en su mayoría está compuesta por dióxido de carbono, con 95.32 por ciento; nitrógeno, con 2.7 por ciento; 1.6 por ciento de argón, y tan sólo 0.13 por ciento de oxígeno, asi como 0.03 de trazas de vapor de agua, monóxido de carbono y gases nobles.

Indica que la gravedad en el planeta rojo es sólo una fracción que la de la Tierra, además de que un año en ese cuerpo equivaldría a 687 días terrestres.

Una diferencia más del suelo marciano es que cuenta con las montañas más altas del sistema solar. El monte Olimpo tiene una altura tres veces mayor a la de la montaña más alta de la Tierra, el monte Everest, al rebasarlo 25 kilómetros en atura y 550 en diámetro.

El documento del IA de la UNAM explica que la agencia espacial estadunidense NASA aprovechó la oposición entre ambos cuerpos celestes para enviar nuevas misiones espaciales a Marte. En agosto de 2007 envió el vehículo Phoenix Lander, que se prevé aterrice en el planeta rojo en mayo de este año para unirse a los robots exploradores Spirit y Opportunity.

Con ello, destaca la investigadora, se podrá “explorar Marte como nunca se había hecho antes”, pues se obtendrán imágenes de mayor resolución, descensos precisos a la superficie, movilidad en el área con mayor alcance, e inclusive obtener muestras de suelo y rocas para ser estudiadas.