Usted está aquí: domingo 30 de diciembre de 2007 Política Sin bases sólidas, PRI, PAN y PRD buscan tener mayoría en San Lázaro

Los tres principales partidos enfocan estrategias a las elecciones de 2009

Sin bases sólidas, PRI, PAN y PRD buscan tener mayoría en San Lázaro

En 2008 empieza la lucha interna en cada uno por el palomeo de listas de candidatos

Con la reforma en materia comicial, la chiquillada se verá obligada a buscar sobrevivir

Ciro Pérez y Georgina Saldierna

Sin procesos electorales en 2008 para renovar gubernaturas, y sólo algunos en los que se elegirán legisladores o presidentes municipales, las tres principales fuerzas políticas enfocan su estrategia para los comicios intermedios, en los que habrá de renovarse el Congreso federal.

Los tres partidos aspiran a conseguir una clara mayoría en San Lázaro. Los priístas, desde su tercer puesto en el panorama electoral, evalúan sus posibilidades de manera positiva, en razón de los números que obtuvieron en los procesos locales a lo largo de 2007; en tanto, el PRD confía en conservar el nivel de sufragios, aun cuando sólo le alcanzó para conservar una gubernatura y recuperar algunas ciudades importantes.

En 2008 empieza también la lucha en cada una de las dirigencias ante el palomeo de las listas de los aspirantes a la Cámara de Diputados. Baste señalar el surgimiento en el PRI de un grupo que pretende “reflexionar” sobre los temas nacionales, pero en el que todos ven reflejadas sus necesidades de supervivencia política. En el PRD se renovará la dirigencia nacional, y nadie quiere quedar fuera de listas, mientras en el PAN cada vez son más los que se sienten con derecho de saborear las mieles del poder.

No sería extraño que para la siguiente legislatura, las curules de San Lázaro sean ocupadas por los actuales miembros de las dirigencias nacionales y por los grupos cercanos de cada uno de los gobernadores que tienen aspiraciones presidenciales.

Para los partidos llamados chicos, como PT, Convergencia, PVEM, Nueva Alianza o Alternativa, las reformas a la ley electoral los obligan a buscar su sobrevivencia, aunque los más posicionados confían en la clientela política que han creado, mientras los más nuevos buscan la manera de no desaparecer.

Optimismo del blanquiazul, pese a pérdida de votos

En el terreno electoral, y a pesar de haber sido el único partido que perdió votos, en un comparativo entre lo alcanzado en los comicios presidenciales de 2006 y los resultados de 2007, en los que inclusive perdió Yucatán, la nueva dirigencia panista no vacila en declarar que puede hacerse de la mayoría en el Congreso de la Unión, aunque en el último tiempo ningún gobierno federal ha podido contar con esa condición.

En el caso de Acción Nacional, este enfoque puede entenderse como un intento de sacudirse la hegemonía priísta, que desde su tercer lugar se convirtió en su “socio” legislativo, en un año en el que, mientras el PRI prácticamente ganaba todas las elecciones estatales, el PAN veía aprobadas casi todas las iniciativas que impulsó Felipe Calderón desde Los Pinos.

Hoy los panistas ansían ganar esas elecciones locales, particularmente la dirigencia nacional del partido, y no verse sujetos a negociar con nadie los acuerdos legislativos y las derrotas estatales.

En cambio, el PRD ve en la mayoría legislativa el escalón que le falta para llegar a 2012 como un partido con posibilidades de triunfo, más allá de depender de una sola persona para ganar las elecciones presidenciales.

Mientras tanto, los del tricolor tienen claro que la mayoría en el Congreso los reposicionaría –al igual que el PRD– hacia 2012, pero no dejan de reconocer que nunca habían gozado de tanta “fortuna” en términos de la toma de decisiones, como desde que fueron lanzados hasta el tercer lugar, tras las elecciones de 2006.

En su análisis particular, el PAN confía en que durante los comicios que se realizarán el próximo año en seis estados del país logrará tener mayor número de diputados locales y de presidencias municipales, a pesar de tratarse de entidades complicadas por su poca presencia en ellas, como es el caso de Guerrero e Hidalgo.

La dirigencia blanquiazul basa sus expectativas de crecimiento en el hecho de que el presidente Felipe Calderón asegura haber tenido una buena gestión en sus primeros 12 meses de gobierno, lo que, a su parecer, ha permitido posicionar a su partido entre la ciudadanía.

Según información de la Secretaría de Acción Electoral, el PAN sólo gobierna uno de los cinco municipios de Baja California Sur (Loreto), y no tiene ninguno de los 15 distritos comiciales, por lo que cualquier resultado arriba de esto ya es ganancia, consideró Jacobo Berra, responsable del área durante la gestión de Manuel Espino al frente del partido, y quien todavía tuvo en sus manos la planeación de las campañas y la capacitación de los candidatos que participarán en los comicios que se realizarán el 3 de febrero en aquella entidad.

Para el PRD queda claro que la competencia será entre ellos, que son gobierno, en tanto que el PRI admite que su presencia ha menguado en los pasados 10 años, entre otras razones debido a la mala fama que se ha creado dicho instituto político.

Sin embargo, la elección no será fácil para los perredistas, quienes admiten que en algunos municipios las administraciones no han logrado “permear” hacia una sociedad que acusa cansancio por el trapecismo de quienes pasaron del PRI al PRD sólo por la rentabilidad electoral, pero que en muchas ocasiones siguen representando al mismo grupo que se mantuvo largo tiempo en el poder y que en su momento llevó a los ciudadanos a buscar otra alternativa.

Situación similar se presenta en Quintana Roo, donde el PAN gobierna Cozumel, uno de los ocho municipios que se renovarán en el estado.

Si los del blanquiazul esperan conservar lo que se tiene, y aumentar aunque sea un municipio más, admiten que en lo que toca a Benito Juárez, donde se encuentra Cancún, la contienda será entre el PRD y el PRI, mientras en Chetumal y en la zona maya el tricolor puede tener mayor presencia por el voto indígena.

Respecto a Hidalgo –cuya renovación del Congreso y sus alcaldías se realizará el 17 de febrero–, el PAN espera ganar por lo menos dos de los 18 distritos de mayoría, mientras que el PRI confía en su “presencia” destacadamente en las zonas rurales. Sin embargo, la capital, Pachuca, ya fue gobernada por el PAN. Aquí el PRD confía en avanzar electoralmente.

Por lo que hace a Nayarit y Coahuila –que gobierna el PRI–, y Guerrero, que gobierna el PAN, y para cuyos procesos faltan seis meses, ninguno de los partidos adelanta vísperas; en el mejor de los casos, confían en mantenerse como gobierno.

Tan lejos están los procesos que ni siquiera hay candidatos visibles. El PAN, en tanto, tiene la meta de crecer en esas tres entidades. Recordó que en Nayarit gobierna los municipios de Amatlán, San Blas y La Yesca, mientras en Coahuila tiene Torreón y Ramos Arizpe, y en Guerrero el municipio de Taxco y dos más.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.