Usted está aquí: lunes 31 de diciembre de 2007 Política Condena la Iglesia el capítulo agrícola del TLCAN

Condena la Iglesia el capítulo agrícola del TLCAN

Fabiola Martínez, reportera; Martín Diego Rodríguez, Claudia Druck León y Sergio Ocampo, corresponsales

A unas horas de la entrada en vigor del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) –que elimina impuestos para la importación de maíz, frijol, leche en polvo, azúcar y otros alimentos cuya producción es subsidiada en Estados Unidos–, representantes de organismos de defensa de derechos humanos, campesinos, de la Iglesia católica y de la disidencia magisterial expresaron su rechazo a ese acuerdo y exigieron al gobierno federal que proceda a revisarlo y otorgue apoyo a los campesinos vulnerables del país.

Édgar Cortez, secretario ejecutivo de la Red Todos los Derechos para Todos y Todas, afirmó que ante la inequidad prevaleciente en los acuerdos, en perjuicio de los productores del país, el gobierno federal debe revisar todo lo relativo a la comercialización de productos básicos; “el nivel de pobreza y migración de los hombres del campo mexicano es realmente preocupante”.

En León, Guanajuato, el arzobispo José Guadalupe Martín Rábago exigió a las autoridades que asuman “su responsabilidad” de apoyar a los campesinos que serán afectados con la desgravación arancelaria.

En conferencia de prensa, el prelado dijo que “evidentemente la liberalización de los precios de productos agrícolas tendrá un impacto real sobre el campo mexicano; el cual no está en condiciones de competir contra productos agrícolas de países donde hay subsidios, mientras que en México no existen. Esa circunstancia implica un riesgo grave y real”.

El arzobispo reprochó a las autoridades que soslayaran las condiciones que tras la entrada en vigor del TLCAN, hace 14 años, golpearon a los campesinos, “el campo mexicano había resentido ya las consecuencias de esa disposición, ahora, el impacto será mayor”.

El arzobispo insistió en que las autoridades mexicanas debe asumir su responsabilidad en la defensa de los productores mexicanos marginados.

En Morelia, Michoacán, el secretario general de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, Artemio Ortiz Hurtado, adelantó que maestros de la sección 18 arrancarán 2008 con manifestaciones en la ciudad de México, sin que se descarte la realización de marchas en esa entidad.

En Chilpancingo, el primero de enero se concentrarán productores de Guerrero para protestar por la entrada en vigor de ese capítulo del TLCAN. Grupos de teatro de la Universidad Autónoma de Guerrero y dirigentes de diversas organizaciones sociales presentaron sus propuestas en el Zócalo de esa entidad.

El dirigente de la Unión Campesina Emiliano Zapata, Arturo Hernández Cardona, consideró obligación de las agrupaciones campesinas impulsar las movilizaciones, “porque no hay rumbo en el campo mexicano, el cual está hecho pedazos”.

Édgar Cortez estimó “necesario que los campesinos se movilicen ante la cerrazón del gobierno federal”, comentó que esta etapa del TLCAN refuerza la pérdida de soberanía alimentaria, que perpetua los niveles de miseria y obliga a los campesinos a migrar o decir adiós a la posibilidad de tener una vida digna, con acceso a la alimentación y a la salud.

 
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