Usted está aquí: viernes 21 de diciembre de 2007 Ciencias Una proteína define sensación de frío

Una proteína define sensación de frío

Reuters

Chicago, 20 de diciembre. Los nervios que sienten el golpe helado de un viento ártico o simplemente de una brisa fresca toman sus órdenes de una sola proteína, dijeron investigadores estadunidenses, arrojando nueva luz sobre cómo experimentamos el frío.

Estudios previos han sugerido que las neuronas sensibles al frío están especializadas, algunas detectando las sensaciones de frío dolorosas y otras las más placenteras. Pero investigadores de la Universidad del sur de California descubrieron que incluso las neuronas más sensibles al frío hacen uso de una única proteína conocida como TRPM8, y pueden detectar una variedad de sensaciones.

“Todos sabemos que cuando estimulamos nuestros dientes con frío obtenemos esta distintiva sensación fría”, explicó David McKemy, cuyo estudio aparece en el Journal of Neuroscience.

“Se tiene este dolor agudo y punzante transitorio y esta sensación persistente y dolorosa”, agregó McKemy en una entrevista telefónica.

Otros grupos han atribuido esto a dos diferentes neuronas sensibles al frío. “Había una noción de que hay neuronas llamadas fibras del frío y otras involucradas en detectar el dolor provocado por el frío”, dijo.

McKemy añadió que esperaba que las neuronas que expresan o producen TRPM8 fueran de la variedad del frío placentero.

Ratones de laboratorio

Para estudiarlas, McKemy diseñó ratones genéticamente modificados para que las fibras neuronales que expresan esta proteína sean verdes fluorescentes, luego rastreó estas fibras desde las neuronas sensoriales cerca de la médula espinal hasta las terminaciones nerviosas en la piel.

Los investigadores estudian las neuronas sensibles al frío para comprender los mecanismos moleculares de las sensaciones, un conocimiento que podría conducir a mejores medicamento para el alivio del dolor.

“Si entendemos lo esencial de moléculas y neuronas, y cómo detectan el dolor normalmente, entonces quizá podamos determinar por qué detectamos dolor cuando no deberíamos”, apuntó McKemy en un comunicado.

 
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